“Hay que mirar la situación con sentido común. Si hay discotecas abiertas, que no nos dejen entrar [en los colegios] es una excusa”. La presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de la provincia de Granada (Fampa Alhambra), Rosa Funes, se expresa así cuando se le pregunta por la posibilidad de que se ajusten los protocolos anticovid en los colegios e institutos. Un mes después de que comenzaran las clases –el día 10 fue la primera jornada para Infantil, Primaria y Educación Especial, y el 15 se incorporaron los alumnos de instituto– los documentos de prevención de contagios incluyen zonificar los patios o la necesidad de pedir cita previa si un padre quiere entrar al colegio, cuestiones que destacan si se tiene en cuenta que toda la provincia está en nivel 0 y la incidencia de la pandemia en las aulas. El martes pasado Salud indicó el cierre parcial de cinco aulas en la provincia de un total de 8.841. Una semana antes, el 28 de septiembre –prácticamente dos semanas después de que el cien por cien del alumnado regresara a clase, eran nueve.

Funes, en este contexto y con un llamamiento a la prudencia, explica que “necesitamos que las familias vuelvan” a los colegios. “No puede ser que sólo nos llamen para el día de Andalucía”, reclama.

Los centros han recuperado la presencialidad, pero mantienen de puertas para dentro las medidas para atajar contagios que ya son historia en la calle. Los alumnos deben llevar mascarillas en todo momento –incluida la clase de Educación Física, que es al aire libre– y las instrucciones de 13 de julio de la Viceconsejería de Educación sobre medidas de organización de los centros para este curso 2021/2022 determinan que se atenderá presencialmente en las tutorías “a las familias que tengan dificultades para acceder a la tutoría electrónica”. En cuanto al uso de determinados espacios compartidos, “como bibliotecas, salas de estudio, vestuarios y otras zonas de uso común, se establecerán medidas de control de aforo”, señala la Junta.

El 29 de junio la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad dio a conocer las pautas para centros educativos en un documento que sostiene la necesidad de grupos burbuja, mantener la distancia interpersonal de 1,2 metros dentro del aula y “para limitar el número de personas presentes en un espacio simultáneamente, se evitarán las asambleas o reuniones presenciales tratando de realizarlas de forma telemática”. En la práctica, hay centros que sí realizan reuniones con las familias de forma presencial, y otros que no han dado ese paso.

“Debería haber una apertura mayor”, resume el presidente provincial de la asociación que representa a los directores de colegio, Dimas Martín. “Ahora que se está abriendo tanto la sociedad, nos hace pensar por qué no estamos nosotros también así”, reflexiona el presidente de Asadipre, que relaciona el día a día de los centros y la flexibilización de medidas a las propias características de los centros. “Depende de los espacios que tengan, del número de personas que estén llamadas a una reunión...” se hace de una manera u otra. En este sentido, añade que en su centro, el García Lorca, han comenzado con las reuniones presenciales, aunque se da la opción de realizarlas de forma online.

Martín también subraya que se trabaja ahora en facilitar el acceso de los directores a la Delegación territorial de la Consejería de Educación y Deporte, necesidad que habían reclamado los centros y que comparte Manuel Pérez, presidente provincial de ANPE. Éste, por su parte, indica que posiblemente algunas de las rutinas que llegaron con la pandemia podrán asumirse de cara al futuro, como las reuniones telemáticas o la atención telefónica.

En el inicio de este curso los centros ya asumieron la revisión de pautas como la entrada escalonada o la toma de la temperatura en el colegio, ante la dificultad organizativa y la escasa eficacia que han demostrado tener estas medidas. Ahora, con la restauración y el ocio al cien por cien, queda por determinar cómo encajarán los centros actividades como los habituales actos escolares previos a las vacaciones navideñas o las salidas y excursiones, actividades en los que la norma estatal determina recomendaciones en el sentido de “siempre que se pueda” se realicen al aire libre y manteniendo la distancia social. “Estamos empezando a pensar cómo se pueden recuperar”, indica Martín.