Los estancos pierden un 20% por el tabaco 'chino'

Los estanqueros achacan a los comercios asiáticos la caída de las ventas · Las incautaciones de cajetillas de contrabando son residuales en la provincia

Un agente inspecciona un vehículo con tabaco de contrabando.
Un agente inspecciona un vehículo con tabaco de contrabando.
Arantxa Asensio / Granada

03 de abril 2012 - 01:00

Le traicionaron los nervios. Un control de velocidad de la Guardia Civil de Tráfico a primeros de febrero a la altura de Freila finalizó con la incautación de 1.020 unidades de picadura de tabaco presumiblemente de procedencia gibraltareña. Este millar de paquetes -con un peso de 51 kilos- tenía un valor de unos seis mil euros. El conductor era un ciudadano británico que cometió el error de circular a unos 150 kilómetros por hora. Este exceso provocó que le dieran el alto. Mientras los agentes cumplimentaban la denuncia, el británico comenzó a mostrar señales de nerviosismo, lo que levantó las sospechas de los guardias civiles. Al abrir el maletero encontraron en bolsas de basura los paquetes de picadura. En el interior del coche había más.

Se trata de la última operación de este tipo que ha trascendido en la provincia de Granada. A lo largo del pasado año la Guardia Civil intervino en tres casos similares: uno en el aeropuerto, donde se hallaron en el interior de una maleta 1.500 cajetillas procedentes de Fuerteventura, otro en un comercio de Torrenueva y el tercero en el registro del vehículo de un ciudadano lituano que escondía en un doble fondo el tabaco de contrabando.

Más reseñable fue la intervención de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia Aduanera de Granada, que se incautaron el pasado mes de octubre de 18.710 cajetillas de contrabando. Por su parte, la Policía Local de Granada reconoce que las intervenciones realizadas para retirar tabaco de procedencia ilícita se limita a la festividad del Corpus.

Pese a la escasa incidencia que este tipo de casos tiene para los cuerpos y fuerzas de seguridad, los estanqueros aseguran que la venta de tabaco ilegal supone unas pérdidas que ascienden a un 20%. Es más, para el presidente provincial de la Asociación de Estanqueros, Manuel Ruiz, estas pérdidas tienen un claro culpable, los comercios regentados por asiáticos, que "desde hace tres años" están provocando las protestas del sector. "Antes estaba más controlado", reconoce Ruiz, que alega que la comercialización de cajetillas en las tiendas chinas "es ilegal". Es más, el representante de los estanqueros de la provincia asegura que ha hecho llegar esta queja a diferentes organismos, pero que hasta ahora los controles puestos en marcha se han mostrado "insuficientes".

Desde Altadis se destaca que el tabaco ilegal -ya sea de contrabando que no haya pagado los correspondientes impuestos o directamente falsificado- "se elabora con sustancias desconocidas y no tienen ningún tipo de control ni supervisión", además de indicar que su compra "supone colaborar con una actividad fraudulenta" y que su reducido precio hace que el acceso al tabaco sea "muy sencillo para los menores".

Estos motivos han llevado a Altadis a poner en marcha una campaña centrada precisamente en Andalucía, por "ser la región donde la venta de tabaco ilegal se está extendiendo de forma especialmente preocupante", explican fuentes de la compañía, que reiteran que los únicos "canales legales" para comprar cigarrillos son los estancos y las máquinas expendedoras.

Pero dentro de Andalucía destacan las provincias de Cádiz y Sevilla, en las que este tráfico tiene una dimensión mucho más preocupante que en Granada. Para hacerse una idea de la dimensión de este tráfico puede servir como muestra la operación Raya, desarrollada recientemente por la Agencia Tributaria contra el contrabando de tabaco en Andalucía y que culminó con catorce detenidos y 72.000 cajetillas de tabaco.

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