Detenidos por abandonar en Granada a un familiar menor de edad y simular que no lo conocían: una técnica para conseguir la reagrupación familiar

La Policía Nacional ha detenido a dos hombres acusados de un delito de abandono por llevar a un menor de 17 años a dependencias policiales simulando que estaba solo en España, un adolescente sobrino de uno de los arrestados que recibe atención en un centro de menores. Según ha informado este cuerpo armado, los detenidos son dos hombres de origen marroquí, uno tío del menor y otro amigo de la familia, acusados ambos de abandono de un menor y de un segundo delito de favorecimiento de la inmigración ilegal.

Los dos procesados, que han quedado en libertad con cargos, simularon la situación de desamparo del menor y lo llevaron a dependencias policiales fingiendo que lo habían encontrado en una calle de Granada.

Los hechos comenzaron semanas antes cuando el menor, de 17 años, fue trasladado por su tío desde Marruecos hasta Andalucía a través de una frontera marítima. Tras permanecer alojado unos días junto a su tío, este adulto contactó con un amigo de la familia para que trasladase al menor hasta Granada y que simulase entonces que lo había encontrado deambulando por las calles de la ciudad. La intención no sería otra que la de forzar su ingreso en un centro de menores de Granada para conseguir con el paso del tiempo un permiso de residencia y, eventualmente, lograr la reagrupación familiar del resto de su familia residente en Marruecos, según ha añadido la Policía Nacional.

En cuanto el menor llegó a la comisaría del distrito Norte de Granada, los agentes realizaron los trámites necesarios para su ingreso provisional en un centro de menores dependiente de la Junta e iniciaron una investigación sobre su identidad, filiación y circunstancias personales.

Esa investigación ha demostrado que los padres del menor residen en Marruecos y que el tío paterno, con residencia legal en España, había trasladado al menor hasta territorio nacional con consentimiento y la intención de dejarlo ingresado en un centro de menores para que recibiese alojamiento, manutención y estudios.

Tanto el tío del menor como el amigo de la familia que lo trasladó a Granada han quedado en libertad con cargos a la espera de juicio.