Hay que ponérselo fácil a los viajeros. Pongamos por ejemplo que un turista japonés decide pasar sus vacaciones en Andalucía y hacerlo por su cuenta y riesgo. El viajero reservará su vuelo -con toda probabilidad a Málaga- y desde ahí hará su propia ruta, que dadas las distancias incluirá buena parte de la comunidad. El problema es que en el diseño de su itinerario puede perderse, por ejemplo, la Mezquita de Córdoba, o irse sin ver el Museo Picasso de Málaga, el Albaicín granadino o el barrio sevillano de Triana. Así que hay que ponérselo fácil y ofrecerle la oportunidad de visitar de forma conjunta las cuatro joyas de la corona andaluzas: Granada, Sevilla, Málaga y Córdoba.

El gran eje andaluz que tantos titulares ha acaparado desde que los alcaldes de Sevilla y Málaga comenzaran a constituirlo, ha cristalizado en su vertiente más turística. No es de extrañar teniendo en cuenta la importancia que esta industria juega en la economía de las cuatro ciudades, y las avanzadas conversaciones entre los ayuntamientos para formar un producto turístico único capaz de atraer al mercado de media y larga distancia. De la unión turística de estas cuatro ciudades ya se había hablado largo y tendido antes de que se pusiera sobre la mesa el Eje, pero ha sido este renovado espíritu de colaboración el que ha permitido que se convierta en un proyecto real.

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; y la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio; madrugaron ayer para mantener un breve encuentro en Fitur antes de presentar el que aseguraron que era "el producto estrella" de Andalucía para la Feria Internacional de Turismo de Madrid. Los cuatro alcaldes se han puesto un plazo de algo menos de nueve meses para pensar todos los detalles de este producto conjunto, diseñar la imagen promocional que permitirá a cualquiera reconocer la singularidad del circuito y producir los elementos promocionales necesarios para asegurarse una buena campaña de comunicación. Porque la idea es que el gran eje turístico andaluz se estrene en septiembre en un mercado tan codiciado como el japonés.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, explicó ayer en la presentación común del proyecto que la nueva marca de turismo de las cuatro ciudades estará presente en la Jata Tourism Expo, la feria turística más importante de Japón. El primer destino del Eje turístico no es casualidad: el turismo japonés tiene un alto interés en Andalucía, en elevando poder adquisitivo y una media de estancias muy, muy atractiva.

Claro que la 'diana' del circuito conjunto que proponen Granada, Sevilla, Málaga y Córdoba no se ciñe al mercado asiático. También es prioritario el turismo de Estados Unidos, de Canadá, de los países del Golfo Pérsico, de Rusia o de la India. Al fin y al cabo, de todos aquellos mercados que se encuentren a más de seis horas de vuelo; que por volumen poblacional, niveles de renta o coyuntura económica puedan tener un interés estratégico para las cuatro ciudades; y que identifiquen la marca España con los valores, tradiciones y destinos de Andalucía.

"Con este proyecto demostramos la bondad de la idea de que juntos somos más fuertes y llegamos más lejos", apuntó De la Torre. Porque, por muy potentes que sean los cuatro destinos por separado, llegar a mercados tan lejanos por su cuenta y riesgo no es nada sencillo para un ayuntamiento aislado, y menos todavía hacer fuerza ante touroperadores y agencias de viajes, cómplices necesarios para las cuatro ciudades andaluzas en su nueva aventura turística. De hecho, la idea es que una vez que se defina la marca, los representantes de las cuatro ciudades la presenten a los profesionales del sector para que comiencen las labores de comercialización. "Lo importante es que cuando se piense en Europa, se piense en nuestras cuatro ciudades".

La oferta, o al menos así la consideran sus promotores, es irresistible. El circuito conjunto por las cuatro capitales andaluzas no sólo pondrá a disposición de los viajeros turismo cultural y monumental, sino que también dará la posibilidad de disfrutar del segmento de sol y playa, de la gastronomía, del turismo de nieve o de la naturaleza. "Somos complementarios". Aunque a priori podría no parecerlo, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, aseguró ayer que las cuatro ciudades ofrecen alternativas turísticas muy diferentes, experiencias lo suficientemente distintas como para no hablar de competencia, sino de complementariedad. "La nuestra es una oferta muy poco corriente en el mundo, y ofrecemos una diversidad que se complementa. No queremos ponernos ninguno por delante de nadie, sino ser complemento todos de todos".

El alcalde de Granada destacó que se trata de una oferta "original, nueva y muy buena", que servirá para "entretener" más a los viajeros y hacerles que permanezcan más tiempo en cada destino. Aunque todavía están por definir las particularidades del proyecto, la idea es que el circuito incluya un mínimo de dos noches de hotel en cada una de las ciudades, aunque no hay por qué "encasillarse". El objetivo, según Torres Hurtado, es "repartir las pernoctaciones e intentar que sean más largas las estancias".

La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, no escondió ayer su pasión por un proyecto que es "el mejor ejemplo de que cuando se suman valores complementarios el producto es más atractivo", y que tiene que ver "con los sentidos, con la forma de ver y sentir" Andalucía. Ambrosio aseguró que el siglo XVI es el "siglo de las ciudades y de los pueblos", y que estos tienen que erigirse en protagonistas.

En la misma línea, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, apuntó que "el futuro pasa por que las ciudades definan su papel y sean protagonistas de su economía" y que la alianza turística que las cuatro ciudades sellaron ayer en Fitur es la mejor muestra de ello. Espadas destacó el papel esencial que jugará el AVE en la configuración de esta iniciativa turística, ya que cuando se ponga en marcha la promoción, la Alta Velocidad ya debería haber entrado en Granada.

El alcalde de Granada explicó ayer a este periódico que aunque la primera iniciativa sea turística, las alianzas no se acabarán aquí. "No se trata únicamente de turismo, sino también de compartir determinadas reivindicaciones a las administraciones para que nos hagan infraestructuras comunes".