Educación Granada

Los centros educativos de Granada se resignan a aplazar los desdobles por las dudas sobre los profesores de refuerzo

  • Directores y sindicatos destacan que todavía no se sabe “ni el número ni cómo se van a repartir” los 4.600 profesores anunciados, lo que hace inviable plantear la división de los grupos de alumnos

Imagen de archivo de varias alumnas en el IES Cartuja.

Imagen de archivo de varias alumnas en el IES Cartuja. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Directores y sindicatos alertan de las dificultades que va a acarrear el inicio del curso escolar, el 10 de septiembre para Infantil, Primaria y Educación Especial y el 15 para el resto de etapas educativas, a causa de la falta de concreción de cómo se repartirán los refuerzos docentes anunciados desde la Junta de Andalucía. Alegan que, pese a los requerimientos realizados antes del mes de agosto, no se ha comunicado a los centros educativos de Granada ni el número de profesores ‘extra’ con los que se comenzarán las clases ni cómo será el reparto de estos efectivos. Ante las incógnitas, reconocen que no pueden avanzar en el desarrollo de la planificación del curso y que no se posible siquiera plantear horarios ni desdobles, esto es, la partición de una unidad en dos grupos de alumnos, una de las medidas más reclamadas por la comunidad educativa el pasado curso.

“No sabemos ni el número ni cómo se van a repartir”, explica el director del IES Arjé de Chauchina y presidente provincial de la Asociación de Directores de Instituto de Andalucía (Adián), José Madero, que añade que para “organizar el centro, tenemos que conocer el profesorado” con el que se cuenta. Ya están resignados a acometer el notable trabajo que supone organizar los grupos a contrarreloj, ya iniciado septiembre. “Contamos con la plantilla con la que e puede funcionar el centro, pero esos refuerzos extra nos sirven para organizar los grupos más numerosos, donde tenemos más de 30 o de 35 alumnos por aula”.

Madero recuerda que este mismo problema se planteó en el verano de 2020. Se indicó que comenzarían las clases, pero hasta el mismo mes de septiembre no se tuvo perfilado cómo sería ese regreso a las aulas tras la suspensión de la docencia presencial en marzo a consecuencia del primer estado de alarma por el Covid. Fue el 4 de septiembre cuando se abrió la puerta a que los centros pudieran optar por la semipresencialidad a partir de tercero de la ESO, medida que permitió que los institutos –sobre todo los más saturados– pudieran organizar el regreso. Fueron unos 113.000 los alumnos de ESO, Bachillerato, Ciclos Formativos, Formación Profesional Básica, Educación Permanente de Adultos y Artísticas elementales y profesionales que estrenaron la nueva normalidad en las aulas, a los que hay que sumar los de las etapas previas, unos 82.000 escolares.

Este curso se sabe que será presencial al cien por cien para matriculados en colegios e institutos –salvo en las zonas en la que la incidencia de la epidemia se desboque y esto obligue a tomar decisiones restrictivas– y una de las medidas anunciadas para la vuelta a la presencialidad plena fue un acuerdo sindical suscrito entre CSIF, ANPE y UGT por un lado y la Consejería de Educación y deporte por otro para incrementar las plantillas con 4.600 nuevos efectivos. Manuel Pérez, de ANPE, explica que de ese total, unos 2.000 puestos ya se han adjudicado. Un millar para el aumento de las plantillas que se requiere por el mayor número de alumnos en los institutos o por la puesta en marcha de nuevos ciclos formativos, por ejemplo, y unos 800 por la reducción horaria a la que tienen derecho los coordinadores Covid. Éstos ejercen de enlaces entre los centros y salud y, por ello, tienen una reducción de las horas de docencia, que son cubiertas por el resto de la plantilla docente. Los otros 2.700 docentes previstos en el acuerdo serán llamados en septiembre, previsiblemente, sin que por ahora se conozcan ni las especialidades ni los centros a los que irán. Desde la Delegación de Educación en Granada confirmaron que todavía “no tenemos datos provincializados”.

“No son los más de 6.000 del pasado año”, reconoce Pérez, que también subraya que “la realidad también es distinta”. Así, la distancia social será de 1,2 y no de 1,5. Se ha avanzado igualmente en la vacunación de los adolescentes. El 69% de los granadinos entre 12 y 19 años tienen al menos una dosis (unos 55.600 chavales) y el 24,4% (o lo que es lo mismo, unos 19.500 adolescentes) ya tienen la pauta completa, según los datos del Instituto. Es previsible, apunta Madero, que de cara al inicio de las clases en septiembre la tasa de alumnos vacunados llegue al 70% en los institutos, que, según indica el presidente provincial de Adián, se han ofrecido como puntos de vacunación.

Mercedes González, responsable de Enseñanza en CCOO Granada, apunta a que “desde luego que exigimos presencialidad total”, pero critica que esa mayor presencialidad no puede hacerse “con menos refuerzos” que el pasado curso. Según Comisiones, se “ha demostrado que la bajada de la ratio mejora resultados y disminuye los problemas de convivencia” en los centros, por lo que abogan por aumentar las plantillas para reducir el número de matriculados por aula. Estiman que en Andalucía serían necesarios unos 3.000 docentes más, 40.000 en todo el territorio nacional, además de los apoyos Covid que se pusieron sobre la mesa el pasado curso. Según González, lo anunciado el miércoles tras la reunión de los consejeros con la ministra de Educación “lo que hace es abrir la puerta a que haya recortes” con respecto al curso pasado y que no se garanticen las medidas sanitarias, como la distancia social.“El problema va a estar en Secundaria.No se invierte desde 2007”, recuerda González, que también subraya que ahora están en los institutos los niños nacidos al calor del boom inmobiliario, previo a la crisis del ladrillo que ha dejado la natalidad en mínimos históricos en la provincia de Granada. CCOO no firmó el acuerdo que prevé dotar a los centros con 4.600 docentes de refuerzo, acuerdo que González califica de “falacia” ya que la mayoría son puestos estructurales, que no suponen ningún refuerzo. Además, recuerda que hay más de cien vacantes de personal laboral sin cubrir.

Por parte de UGT –que sí firmó el acuerdo con el consejero Imbroda– se indica que “seguimos considerando insuficiente el aumento de plantilla que no garantizará la bajada de ratios ni el distanciamiento social”.

“Otra insuficiencia que existe en los centros educativos andaluces es la existencia de personal sanitario en los mismos, el cual llevamos años reclamando pero entendemos que ahora es mas necesario que nunca”, reivindica el sindicato, que recuerda que “además de las consideraciones sanitarias, se han de tener en cuenta las cuestiones educativas: nuestro alumnado ha pasado dos cursos con grandes dificultades. Bien merece apoyo, acompañamiento para poder recuperar el desfase curricular. Y el profesorado no puede volver en estos momentos, a las peores condiciones de ratios y carga lectiva que han tenido, producto de recortes de los que aún no se ha recuperado nuestro sistema educativo”, señala el comunicado remitido por el sindicato.

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