La época dorada: De David Niven a Mastroiani

La Costa Tropical ha sido escenario de historias de amor, de humor, de cine, de famosos y artistas internacionales, pero pocos lo saben, y menos los más jóvenes.

En el Hotel Costa Nevada de Motril se alojaron celebridades como Marcelo Mastroiani, Geraldine Chaplin o Rex Harrison. De la realeza pasaron el príncipe Otto de Habsburgo, la reina Geraldine de Albania o la princesa María Teresa de Borbón Palma.

Pero si hubo unos personajes famosos, y que tiraron especialmente del turismo internacional, fueron los reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola. "Eran de una calidad humana extraordinaria", recuerda su antiguo director, Francisco Lorenzo. El director cuenta el hecho anecdótico de cuando la reina, un día que su esposo había arrancado el coche, bajó para despedirse del jardinero del hotel.

Por Motril también se paseó Anthony Queen, concretamente por la Casita de Papel, restaurante que abrió sus puertas en 1954, gracias al matrimonio formado por Ángel Martínez de la Cámara y Concha Salmerón, y que supuso uno de los primeros locales de nivel de la ciudad.

En Almuñécar los más antiguos recuerdan los arrumacos entre David Niven y su esposa en el prestigioso Hotel Sexi. Corrían los años 60 cuando Samuel Bronston contrató al gentleman británico para rodar 55 días en Pekín, junto a Charlston Heston y Ava Gardner, y el actor decidió pasar unos días de descanso en la ciudad sexitana.

Por el legendario hotel también pasaron la reina madre de Tailandia, Van Johnson y Martin Carol, quien se bañaba desnuda en los Berengueles, para sorpresa de los habitantes del tranquilo pueblo.

Algo posterior, aunque no con menos charme, fue la clientela de Jacques Van Horen, más conocido como Jacquy Cotobro, que regenta ahora un restaurante en Nerja. Van Horen tuvo el gusto de deleitar los paladares del premio nobel Stephen Hawkins, de los propietarios de Inditex e Ikea, de Arzak, de Manuel Chaves, de Di Stefano y de una larga lista de firmas, que conserva en su libro de visitas. Una de las anécdotas que cuenta fue cuando un jeque árabe soltó el ancla cerca de su local y trasladó a su séquito en lancha. "Aquella noche se dejaron casi un millón de pesetas en langostas, foie y vino", comenta.

Estos personajes que, salvando las distancias temporales, bien podrían haber estado luciéndose por Puerto Banús, visitaban la Costa Tropical en la misma época en la que en Torremolinos nacía el embrión del gigante que es ahora la Costa del Sol. Por aquel entonces la Costa malagueña tan sólo contaba con el Hotel Pez Espada, donde empezó su propia historia, que ha seguido derroteros muy distintos.