Cómo estimular el aprendizaje de los niños en casa

contenido patrocinado

Cómo estimular el aprendizaje de los niños en casa
Cómo estimular el aprendizaje de los niños en casa

18 de diciembre 2022 - 02:00

Si bien las instituciones educativas se encargan de impartir la enseñanza formal, el aprendizaje tiene lugar dentro y fuera del aula. Los padres son responsables de la socialización primaria de los niños y deben generar condiciones adecuadas para que desarrollen sus habilidades.

Crea un espacio destinado al aprendizaje

Selecciona aquel punto de la casa que va a operar como una extensión de la escuela. No es necesario que sea un ambiente independiente o un espacio muy grande. Puede ser una esquina de la sala o parte de la habitación de los menores.

Lo importante es que ese espacio esté delimitado físicamente de alguna forma, se utilice exclusivamente para estudiar y se encuentre bien equipado. Debe contar con una pequeña biblioteca con textos adecuados a la edad de los niños, mesas y sillas a medida para que estén cómodos, una pizarra y un cesto con artículos de librería.

Las pizarras magnéticas blancas son una de las mejores opciones para los más pequeños porque sirven tanto para escribir con rotuladores borrables como para trabajar con elementos imantados. Si no quieres que la pizarra esté siempre visible en ese espacio de la casa, puedes elegir algún modelo con rueditas que se transporte fácilmente de un lado a otro.

Establece horarios de estudio

Decide en qué momento del día se llevarán a cabo las sesiones de aprendizaje y cuántos minutos durarán. No te olvides de incluir breves momentos de descanso. Incorpora ese bloque de tiempo dentro de la rutina diaria y asegúrate de que todos los miembros de la familia respeten ese momento.

Crea reglas claras para eliminar todo tipo de distracciones. Por ejemplo, si el horario de estudio se extiende entre las 15 y las 16 horas los días hábiles en la sala, la TV permanecerá apagada durante esa hora de lunes a viernes.

La determinación de un horario específico es fundamental para evitar la procrastinación y desarrollar un buen hábito de estudio. Las rutinas aportan estructura a los días, generan secuencias identificables y permiten que los niños desarrollen autonomía.

Recurre al juego

Aroa Caminero, neuropsicóloga, entiende que el juego es imprescindible para el desarrollo de los niños. La diversión característica de las actividades lúdicas les permite aprender espontáneamente, sin necesidad de esforzarse demasiado. De hecho, esta profesional sugiere que los pequeños destinen la mayor parte de su día a actividades de este tipo hasta los 6 años de edad.

Por su parte, la psicóloga infantil Silvia Álava sostiene que a través del juego se trabajan procesos cognitivos fundamentales para la vida adulta. Entre los más importantes se encuentran la atención, la memoria y la planificación.

Deja que los pequeños jueguen libremente. Según el Child Mind Institute, los juegos no estructurados estimulan la creatividad. Pueden realizar actividades sensoriales, musicales, físicos, de construcción o de simulación. Adquiere material educación infantil para que los niños aprendan con juegos didácticos, rompecabezas, juegos de mesa, y elementos que mejoren su motricidad.

Planifica actividades creativas

Las actividades artísticas estimulan ambos hemisferios cerebrales, fomentan la imaginación y promueven la autoestima. Anima a tus hijos a cantar, bailar, dibujar, pintar y escribir. Diseña proyectos artísticos que les permitan expresar con libertad lo que sienten y piensan.

Sé un ejemplo

Actúa de la forma en que pretendes que tus hijos lo hagan. Puede ser que no escuchen tus palabras, pero de seguro imitarán tus acciones. Un buen ejemplo vale más que un elaborado discurso.

Si quieres que tu hijo sea un ávido lector, lee frente a él. Si deseas que tu hija sea una buena deportista, entrena a su lado. Si pretendes que ambos estudien mucho y se saquen buenas notas, demuéstrales que tú también te estás capacitando porque valoras el conocimiento y quieres saber más.

Evita las reacciones negativas cuando cometes un error o algo te sale mal. Busca una solución para resolver el problema y sé paciente. De esta forma, los pequeños aprenderán a gestionar mejor sus emociones y no se frustrarán cada vez que cometan una equivocación.

Habla con los docentes

Los docentes tienen conocimientos sobre educación, pedagogía, didáctica, desarrollo y psicología del niño, que les permiten planificar clases adecuadas a las capacidades de los menores y acompañarlos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La mayoría de los padres no cuentan con esas herramientas.

Por lo tanto, es recomendable reunirse con los maestros para recibir asesoramiento sobre el material con el que se debería trabajar, la forma correcta de abordar ciertos temas y las actividades sugeridas para la edad y las particularidades del niño en cuestión. Coordina una cita con los docentes para hablar sobre el aprendizaje fuera del ámbito escolar.

Reduce el uso de la tecnología al mínimo posible

Según la Organización Mundial de la Salud y la Academia Estadounidense de Pediatría, los niños de 2 a 5 años no deben estar expuestos a las pantallas más de una hora por día. No permitas que tus hijos pasen mucho tiempo frente a una pantalla. Invítalos a investigar de forma analógica, visitando bibliotecas y explorando la naturaleza de forma directa.

stats