Como siempre, Tráfico incide en lo importante que es respetar dos palabras que empiezan con la letra p: prevención y prudencia. Si todavía no ha salido a la carretera, está a tiempo de leer algunos de sus consejos.

Es fundamental revisar el buen estado mecánico del vehículo y especialmente comprobar los frenos, así como el alumbrado del coche y sus reglajes. También ha de ver si funcionan bien las escobillas y los limpiaparabrisas y cómo están los niveles del líquido de frenos, del aceite y del limpiaparabrisas.

Se recomienda también limpiar cristales, faros, pilotos, retrovisores y reflexivos "para ver y ser vistos" y por supuesto comprobar la presión, el dibujo y las ranuras (con un mínimo de 1,6 milímetros) de los neumáticos para asegurar una buena adherencia a la carretera y evitar el deslizamiento.

Los recambios imprescindibles (y no sólo porque sin ellos se puede recibir una multa) son la rueda de repuesto "con la presión necesaria y herramientas para su colocación", un juego de luces en perfecto estado y dos dispositivos portátiles de preseñalización de peligro (los conocidos triángulos de avería).

Tráfico le da una gran importancia a la planificación y recomienda al usuario de la vía que solicite información sobre el estado de las carreteras que va a utilizar, así como posibles itinerarios alternativos, y que esté atento a la información sobre tráfico (escuchando la radio, por ejemplo) para saber si en su ruta hay retenciones o se ha producido algún accidente. "Es importante programar el viaje a fin de distribuir las paradas y tiempos de descanso, así como prever las dificultades del recorrido y el posible alargamiento del tiempo de trayecto", agrega.

Otras recomendaciones, muy obvias, son las de descansar lo suficiente antes de emprender el viaje, evitar beber alcohol o consumir medicamentos incompatibles con la conducción, evaluar la carga que se debe transportar de forma equilibrada. Se desaconseja, en ese sentido, llevar baca.

Por supuesto, si en el coche hay niños, éstos deberán utilizar los dispositivos de retención homologados para su edad.

Todo eso, en cuanto a la prevención. Sobre la prudencia, la Dirección General de Tráfico pone el acento en la importancia de respetar la señalización, tanto la fija como la de paneles variables, así como los límites de velocidad.

Igualmente importante es respetar la distancia de seguridad, y para ello recuerdan la regla del cuadrado: si se circula a 50 kilómetros por hora, sería de 25 metros, que es cinco al cuadrado. Si se va a 90, sería de 81, porque es nueve al cuadrado. Cuando el vehículo va a cien, debe estar a cien metros del que le precede, porque es el resultado de diez al cuadrado, y así sucesivamente hasta llegar al límite, 120 kilómetros por hora. En ese caso, la distancia ha de ser de 144 metros, resultado de 12 al cuadrado.

En verano existe el problema añadido del sol, por lo que la DGT aconseja utilizar el parasol formando visera de modo que proteja los ojos del contacto directo con los rayos solares y pueda ver sin dificultad la carretera. También es conveniente utilizar gafas de sol, pero con la precaución de quitársela cuando se den circunstancias como la entrada en un túnel. Hay que vigilar también la temperatura del motor del vehículo, llevar bebidas frescas y encender el aire acondicionado o, en su defecto, airear el coche.