El detenido por asesinar a un guardia civil pasará hoy a disposición judicial

A primera hora de hoy, Juan Antonio M. G., alias 'El Kiki', pasará a disposición judicial por haber matado de un disparo al agente José Manuel Arcos. Todo ello, tras haber estado detenido en la Comandancia de la Guardia Civil durante 72 horas, el máximo según marca la ley.

Homicidio con agravantes, por tratarse de un agente; robo con violencia; desobediencia a la autoridad; tenencia ilícita de armas. Como mínimo, estos son los cargos que se le imputan a 'El Kiki', un delincuente habitual -cuenta con más de una veintena de detenciones- que apenas llevaba un año en la calle -salió de prisión en 2017- cuando el lunes acabó con la vida del agente Arcos cerca de un parque en Huétor Vega. Tres días después del homicidio, en ese lugar las flores depositadas por vecinos del municipio recuerdan a este guardia civil caído en acto de servicio, una imagen que también se repite en el Puesto de Guardia Civil de La Zubia, donde estaba destinado el fallecido.

'El Kiki' está acusado de robo con fuerza en las cosas y robo con violencia. La madrugada del lunes sustrajo un vehículo modelo Ford Escort color blanco con el que entró a robar a un bar de Las Gabias. Tras ello, la Guardia Civil dio aviso sobre lo ocurrido a diversas patrullas. Primero, se apuntó que el delincuente se habría dirigido a Cájar. Después, en una segunda alerta se indicó que podría dirigirse hacia Huétor Vega. Allí estaban el agente Arcos y su compañera, una guardia civil en prácticas, que, sobre las 4:20 horas, tras comprobar que un coche que encajaba con la descripción hacía maniobras extrañas al percatarse de la presencia policial, decidieron darle el alto.

El conductor paró, bajó del coche y trató de darse a la fuga a pie, por lo que se inició una persecución por la avenida Doña Juana. Durante la misma, el delincuente consiguió esconderse y sorprender al agente Arcos en un parque de la zona, tras lo que se enzarzaron en un forcejeo que acabó con 'El Kiki' haciéndose con el arma reglamentaria del agente y propinándole un disparo que, horas más tarde le provocaría la muerte, hecho por el que se le acusa de homicidio con agravantes. Fue entonces cuando la guardia civil, que se había quedado más atrás, llegó hasta donde estaba su compañero, ya herido, y se inició un intercambio de disparos entre ella y el delincuente, sin que las balas alcanzase a ninguno de los dos. Tras ello, 'El Kiki' consiguió huir, abandonando el vehículo en el que le dieron el alto y deshaciéndose de una mochila con un arma, al parecer sin munición, y el dinero robado en el bar. Precisamente esto permitió localizar una documentación que permitió identificarle. Todo ello, mientas la guardia civil trataba de auxiliar al agente Arcos.

Ante ello se inició la Operación Jaula que, cinco horas después, permitió detenerlo en el control policial instalado en la rotonda que conecta Huétor Vega con la capital, junto al Serrallo. 'El Kiki' había robado una furgoneta blanca con la que en el control, levantó las sospechas de los agentes. Cuando éstos le pidieron que abriese el maletero, no sabía como hacerlo. En ese momento, comprobaron que coincidían con el de la foto del delincuente al que buscaban.