La mujer de Antonio Herrera, conocido como el "jamonero de Trevélez" y en prisión por haber presuntamente estafado más de 25 millones de euros a vecinos de la Alpujarra granadina, se declaró ayer inocente ante el juzgado de Instrucción número 1 de Órgiva, donde declaró en calidad de imputada.

La mujer, que compareció ante el juez durante dos horas, se consideró una estafada más, según su abogado.

El letrado manifestó que la mujer, C.G., confiaba "ciegamente" en su marido y hacía lo que le decía, de ahí que su nombre figurara en alguna documentación relacionada con la estafa.

"Ella sabía que es un asunto de gran envergadura en el que hay muchas personas perjudicadas que, al igual que ella, no tienen culpa", indicó el abogado de la mujer, que sabía que cabía la posibilidad de que la imputaran en cualquier momento al figurar su firma en alguna documentación.

El "jamonero de Trevélez" ingresó en prisión a mediados del pasado mes de diciembre por decisión del Juzgado de Instrucción 1 de Órgiva, que dictó contra él un auto de prisión comunicada y sin fianza por estafa continuada, apropiación indebida, contra la Hacienda Pública, alzamiento de bienes y otro de tipo societario.

Herrera, que fue arrestado por la Interpol en la República Dominicana, permanecía en paradero desconocido desde principios del otoño de 2004.

Según la investigación de la Guardia Civil, consiguió hacerse con más de 25 millones de euros después de convencer a más de trescientas personas para que invirtieran sus ahorros en la empresa de jamones a la que se dedicó tras dejar su trabajo como director de una sucursal bancaria en Trevélez.

Prometió a los inversores un beneficio del 16 por ciento anual y se comprometió a pagarles en especie -es decir, con jamones- si la empresa no funcionaba, y las cantidades prestadas no eran declaradas a la Hacienda Pública. Durante su declaración ante el juez, Herrera se inculpó y pidió ingresar en prisión para evitar posibles represalias.