"A algunos de los profesores los he tenido de estudiantes": Enrique Puente se jubila después de 36 años en la cafetería de la Facultad de Farmacia de Granada

La Facultad reconoce el buen hacer de este trabajador, con cinco décadas vinculado al mundo de la hostelería

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Enrique Puente, con la beca, posa con miembros de la Facultad de Farmacia.
Enrique Puente, con la beca, posa con miembros de la Facultad de Farmacia. / R. G.
A. A.

05 de diciembre 2024 - 12:08

El pasado martes, 3 de diciembre, la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada acogió un emotivo acto. Enrique Puente, trabajador de la cafetería del centro desde el año 1988, se despedía. "Servicio impecable y amable. El personal del Centro ha querido reunirse hoy con él para agradecerle todo su trabajo y servicios prestados durante 36 años", destacaba el mensaje de la Facultad, acompañado por una foto en el que el homenajeado lucía una beca con dos fechas: 1988 y 2024. Fue un día emocionante, reconoce el propio homenajeado, que agradece el detalle del centro de Cartuja al que ha estado vinculado tantos años.

En estos más de siete lustros Enrique ha atendido a miles de estudiantes, profesores y personal técnico y de administración y servicios de la Universidad de Granada en desayunos y almuerzos. En conversación telefónica este veterano del mundo de la hostelería destaca que siempre ha ido a trabajar con buena predisposición. "Siempre hay que ir con buena cara", asegura, para destacar a renglón seguido que le ha encantado trabajar con la juventud y con "gente educada".

Las facultades universitarias son engranajes sensibles, organismo complejos en los que las cafeterías son a veces tan necesarias como las aulas o los laboratorios. Si fueran el corazón de la Facultad, camareros como Enrique serían las señales eléctricas que hacen que estos órganos no se paren.

Enrique cierra ahora su vida laboral, y lo hace con el agradecimiento sentido de quienes han sido sus clientes y también compañeros. "A algunos profesores los he tenido de estudiantes", recuerda. Algunos le han contado sus problemas, otros han hecho partícipe a Enrique de sus progresos y muchos más le agradecen su buen hacer en la cafetería, a la que llegó cuando apenas tenía 29 años.

"Empecé en un chiringuito. Después estuve dos o tres años en el Meliá Sierra Nevad. Andrés y Luis, que eran los que llevaban la cafetería de Farmacia, eran amigos míos desde pequeños". Estos dos amigos de la infancia propiciaron que Enrique aterrizara en el centro de Cartuja. "A mí, gracias a Dios, me ha gustado la vida en la hostelería", recalca para destacar que en Catering Velázquez ha estado "casi más años que en Farmacia".

El próximo miércoles, 4 de diciembre, Enrique estará, pero como invitado, en los actos de la patrona de la Facultad, la Inmaculada Concepción, una jornada que no se piensa perder. "Los niños quieren que suba".

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