El doctor Federico Olóriz regresó ayer a Granada, la tierra que le vio nacer, para descansar en el Panteón de los Ilustres del cementerio de San José. El que fuera catedrático de Anatomía de la Universidad Central de Madrid pisó de nuevo su ciudad natal en una fecha muy señalada, ya que este año se conmemora el centenario de su muerte a los 57 años de edad a causa de un cáncer.

Las cenizas del ilustre investigador, considerado padre de la Antropología Social y creador del sistema de identificación dactilar que se usa en España, fueron inhumadas en la mañana de ayer. Sus restos mortales inauguraron este Panteón de los Ilustres, un lugar reservado a personajes granadinos que han destacado en su trayectoria profesional y han estado muy vinculados a la ciudad.

Según recordó el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, este espacio se inauguró hace dos años, pero todavía nadie había depositado ahí sus cenizas. Y, desde luego, fueron muchos los nombres que se barajaron para ocupar el primer columbario de los cien de los que consta este lugar destacado del camposanto granadino. Entre ellos, el del cantaor Enrique Morente o el del alcalde popular Gabriel Díaz Berbel que gobernó en la ciudad entre 1995- 1999, aunque finalmente la Comisión de Honores y Distinciones del Consistorio granadino se decantó el 14 de febrero por el investigador granadino en un año 2012 que está dedicado a su figura.

El acto, al que asistieron familiares del investigador y autoridades del ámbito político y académico como el alcalde de la ciudad o el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, se tornó muy emotivo cuando sonó la pieza musical del Aria de Johann Sebastian Bach. En palabras de Torres Hurtado, el homenaje fue "solemne y dignifica de manera importante este pabellón porque Doctor Olóriz es, por méritos propios, uno de esos grandes personajes de la vida científica y académica granadina".

Por otra parte, el regidor lanzó un mensaje a todas las familias e instituciones que consideren que dentro de su entorno hay personas que deberían ocupar un lugar en el Panteón de los Ilustres. "Para eso lo hemos hecho y queremos ir llenándolo poco a poco con esos restos de esas personas que tanto prestigio le dieron a nuestra ciudad", matizó.

La bisnieta del investigador, Mari Ángeles González Olóriz, visiblemente emocionada, declaró ante los medios de comunicación que la familia se siente satisfecha de que los restos de su bisabuelo descansen, por fin, en su ciudad natal. Además, añadió que se sienten muy agradecidos de que "se ponga en valor el legado del doctor Olóriz porque la comunidad científica lo conocía, pero muchas veces los ciudadanos de a pie no". Asimismo, agradeció a las instituciones implicadas -Universidad, Ayuntamiento y Diputación de Granada- este "emotivo" gesto que acercará la figura de este "hombre del renacimiento" al conjunto de la ciudadanía.

Ese es uno de los deseos de su bisnieta que espera que los granadinos conozcan más de cerca a su bisabuelo que fue un chico avanzado para su edad que ingresó a los 16 años Facultad de Medicina de Granada. Tras licenciarse, trabajó en el Hospital de San Juan de Dios, donde llegó a director, al tiempo que desarrolló sus investigaciones sobre anatomía, que le llevaron a ocupar la cátedra del área en la Universidad Central de Madrid, un lugar que le puso en contacto con figuras reconocidas como Ramón y Cajal con el que trabó una gran amistad.

La Diputación de Granada nombró Hijo Predilecto de la provincia a Federico Olóriz Aguilera hace unos días y anunció que colocará diversas placas en poblaciones de la Alpujarra en recuerdo de la ruta científica que realizó en 1894 con la finalidad de estudiar las peculiaridades y singularidades de sus habitantes. Además, Lodeiro señaló que al acto de inhumar las cenizas le seguirán una serie de actividades, como exposiciones y seminarios que servirán para recordar la figura de Olóriz.

De esta forma y gracias a la difusión que durante este año se está haciendo de la figura del insigne investigador, muchos de los granadinos que paseen por la calle Doctor Olóriz, sabrán quién fue este hombre y por qué es tan importante para la ciudad. Para su bisnieta, fue "su alta curiosidad lo que le hizo grande y así fue como consiguió tantas cosas".