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Quiénes y cuántos son, cómo se eligen, cuánto cobran...

  • En estos días 218 docentes de la UGR y de instituto apuran el plazo para corregir los 32.000 exámenes de la última Selectividad

  • Las calificaciones se darán a conocer el jueves a las doce de la mañana

Un docente se dirige a los estudiantes antes del comienzo del primer examen de la pasada Selectividad.

Un docente se dirige a los estudiantes antes del comienzo del primer examen de la pasada Selectividad. / álex cámara

La Selectividad de 2018 ya es historia para los más de 5.000 granadinos que la semana pasada afrontaron las pruebas. Ahora el balón lo tienen los correctores, 218 docentes, la mitad hombres, la mitad mujeres, que leen, releen, anotan y puntúan cerca de 32.000 ejercicios de un total de 29 materias, las que componen la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Pevau). La tarea, descomunal, tiene unos plazos muy concretos. La corrección comenzó el pasado viernes y mañana 20 de junio por la mañana todo tiene que estar evaluado. Las notas se pasarán al sistema informático. Se entregarán las actillas a la comisión y el jueves 21, a las doce de la mañana, está previsto que todas las universidades públicas andaluzas permitan la consulta de las calificaciones, un momento que ya esperan los miles de estudiantes que se examinaron.

¿Quiénes son los correctores? ¿Cómo se les elige? Desde la Unidad de Orientación Académica y Acceso a la Universidad, su director, Juan Luis Benítez, explica que se trata de voluntarios, docentes que llegan en la misma proporción de la Universidad de Granada y de Enseñanza Secundaria. Todos especialistas en las materias que se les asigna. Tras las pruebas, se reunieron el pasado viernes para la puesta en común de los criterios de evaluación. Los 50 primeros exámenes de cada materia se corrigieron en grupo, para "evitar que existan disparidades en la valoración de los ejercicios", tal y como se especifica en el documento Normativa y Organización de la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad y Pruebas de Admisión.

"Como norma general, no corregirá más de 200 ejercicios, todos ellos de su especialidad", se indica en la normativa. Benítez especifica que se procura que cada corrector no supere los 170 exámenes para corregir, una tarea para la que cada docente tiene cuatro días. Las respuestas se conservan en todo momento en las sedes de la Universidad de Granada.

Los docentes que participan en el proceso de la Selectividad cuentan con gratificaciones por servicios especiales. Este año se mantienen las retribuciones del pasado curso. En el documento elaborado por la Comisión Coordinadora Interuniversitaria de Andalucía aparecen esos emolumentos. Por ser presidente o responsable de sede se les remunera con una retribución fija 416,77 euros. Los secretarios, 375,10 euros, mientras que los vocales correctores perciben 333,42 euros. Para los vocales de centro se prevé una remuneración de 31,49 euros. Esto se complementa con retribución variable, que va en función del número de alumnos: hasta 300 estudiantes, 2,09 euros para los presidentes y responsables de sedes; los secretarios, 1,88; los vocales, 1,68; y los vocales de centro, 83 céntimos.

La normativa también prevé el pago de una gratificación a quienes se incorporen para atender las dobles y terceras correcciones. Éstos docentes no tienen una retribución fija, pero "se les garantizará una retribución variable mínima equivalente a la de 50 ejercicios", especifica el documento elaborado por la Interuniversitaria.

Ayer, en las diferentes sedes de corrección, el trabajo continuaba sin pausa para continuar con un proceso que, según indica Benítez, "no ha tenido ninguna incidencia". Ningún alumno fue expulsado por copiar, ni se detectó el uso de mecanismos prohibidos para recibir información del exterior. El único 'bache' por el que pasó el proceso fue la errata en el examen de Matemáticas II. En estos días se resuelven las reclamaciones que la Universidad de Granada ha recibido por este motivo.

Al mismo tiempo que se corrigen exámenes, desde la Unidad de Orientación Académica se da respuesta a casos de estudiantes que no pudieron realizar la Selectividad la pasada semana y que tienen derecho a un examen por incidencias. En la UGR han llegado ocho casos, algunos por problemas físicos -una de las personas que debía examinarse tuvo un accidente y se rompió una pierna- como ataques de ansiedad e incluso un desvanecimiento. "No pasa nada, se les busca una solución sobre la marcha", indica Benítez. Los alumnos sí deben aportar la documentación médica que avale lo extraordinario de la situación. Con esa justificación, los estudiantes cuentan con la posibilidad de examinarse -con las mismas garantías- unos días después de la convocatoria de junio o incluso en septiembre y mantener las mismas opciones de entrar en el grado elegido que el resto de estudiantes que sí pudieron examinarse en junio. Se les guarda la nota. La UGR reserva un número de plazas -concretamente el 5% - para dar respuesta a estos casos.

Una vez que se conocen las incidencias, las universidades andaluzas plantean un nuevo calendario, desde mañana miércoles, para la realización de nuevo de las pruebas. Esos exámenes -que están de reserva- se custodian con el mismo celo que los que se presentaron a los alumnos durante la semana pasada.

De forma paralela a las incidencias, la UGR abre otro proceso, el de las reclamaciones. Este año se mantiene un único procedimiento para quienes no estén de acuerdo con su calificación. Éste puede significar que el alumno se encuentre con menos nota tras la segunda corrección. Aquellos que soliciten la revisión puede pedir después de que se den a conocer las notas modificadas la vista del examen.

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