Los extranjeros son "mano de obra barata" para las empresas

"El 41,07 por ciento de los contratos formalizados a extranjeros durante el año 2007 se realizaron a personas sin estudios; los contratos a extranjeros con formación universitaria apenas representaron en el mismo periodo el 2,39 por ciento. De todo lo anterior parece deducirse que los empresarios de la provincia buscan mayoritariamente una mano de obra barata y poco cualificada".

El párrafo está extraído textualmente -de ahí las comillas- del estudio Mercado de Trabajo de los extranjeros 2007, elaborado por el Observatorio Ocupacional del Servicio Público de Empleo Estatal de Granada, un pormenorizado informe, de 33 páginas, que no sólo analiza las características de los extranjeros -entendido el término como de países que no están en la Unión Europea- que demandan empleo en la provincia, sino que aporta una serie de conclusiones interesantes.

La principal, probablemente, es la de que si el empleo "llegara a deteriorarse severamente" -lo que, a la vista de la crisis, o la desaceleración, o como se llame la cosa, en la que España se ve inmersa-, "uno de los colectivos más perjudicados sería el de los extranjeros".

En la provincia de Granada viven 884.099 personas, de las que 48.874 nacieron en otros países. Eso significa el 5,53%, un porcentaje bastante inferior al de provincias limítrofes como Almería o Málaga. De esos 48.874, algo más de la mitad -27.365- proceden de países que no están en la Unión Europea.

No todos esos extracomunitarios tienen empleo, naturalmente. De hecho, el estudio advierte de que cada vez hay más extranjeros demandándolo. "El año 2007 se caracterizó por una marcada tendencia alcista", menciona, para añadir que "ya se prolonga desde años anteriores" y aclarar que, a finales del pasado ejercicio, ya había 4.379 inscritos en las oficinas del paro. Eso supone un 4,65 por ciento del total de desempleados de la provincia: 94.148. El porcentaje, no obstante, sigue siendo muy inferior a la tasa nacional, que está en el 9,96%

El informe hace hincapié en que el perfil formativo de este colectivo es "bastante pobre", no omite que sólo 152 solicitantes de empleo son licenciados universitarios y hace votos por una política migratoria que incluya "actividades formativas que potencien la calidad de los inmigrantes ya establecidos en España". Pero del análisis se extrae otra conclusión: los empresarios tampoco buscan esa cualificación, sino más bien mano de obra barata. "El alto peso de ciertas actividades agrarias y el peso del sector turístico en la capital y en la costa, permiten que personas con escasa cualificación profesional encuentren su oportunidad laboral en un mercado de trabajo que, por el lado de la oferta, no parece prestar excesiva atención al currículum de los demandantes", subraya.

De hecho, el informe va más allá cuando dice lo siguiente: "Casi la mitad de los contratos formalizados a extranjeros, en concreto el 45,84%, se podían encuadrar en el grupo de trabajadores no cualificados. Sin embargo, las demandas de empleo que se podían asociar a este grupo representaron el 34,78% del total. Luego se puede afirmar que no existe sintonía entre lo que demandaba el mercado laboral y lo que demandaban los propios extranjeros. Ellos tenían unas aspiraciones que no se concretaron".