La anterior abogada de Juana Rivas, María Castillo, se ha acogido a su secreto profesional para no declarar ante el juzgado que dirige la causa por posible intrusismo profesional contra la asesora jurídica del Centro de la Mujer de Maracena, Francisca Granados. El Juzgado de Instrucción 3 acordó la semana pasada citar a Castillo en calidad de testigo después de decidir que no correspondía "por ahora" archivar la investigación por supuesto intrusismo profesional de Francisca Granados.

La que fue abogada de Juana Rivas se acogió ayer a su secreto profesional como abogada y se negó a contestar a preguntas de las partes, aunque sí apuntó que se "sintió presionada", motivo que expuso para argumentar por qué abandonó el caso, según explicaron fuentes del caso. La exletrada de Juana Rivas no detalló sin embargo en qué consistió esa presión o quienes la realizaban.

El abogado de Francisca Granados, Carlos Aránguez, explicó que a la vista de esta declaración, ha vuelto a solicitar el sobreseimiento de la causa para la asesora jurídica del Centro de la Mujer de Maracena. Granados ya negó el pasado 7 de marzo ante una jueza haber cometido intrusismo profesional al actuar como asesora jurídica de Rivas, y apuntó que la querella presentada contra ella por el Colegio de Abogados de Granada era "ideológica" y que se habría "instrumentalizado" contra la lucha por la igualdad.