Pese al fin de las mascarillas y las restricciones, el efecto del coronavirus aún se sigue palpando en el ambiente, aunque su efecto se ha trasladado a otros ámbitos más allá del sanitario. El último Informe GEM sobre el emprendimiento en Granada, presentado esta mañana, muestra cómo la irrupción del Covid-19 supuso una losa para las granadinas que aún sigue pesando casi cuatro años después del inicio del estado de alarma. 

El informe, precisamente el primero después del parón obligado por la pandemia y que recoge datos de 2022, muestra cómo esta situación difiere de lo que se ha producido en Andalucía y España. De esta forma, el pasado año el 62% de los emprendedores de Granada son hombres, frente al 38% de mujeres, una situación que supone un cambio drástico respecto a lo que reflejaba en 2019, cuando eran 48 y 52% respectivamente.

Esta situación es muy diferente a lo que se da en el resto de España, donde si bien es cierto que con la crisis del Covid bajó el número de mujeres emprendedoras, con el paso de los años ambos géneros han vuelto a igualarse. Así, la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA), calculada como el porcentaje de personas de entre 18 y 64 años que participan en un negocio (que ha generado ingresos y/o ha pagado salarios) cuya vida no supera los tres años y medio, fue prácticamente igual en 2022 en España (5,9% en mujeres y 6% en hombres), mientras que en la provincia prácticamente se duplica (3,9 y 6,3% respectivamente).

Estos datos, se puede leer en el informe, sugieren, por un lado, que "la pandemia afectó de manera significativa a los sectores de actividad donde las mujeres tienen un mayor peso como emprendedoras"; y por otro, que "las circunstancias personales asociadas a las mayores responsabilidades en el cuidado de hijos y mayores durante la crisis, pudieron lastrar el desarrollo de su actividad empresarial.

Al mismo tiempo, los responsables del estudio apuntan a la necesidad de "impulsar más políticas en el contexto granadino que favorezcan la participación de las mujeres en el mercado laboral y en la puesta en marcha de nuevos negocios". 

Más allá de esta brecha de género, el informe GEM también muestra las características sociodemográficas del emprendedor granadino, algo que ayuda a dibujar una especie de perfil de esta empresario en la provincia. Así, el principal grupo etario de la provincia es de los 35-44 años, que supone el 32%, seguidos de los de 25-34 años, que suponen el 27%, un porcentaje que ha ido creciendo en los últimos años, pues antes del coronavirus era del 23%, uno de los más bajos. 

También ha subido, aunque en menor medida, el nivel de estudios del emprendedor, siendo el mayoritario aquel que tiene estudios universitarios (52% frente al 50%) y, especialmente, el nivel de renta de aquellos que empiezan su propia empresa, pues son mayoría, concretamente el 50%, los que se encuentra dentro del tercio inferior. 

Este último dato concuerda con la principal motivación de los granadinos para emprender, ganarse la vida ante la escasez de trabajo, que supone el 76%, una causa que se ha mantenido a la cabeza desde 2018, distanciándose de otras como el deseo de generar riqueza (35%) o marcar un cambio en el mundo (34%).

Por su parte, el informe GEM de Granada, muestra cómo las panorámicas generales de la actividad emprendedora TEA (de hasta tres años y medio de vida) en la provincia de Granada y el conjunto nacional presentan patrones similares en lo que concierne la distribución por sectores de actividad, tamaño empresarial o carácter familiar.

Al igual que en el conjunto de actividad emprendedora TEA en España, las iniciativas granadinas se concentran mayoritariamente en los sectores servicios a empresas y orientado al consumo, tienen  cinco o menos empleados y están mayoritariamente administradas y en propiedad de familias.

Por último, el estudio también revela que la mayoría de estas empresas no están orientadas hacia la digitalización: solo 1 de cada 5 indica haber revisado sus planes para incorporar tecnologías digitales nuevas o mejoradas. Sin embargo, una proporción muy significativa muestra interés por la sostenibilidad, considerando tanto criterios sociales como ambientales en su toma de decisiones estratégicas (72%).

Menos emprendedores pero con proyectos más duraderos

El informe deja también una conclusión muy clara: Granada cuenta con menos empresarios potenciales, es decir, son menos aquellos que se atreven a dar el paso, pero la tasa de duración de las empresas se encuentra por encima de la media andaluza y española. 

De esta forma, la tasa de emprendimiento potencial (el porcentaje de población entre 18 y 64 años que afirma tener intención de crear una empresa en los próximos tres años) es del 8,2%, muy por debajo de las cifras de la comunidad autónoma (10,4%) y nacional (9,4%), lo que, según se lee en el estudio, "puede denotar un contexto menos favorable para emprender ya sea por factores asociados al ecosistema, a aspectos institucionales o por decisiones de la propia persona".

Por contra, una vez que el empresario granadino se atreve a dar el paso no le va mal. El mismo informe muestra cómo la tasa de empresas consolidadas (aquellas que pasan los tres años y medio de vida) es del 8,7% en la provincia, situándose esta vez por delante de Andalucía (6,7%) y España (7%).

Eso sí, no es oro todo lo que reluce y son muchas las emprendedores que finalmente abandonan su proyecto, un indicador que, en Granada, se encuentra en el 2,4%, prácticamente la misma que se da en toda Andalucía (2,9%). Donde sí se nota más la diferencia es en el cierre definitivo del negocio, que en la provincia es del 1,8% frente al 2,5% del resto de la comunidad autónoma. 

Con respecto a las causas de cierre, los datos, año tras año, muestran que la principal causa de abandono en Granada es la falta de rentabilidad empresarial, pues más de un tercio de los abandonos se produce por este motivo. Un dato positivo es que ni la falta de acceso a la financiación, ni las trabas burocráticas son un motivo importante de abandono, representando cada uno de estos motivos apenas el 3,2% de los casos.