Explotación sexual en Granada

Golpe a la trata en el club Scandal: cinco mujeres liberadas y cuatro detenidos

  • La operación, en la que también se registró un piso, fue desarrollada por la Policía Nacional en diciembre

  • Las víctimas eran jóvenes de origen ruso y ucraniano

Las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución en el club de alterne Scandal, de la calle Casillas de Prats de Granada

Las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución en el club de alterne Scandal, de la calle Casillas de Prats de Granada / Carlos Gil

Anuncios en internet o mensajes a través de redes sociales en los que se ofertaban a mujeres –jóvenes y de origen ucraniano o ruso– empleos para supuestamente trabajar como azafatas de eventos o animadoras de discoteca en Granada por un salario que alcanzaría los 3.000 euros al mes. Ese fue el 'gancho' que usó una red de trata para captar a cinco mujeres que, tras ser explotadas sexualmente en el club de alterne Scandal, ubicado cerca de la plaza de Gracia en Granada capital, han sido liberadas por la Policía Nacional. Una operación que, tras varios meses de investigación, se llevó a cabo su explotación a mediados del pasado diciembre, y que dejó un total de cuatro personas detenidas, de las que tres ya han ingresado en prisión.

Estaban obligadas a pagar una renta diaria de cinco euros por alojamiento

Hace unos meses, la Policía Nacional tuvo constancia de la existencia de un grupo organizado que, bajo engaños, se dedicaba a captar mujeres extranjeras para luego obligarlas a ejercer la prostitución en Granada. En concreto, buscaban a sus víctimas en Rusia y Ucrania, sobre todo en este último país, ya que la Unión Europea declaró en junio del 2017 la excepción de visado para las personas de origen ucraniano, lo que facilitaba su entrada en España.

A través de las nuevas tecnologías –vía redes sociales o programas de mensajería instantánea a de internet–, los tratantes contactaban con la red de captadores en los países de origen. La red contactaba con las chicas, les ofrecía un trabajo falso y, cuando ellas aceptaban ese supuesto empleo, los tratantes pagaban por este servicio a través de empresas que se dedicaban a tal fin.

La operación policial en el club de alterne Scandal de Granada La operación policial en el club de alterne Scandal de Granada

La operación policial en el club de alterne Scandal de Granada / G. H.

Una vez llegaban las víctimas a nuestro país, eran trasladadas a Granada donde el líder de la organización que se encargaba de la explotación sexual las recogía y las trasladaba esa misma noche al lugar donde tendrían que realizar su actividad laboral. Precisamente era en ese momento en el que las mujeres se percataban de su realidad: venían a ejercer la prostitución.

El perfil de las víctimas era similar: chicas rusas o ucranianas, muy jóvenes y con problemas económicos. Según relató una de las cinco víctimas liberadas durante esta operación, los tratantes se decantaban por este tipo de mujeres porque así era “más fácil someterlas y cuando se percataran de su verdadera situación, les resultara más sencillo doblegarlas”. Así, alojaban a las mujeres en pisos compartidos por otras trabajadoras del mismo club, que se encontraban en la misma situación.

Las víctimas recibían una serie de normas que debían cumplir, en las que se les obligaba a pagar una renta de cinco euros diarios por alojamiento. Además, el jefe de la red de trata las obligaba a llevar a cabo servicios sexuales previa amenaza de ser multadas –las sanciones iban de 50 a 100 euros si se negaban prostituirse con un cliente– o de dejarlas en la calle sin recursos, en un país desconocido.

Tras varias pesquisas policiales, los agentes se percataron de que esta red de explotación sexual operaba en un club de alterne de la capital llamado Scandal, que se encontraba en la calle Casillas de Prats.

Captura del vídeo del momento de la explotación de la operación en el club de alterne Scandal Captura del vídeo del momento de la explotación de la operación en el club de alterne Scandal

Captura del vídeo del momento de la explotación de la operación en el club de alterne Scandal / G. H.

Ante ello, la Policía Nacional registró el citado club y un domicilio en Granada, una intervención en la que cinco víctimas de trata fueron liberadas, cuatro personas detenidas –tres ya están en prisión–, y en la que incluso uno de los clientes que se encontraba en el prostíbulo en el momento del registro, entregó un arma detonadora que portaba y que estaba cargada de munición.

Junto al arma, también se requisaron 1.040 euros en efectivo, así como diversa droga, entre ella marihuana, otro ejemplo que pone en evidencia que el binomio droga-prostitución va siempre unido. Y es que, por lo general, los tratantes obligan a las víctimas a ofrecer drogas a los clientes, llegando incluso en ocasiones a coaccionarlas para que también las consuman.

Precisamente destaca en este sentido otra operación de la que ahora se cumple un año, en la que fue liberada una menor de 16 años que era obligada a prostituirse y a vender droga en un piso de la capital granadina. En este operativo, que también llevó a cabo la Policía Nacional, fueron detenidas un total de seis personas.

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