Diez mil familias acuden al Monte de Piedad para llegar a fin de mes

Sin garantías no hay préstamos. Eso lo saben ya miles de empresarios, que se ven cada día más asfixiados por las dificultades de tesorería que en ocasiones los dejan al borde la quiebra, y miles de trabajadores que han visto cómo durante los últimos años muchas entidades financieras les cerraban la puerta en las narices. En tiempos de penurias económicas y de sequía financiera, muchas familias recurren a la venta de joyas y de artículos de segunda mano para llegar a final de mes, pagar las facturas y evitar males mayores. Pero también hay quien prefiere acudir a los montes de piedad, que desde el siglo XVIII facilitan a los menos favorecidos el acceso a un préstamo en condiciones justas.

La filosofía con la que se fundaron estas instituciones -aunque a España no llegarían hasta tres siglos más tarde, los montes de piedad surgieron en Italia en el siglo XV de la mano de los monjes franciscanos- continúa intacta, pese a que el contexto ha cambiado mucho. El Monte de Piedad de CajaGranada, constituido en 1740, continúa luchando para paliar la exclusión financiera. Y los métodos han cambiado poco desde que en 1770 se añadiera al depósito de "alhajas y ropajes" el pago de intereses en condiciones ventajosas.

La confianza de los granadinos en los montes de piedad tampoco ha cambiado en los últimos tres siglos. En la actualidad, 9.415 granadinos acuden al Monte de Piedad de CajaGranada para empeñar sus joyas y obtener a cambio dinero en efectivo que difícilmente podrían conseguir en entidades financieras al uso. La inmediatez y los bajos intereses de los créditos prendarios han hecho resurgir en plena crisis el atractivo de unas instituciones que no han perdido de vista su función social. En los primeros seis meses del año el número de clientes del Monte de Piedad de CajaGranada se ha incrementado un 12%. A finales de 2009 la institución contaba con 8.415 clientes, 1.000 menos que al cierre de junio de 2010. Lo que significa que en medio año un millar de granadinos se ha visto obligado por las circunstancias a acudir por primera vez al Monte de Piedad y empeñar sus joyas. Basta con retroceder un poco en el tiempo para comprobar que en los últimos años de crisis el Monte de Piedad de CajaGranada se ha convertido en una institución cada vez más necesaria.

Y lo cierto es que lo es para un grupo muy heterogéneo de clientes. Porque el perfil de usuario del Monte de Piedad de CajaGranada ha variado a medida que la crisis ha hecho estragos en la economía granadina. El perfil del cliente habitual ya no está tan claro. Mientras que hace apenas unos meses las mujeres de entre 36 y 50 años eran clara mayoría, ahora las diferencias están cada vez más difuminadas. Según la información facilitada por el Monte de Piedad de la entidad financiera granadina, un 53% de sus clientes son mujeres, frente a un 47% de hombres. En cuanto a la edad, el 47% de los usuarios tiene entre 18 y 35 años; un 31%, entre 36 y 50; un 16%, entre 51 y 65; y sólo un 6% de la clientela tiene más de 65 años.

En lo que sí hay más coincidencias es en la finalidad del empeño de las joyas y de la solicitud del préstamo. Un 58% de los clientes del Monte de Piedad de CajaGranada acude a la institución para llegar a fin de mes y poder pagar la comida y los recibos de suministros. Junto a ellos, un 16% empeña sus joyas para poder mantener a su familia fuera de la temporada de trabajo y un 7% lo hace para poder pagar el alquiler o la hipoteca.