De ser un derecho básico a convertirse en un privilegio que disfrutan unos pocos. Ese es el viaje que ha recorrido el empleo digno, bien pagado y productivo, en estos siete años de crisis. Ayer los sindicatos CCOO y UGT salieron a la calle para reclamar que Granada, Andalucía y España empiecen a recorrer el camino de vuelta, ese que haga del empleo, de nuevo, un derecho para todos los ciudadanos.

El Día Mundial del Trabajo Decente fue la mejor excusa para que los delegados sindicales de las dos formaciones salieran ayer a la calle a reclamar precisamente eso, un empleo digno que lleve aparejada protección social y derechos para los que lo disfrutan. La manifestación de los sindicatos, capitaneada por los secretarios generales de CCOO y UGT, Ricardo Flores y Manuela Martínez, reclamó ante la Subdelegación del Gobierno y la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía una salida de la crisis que no se deje por el camino lo más importante: los trabajadores.

"Tener un trabajo no es un privilegio, es un derecho que significa contar con oportunidades de un trabajo que sea productivo, con un trabajo digno, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias". Si estos son los requisitos, aseguró ayer la secretaria general de UGT, está claro que España "suspende". Y seguirá haciéndolo, inevitablemente, "si no cambia la política económica y social del Gobierno". Ahora, que después de siete años de crisis, de siete jornadas mundiales del trabajo decente reclamando sin éxito las mismas cosas, los sindicatos no tienen claro que el Gobierno se deje convencer. De hecho, no esperan que ocurra a la luz de lo que se desprende "del proyecto de Presupuestos Generales presentado para 2015", ni del empecinamiento del Ministerio de Trabajo de mantener una reforma laboral "que destruye empleo con derechos y con salario digno", y que el único empleo que crea "es temporal, precario y a tiempo parcial, mayoritariamente involuntario, con salarios que no permiten mantener una vida digna".

El secretario general de CCOO de Granada, Ricardo Flores, recordó a los ciudadanos que lo que se está quebrantando con esta política económica "son derechos constitucionales" como el derecho al trabajo de los ciudadanos, a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, así como el derecho a la protección social, económica y jurídica a las familias.

Flores aseguró ayer que la lucha del sindicato no se limitará sólo al Día del Trabajo Decente. "Empleo, protección social y derechos laborales son y serán las prioridades de lucha dentro de CCOO de Granada, y más en un escenario nada halagüeño", indicó Ricardo Flores, que además abogó por mantener los convenios de negociación colectiva existentes y exigir la generación de empleo recurriendo a nuevos yacimientos relacionados con la Universidad o el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud.