Granada

Un docente de Granada se va a la calle por un error de la Junta de Andalucía

  • Una sentencia obliga a cesar de sus puestos a varios profesores de toda Andalucía por la constitución de la bolsa de empleo de 2016

Alumnos de Secundaria en instituto público.

Alumnos de Secundaria en instituto público. / D. S.

A la calle en mitad de curso. Ésta es la situación a la que enfrenta una treintena de profesores de institutos públicos de Andalucía después de recibir la notificación de la Consejería de Educación y Deporte mediante la cual les informa de una sentencia judicial que les obliga a cesarlos de sus puestos de trabajo y a expulsarlos de la bolsa de trabajo creada en 2016 al existir errores de forma en su constitución. Un fallo de la Junta que acarrea graves consecuencias en unos docentes que han de volver, en plenas vacaciones navideñas, al puesto de salida en su trayectoria en la enseñanza pública.

“Se propone su cese y expulsión de la bolsa bilingüe de Geografía e Historia”. Así reza la carta enviada por el departamento que dirige Javier Imbroda a unos 30 profesores (la Consejería afirma que sólo son 23) para dar cumplimiento a la sentencia que pone fin al procedimiento judicial iniciado por un demandante que vio cercenados sus derechos en la constitución de la referida bolsa de empleo hace un lustro.

Como explican los afectados, dicha bolsa extraordinaria era bilingüe y para la especialidad de Geografía e Historia. Hasta entonces, los únicos requisitos que se exigían para ser integrante era poseer la titulación correspondiente y el nivel B2 del idioma extranjero. Sin embargo, aquel año la Consejería de Educación (entonces dirigida por Adelaida de la Calle) decidió que quienes formaran parte de ella también se presentaran a una oposición.

Esto supuso que quienes habían superado dichas pruebas se colocaran por delante de los que no las habían realizado. Sin embargo, tales condiciones, según la sentencia y los afectados, contenía errores de forma al ser recogidas por escrito, lo que llevó a uno de los integrantes de la bolsa (perjudicado por el nuevo orden de preferencia) a iniciar un proceso judicial que ha acabado dándole la razón y echando a la calle a una treintena de profesores.

Además de considerar que el fallo de los tribunales “restituye el derecho al profesor demandante y se lo deroga a 30”, el colectivo afectado carga duramente contra la Consejería de Educación, a la que acusa de “oscurantismo” por no haberles informado de la situación judicial a la que se exponían sus puestos de trabajo y por no atender a su petición de información desde que recibieron la notificación a escasos días de que finalizara el primer trimestre del curso.

El cese de sus empleos se produjo el pasado lunes, 27 de diciembre, en plenas vacaciones navideñas, por lo que este grupo de profesores se queda ahora sin trabajo, una situación que también perjudica a los centros de enseñanzas medias en los que desarrollaban su labor.

A Diego Ortiz, por ejemplo, la carta de la Consejería le llegó el 20 de diciembre, una semana antes del cese. En ella le informaban de que debía abandonar su plaza en el IES Huerta del Rosario, en la localidad gaditana de Chiclana, donde ha ejercido de profesor los últimos cinco cursos. “La Junta no nos ha dado el derecho a réplica, ni a negociar una salida”, lamenta este docente, quien también advierte de que los sindicatos a los que han acudido se han sentido “desbordados” con esta situación y no han podido, por ahora, dar una respuesta adecuada.

Por el momento, la única alternativa de la consejería es pasarlos a la bolsa ordinaria con el tiempo de servicio acumulado estos años. Una situación que dista bastante de la que tenían hasta ahora, pues, como explica Ortiz, la posibilidad de cubrir una vacante en tales condiciones son peores: la duración es menor y las posibilidades de que lo llamen, también.

Además, no todos están en esa bolsa ordinaria. Tal es el caso de María Ortiz, que ha trabajado hasta hace una semana en el IESFray Luis, de Granada capital, donde ocupa una vacante de larga duración. Las ventajas laborales que proporciona ser integrante de una bolsa extraordinaria la impulsaron a “volcar” todo su tiempo de servicio en la que existía desde 2016 y no en la ordinaria, lo que provocó que desde junio no formara parte de esta última. “Me estaba cavando mi propia tumba”, admite Ortiz, quien acusa a Educación de “negligencia”. “Debería habernos informado de que había un proceso judicial que podía afectar a nuestros puestos de trabajo”, lamenta.

Y aunque el error se cometió cuando la Consejería estaba en manos del PSOE, los profesores afectados recuerdan que el actual Gobierno andaluz tuvo la oportunidad de prevenirlos cuando se constituyó un nueva bolsa extraordinaria en 2019, ya que entonces volvieron a regir los criterios anteriores a 2016, es decir, no hacía falta presentarse a unas oposiciones. “Nadie nos dijo nada”, asevera esta docente, que está dispuesta a llevar a la Junta a los tribunales por este asunto que la ha dejado en el paro y “por sorpresa”.

“Devastación interna”. Así define Maite Jiménez-Barrera la situación que está viviendo desde que recibió la carta de Educación el 9 de diciembre. “He perdido cinco kilos las últimas semanas”, refiere esta profesora de Geografía e Historia, que formaba parte de la plantilla del IESProfesor Juan Antonio Carrillo Salcedo, en el municipio sevillano de Morón de la Frontera, hasta el pasado lunes. Se trata de un centro de educación compensatoria, situado en una zona necesitada de transformación social, donde ha logrado una buena integración, hasta el punto que se había hecho con una tutoría.

“La Junta ha tenido cinco años para regular nuestra situación, al ser conocedora del pleito judicial que existía sobre la composición de la bolsa extraordinaria. Siento que mis años de esfuerzo profesional y laboral me los han tirado a la basura”, relata esta profesora, que acusa a la Consejería de Educación de “oscurantismo” en dicho asunto.

Una vez en la bolsa ordinaria, la pueden enviar “a cualquier lugar de Andalucía”, cuando hasta ahora tenía el centro donde impartía enseñanza cerca de Paradas, su localidad de residencia. Esta incertidumbre también la sufre Alejandro Medina, que se ha visto obligado a abandonar su puesto de profesor en el IES Peña del Águila, en Mancha Real (Jaén). “No daba crédito cuando recibí la carta”, admite este docente, natural de Granada, pero que lleva años viviendo con su pareja en Jaén. Ahora, en la bolsa ordinaria, considera que, por su tiempo de servicio, “perjudicará” a otros compañeros al ponerse delante de ellos. “No sé cuándo nos llamarán para cubrir una vacante, por cuánto tiempo y dónde”, reflexiona.

Medina critica que en Educación “no sepan decirnos nada”.Una indefensión absoluta para la que exigirán solución el 3 de enero, cuando protesten ante la consejería, que ayer les avisó de que dejarán de sumar tiempo de servicio hasta cubrir una vacante.

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