Explosión de creatividad y talento en la XI Pasarela Fortuny: moda joven que rompe moldes

La Pasarela Fortuny de Jóvenes Diseñadores volvió a brillar este año como el escaparate perfecto para las promesas de la moda de la Escuela de Arte y Superior de Diseño José Val del Omar. Por segundo año consecutivo, el Parque de las Ciencias de Granada se convirtió en el escenario ideal para este desfile, que en su undécima edición reafirma su lugar como una de las citas más destacadas para los jóvenes diseñadores andaluces.

Con una asistencia multitudinaria, el evento congregó a estudiantes, académicos y apasionados de la moda, quienes disfrutaron de ocho impresionantes colecciones creadas por más de 60 alumnos de esta destacada institución granadina. Inspirada este año en el cine y los Premios Goya, la pasarela rindió un homenaje especial a José Val del Omar, el célebre cineasta cuyo nombre honra a esta escuela.

La jornada destacó por su diversidad temática, sus arriesgadas propuestas creativas y un jurado de excepción integrado por Lola Quero Terrón, directora de Granada Hoy; José Luis de la Torre, del Instituto Andaluz de la Juventud, Pepita Carmona, representante de Cruz Roja Granada, Roberto Caro Maldonado, ex alumno de la escuela y Marina Pastor, ganadora de la edición 2023.

Además, la presencia de autoridades como Luis Carrasco Robles, secretario provincial general de la Delegación de Educación, Blas Calero Ramos, director de la Escuela de Arte y Superior de Diseño José Val del Omar de Granada, Manuel Jesús Sánchez Hermosilla, director General de Ordenación y Evaluación Educativa y las concejalas Encarnación González y Carolina Amate, reafirmó el compromiso institucional con el diseño y la cultura.

Las colecciones protagonistas: una pasarela de emociones y arte

La pasarela arrancó con Deathdroop, de David Uceta, una colección profundamente vinculada a la cultura ballroom de los años 80, que reivindica la libertad de género y la teatralidad. Con hombres luciendo prendas tradicionalmente femeninas, Deathdroop rompió estereotipos al fusionar feminidad y masculinidad en una danza de texturas y formas audaces.

Le siguió Accitania, de Teresa Montalvo, un homenaje a Guadix y su herencia cultural. Con seis estilismos flamencos, esta colección rescató la esencia del traje regional accitano, plasmando en cada prenda la estética de las cuevas y montañas de la región. Los bordados y estampados artesanales dotaron a las piezas de una riqueza visual que celebra el patrimonio local desde una óptica contemporánea.

Querencia, de Ángela Cerrillo, ofreció un análisis emocional de Granada, desde sus paisajes hasta su arte y tradiciones. La fusión entre el streetstyle y la cultura granadina dio lugar a prendas cargadas de sentimiento, que capturan el espíritu de la ciudad como refugio emocional y fuente de inspiración.

Por su parte, Regina Argentea, de Elena Fernández Santomé, transportó a los asistentes a un universo barroco y militar inspirado en la figura de Nuestra Señora del Rosario Coronada, patrona de la Batalla de Lepanto. Las prendas fusionaron elementos militares con detalles de lujo como mármoles y espejos de mercurio, resaltando el poder y la valentía femeninos.

En contraste, Glory Hole, de David Molina, exploró el sufrimiento y la resiliencia a través de una paleta dominada por el rojo y el negro. La colección urbana logró un equilibrio entre dolor y belleza, transmitiendo esperanza y humanidad en cada diseño.

Palo Santo, de Mayka Díaz, sorprendió con su conexión única entre la moda y la artesanía guitarrera. Las prendas, elaboradas con maderas como ébano y palo rojo, generaban sonidos al moverse, transformando cada estilismo en una experiencia sensorial. Fue un tributo a la tradición familiar y a la innovación creativa.

Antología, de Alberto Carmona, llevó al público a un viaje lírico a través del Romancero Gitano de Federico García Lorca. Las prendas, confeccionadas con técnicas artesanales andaluzas, narraban una evolución desde la opresión tradicional hacia la liberación personal, haciendo de la colección una oda poética a la identidad.

Finalmente, Sempiterno, de Ainara y Carmen, cerró con fuerza. Inspirada en las tribus urbanas de los años 90, combinó formas maximalistas con detalles contemporáneos como prendas lenceras y accesorios excesivos. La colección ofreció un diálogo entre lo pasado y lo actual, entre lo desaliñado y lo lujoso, capturando la naturaleza cíclica de la moda.

Colecciones colectivas e invitadas

Además de las colecciones individuales, la pasarela incluyó propuestas colectivas como Jardín Interior, que exploró el crecimiento personal a través del diseño; “...Para verte mejor”, una reinterpretación contemporánea de Caperucita Roja; y Corporeum, un diálogo entre la anatomía y la estética. Escuelas invitadas de Cádiz, Málaga y Melilla aportaron su visión con colecciones destacadas como Reimaginando a Balenciaga, Quebranto y Sutil.

El cierre del evento lo protagonizó Eterna, una colección de moda flamenca que ahondó en las tradiciones relacionadas con el luto y el duelo, conectando la raíz cultural andaluza con una emoción universal.

Ganadores de la noche: talento que trasciende

Tras un desfile lleno de creatividad, el jurado otorgó los galardones a las tres mejores colecciones. El tercer lugar fue para Glory Hole, de David Molina, por su profunda conexión emocional y su impecable ejecución. El segundo premio recayó en Antología, de Alberto Carmona, cuya narrativa poética y técnica artesanal cautivaron al público.

El primer lugar, merecidamente, fue para Sempiterno, de Ainara y Carmen. Su fusión de estilos y su capacidad para reinterpretar tendencias pasadas en clave contemporánea le valieron el máximo reconocimiento de la noche.

Un futuro prometedor para la moda joven

La XI Pasarela Fortuny no solo demostró el talento y la formación de los estudiantes de la Escuela de Arte y Superior de Diseño José Val del Omar, sino también su capacidad para conectar tradición y modernidad, emoción y técnica. Este evento reafirma el compromiso de Granada con la moda como expresión cultural y artística, dejando claro que el futuro de la moda está en buenas manos.