Granada

Un hombre fallece tras recibir dos balazos por la espalda en el Zaidín

  • El individuo, de 43 años y sin antecedentes policiales ni penales, iba a recoger a su hijo pequeño a un punto de encuentro de parejas separadas de la calle Monachil · La Policía investiga en el entorno de la ex mujer

Un hombre de 43 años falleció ayer por la tarde en el barrio del Zaidín, tras recibir dos disparos por la espalda, uno de ellos mortal. La Policía Nacional busca al presunto autor del disparo y se da por hecho que también es un varón, pero por el momento no han trascendido más datos.

El suceso ocurrió poco antes de las seis de la tarde en la calle Monachil, situada entre las avenidas Dílar y Cádiz, una vía estrecha y poco concurrida.

El fallecido, natural de Loja, residente en Granada y de iniciales J.M.R.M., había acudido allí a recoger a su hijo, de corta edad, en un punto de encuentro de separados, uno de esos lugares neutrales que se fijan para no perturbar la estabilidad emocional de los menores de parejas que han roto y no mantienen una relación amistosa.

Según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, el individuo pretendía recoger al niño y pasar el fin de semana con él. Al llegar al lugar de encuentro, alguien apareció a sus espaldas y, sin mediar palabra, le disparó primero en la espalda, después en la cabeza y salió huyendo. La muerte se produjo de forma casi instantánea.

Aunque en la aglomeración de personas que se registró en el lugar del incidente se escuchaban todo tipo de historias -algunos hablaban de intercambio de disparos, otros daban por hecho que se trataba de un ajuste de cuentas...- las primeras pesquisas policiales descartaron casi por completo todas esas hipótesis. Tampoco parece probable que fuera un atentado, toda vez que la víctima ni era político, militar ni pertenecía a las fuerzas de seguridad.

No hubo tiroteo porque no hubo intercambio de disparos. J.M.R.M. iba desarmado, según las primeras conclusiones. Dentro del horror, un pequeño consuelo: la Policía está casi segura de que el niño no presenció los hechos, que se produjeron antes de que le recogiese.

Otro dato que también llama la atención a los agentes es que el fallecido carecía de antecedentes. Ni penales ni policiales. No se le buscaba por ningún delito, por pequeño que fuera. No era en absoluto un candidato a llevarse un balazo.

Poco después del suceso, agentes de la Policía Judicial procedieron a interrogar a la ex mujer del hombre asesinado. Entre otras cosas, se pretende averiguar si tenía otra pareja y si alguno de los dos, o alguien de su entorno, le guardaba una especial animadversión.

Algunos testigos aseguran que vieron poco después del suceso a un hombre con peluca y una mochila. Otros dicen que eran dos los que huían. La Policía se decanta inicialmente por la hipótesis de un solo asesino.

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