Sucesos

El dueño de un perro peligroso es condenado por el ataque a una niña en un parque de Granada

Imagen de archivo de un perro de raza potencialmente peligrosa

Imagen de archivo de un perro de raza potencialmente peligrosa / G. H.

Un juzgado de Granada ha condenado a seis meses de prisión y al pago de una indemnización al dueño de un perro de raza peligrosa que, en mayo de 2021 e incumpliendo toda la normativa para este tipo de animales, mordió e hirió de gravedad a una menor de siete años en un parque de Granada.

Los hechos, según recoge la sentencia del Juzgado de lo Penal 1, se produjeron cuando el ahora condenado paseaba con un perro de gran tamaño, incumpliendo toda la normativa específica, ya que no lo tenía inscrito en el censo ni en el registro de perros de razas potencialmente peligrosas.

Además, carecía de la preceptiva licencia para tenerlo, pese a exigirlo sus características, no tenía las vacunas debidas ni seguro de responsabilidad civil obligatorio.

En tales circunstancias, se dispuso a pasear el perro por el parque Cruz de Lagos de Granada, próximo a dos centros escolares, dejándolo suelto en el lugar y sin bozal. Esto provocó que el animal, "despertarse su instinto agresivo", según la sentencia, se aproximara a una persona que se encontraba con sus hijas.

Al ver al animal, dicha persona cogió a la menor en sus brazos, mientras que el perro se abalanzó sobre la de siete años, a la que mordió en la cara y el brazo con varias embestidas, mientras la madre intentaba de forma desesperada que el animal la soltara, algo que no consiguió hasta que llegó el dueño, que logró apartarlo de la menor.

A consecuencia de las mordidas, la niña tuvo lesiones por mordedura de perro en cara y brazo izquierdo, para las que precisó de intervención quirúrgica, además de curación durante 250 días, de los cuales 50 fueron con pérdida de calidad de vida moderada y dos con pérdida de calidad de vida grave.

Como secuela le han quedado asimismo algunas cicatrices, que le provocan un perjuicio estético y trastornos neuróticos derivados del estrés postraumático, recoge la sentencia.

La resolución, que es firme tras una conformidad de las partes, ha condenado por un delito de lesiones por imprudencia al dueño del can, que deberá abonar la indemnización en 48 plazos sucesivos. También concede la suspensión de la pena privativa de libertad por cuatro años, condicionada a que durante ese periodo no cometa nuevo delito por el que ha sido condenado, ni más de dos delitos de cualquier naturaleza y haga efectiva la responsabilidad civil en plazo.

La abogada que ha representado a la familia de la menor atacada, María Santolalla, del despacho Santolalla Abogados, ha destacado la consecución de esta condena, por una causa que fue inicialmente archivada tras la actuación de oficio por parte de la Policía.

Tras conseguir la reapertura de la causa, se ha logrado una sentencia por lesiones por imprudencia, que además es firme después de que se produjera una conformidad de las partes, ha subrayado la letrada, quien se ha referido al hecho de que se haya sido en vía penal para garantizar el cumplimiento del fallo.

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