Económicamente el 2007 no acabó bien. El año se cerró con más de 47.000 desempleados en Granada, que representan un 11 por ciento del cómputo general y que sitúan a la ciudad en el segundo lugar con más parados de Andalucía. El sector de la construcción también se despidió del 2007 temblando, todo esto, sumado a una escalada espectacular de los precios hacen que la pregunta esté en el aire: ¿Qué nos trae el 2008 desde la perspectiva económica?. Esta pregunta encabezó el programa Granada Debate -organizado por Localia TV y Granada Hoy- que comenzó con la intervención del presidente de la Cámara de Comercio, Javier Jiménez. "La inestabilidad económica ha sido palpable en esta última etapa, un hecho que se ha visto acentuado por los buenos momentos que vivimos en los noventa. De todas maneras, creo que hay afrontar el año con esperanza".

Jiménez argumentó esta actitud en el hecho de que, aunque hay sectores que se han visto muy resentidos, hay variables como el incremento del número de autónomos, el auge de la industria turística o las nuevas perspectivas empresariales hacen que el panorama no esté tan negro. La idea de optimismo fue refrendada por el profesor de Economía Internacional de la UGR Miguel González, quien apuntó que Granada se encuentra actualmente en un cruce de caminos que sí la pueden llevar a una crisis o a un menor crecimiento.

La clave para salir de esta encrucijada y no ir abocados a una crisis económica, según el experto, sería mantener el empleo que ya tenemos. Una variable clave que, sin embargo, sí se ha visto mermada en uno de los sectores que más se ha visto afectado por el bajón el económico: la construcción. El presidente del gremio, Manuel Hidalgo, que subrayó el problema de la desaceleración no es nuevo para ellos y les ha causado problemas sangrantes como el tener suelo comprado y no poder continuar proyectos por falta de compradores. Y es que si hay alguien sensible en temas económicos es el ciudadano como apuntó el secretario de UGT, Mariano Campos, que arremetió contra el sector de la construcción por sus elevados precios y la imposibilidad de compra por parte del granadino de a pie.

En la conversación también se recogió la idea de en qué medida son responsables los gobiernos de esta realidad económica. Aunque cada uno ofreció su punto de vista, todos coincidieron en la importancia del impulso institucional no sólo a los proyectos, sino a la ciudad. Así, el presidente de la Cámara hizo hincapié en la necesidad de la mejora de las infraestructuras de la ciudad que posibilitan la ejecución de planes coordinados con otras ciudades o garantizan los atractivos inversores. Independientemente de la necesidad de impulso, los contertulios también coincidieron en la necesidad de potenciar lo que Granada ya tiene, sobre todo, su industria cultural. Un sector que puede ser la lanzadera definitiva para Granada gracias a planes como los del Milenio.

Economía. Perspectivas para el nuevo año