"No somos policías": Los hosteleros rechazan la prohibición de fumar en terrazas de bares y restaurantes
Consideran que ya existe una convivencia razonable entre fumadores y no fumadores y que la mayoría de establecimientos han adoptado buenas prácticas de respeto mutuo
El Gobierno aprueba el anteproyecto de la ley que prohíbe fumar y vapear en terrazas o piscinas
La polémica está servida. La prohibición de fumar en las terrazas de bares y restaurantes, incluida en el anteproyecto que modifica la Ley 28/2005 de medidas sanitarias frente al tabaquismo, ha generado un fuerte rechazo entre diferentes sectores de la población. En Granada, la Federación de Hostelería y Turismo ha mostrado este viernes su "más firme discrepancia con esta medida", asegurando que es un golpe más hacia un sector que no "pide privilegios" pero sí "sentido común".
El presidente de los hosteleros granadinos, Gregorio García, ha instado al Gobierno "a que reconsidere la prohibición en su forma actual". La norma prohibe fumar o cigarrillos electrónicos o vapers en espacios públicos cerrados y en una lista ampliada de entornos exteriores, tales como terrazas de bares, recintos donde se desarrollen espectáculos públicos, instalaciones deportivas, parques infantiles, estaciones de transporte o centros educativos, entre otros. Una restricción que no ha gustado a las diferentes federaciones incluidas dentro de Hostelería de España, como la granadina.
"Estamos dispuestos al diálogo, a discutir fórmulas que garanticen la salud pública sin asfixiar al sector de la hostelería ni generar efectos secundarios no deseados. Proponemos que se analicen alternativas: señalización clara, zonas diferenciadas, campañas de sensibilización, respeto a los derechos de no fumadores sin perder de vista la viabilidad del negocio hostelero", ha asegurado García.
El presidente ha asegurado que el sector de la hostelería teme que esta medida tenga un impacto negativo en la imagen de Granada y España como destino turístico. "Nuestra ciudad vive mucho del turismo, de la buena experiencia en bares, cafés y restaurantes, muchas veces con terraza. Que seamos vistos como un lugar excesivamente restrictivo puede penalizarnos frente a otras ciudades de Europa donde se permite fumar en terrazas al aire libre bajo ciertas condiciones", ha considerado.
"Nos preocupa enormemente que se pretenda cargar al hostelero con la responsabilidad de vigilante. No somos policías. No podemos estar pendientes de que cada cliente no encienda un cigarrillo, y menos aún asumir sanciones si alguien incumple la norma por desconocimiento, descuido o por visitantes extranjeros que no estén al tanto. Nos parece injusto que la responsabilidad directa recaiga sobre nosotros cuando las administraciones pueden colaborar de otras maneras", han denunciado desde la Federación Provincial de Hostelería de Granada.
García cree que la eficacia de esta prohibición "va a ser muy limitada" y que, en lugar de reducir realmente la exposición al humo, "los fumadores se trasladen a espacios cerrados como viviendas u otros interiores no regulados, lo que a la postre podría aumentar los riesgos para la salud". Asimismo, denuncian que existe el peligro de que la prohibición favorezca el consumo desordenado en zonas como los accesos a las terrazas o sus exteriores, provocando "residuos y molestias para vecinos y entorno urbano, lo cual deteriora el paisaje urbano y la convivencia".
"Consideramos que ya existe en Granada una convivencia razonable entre fumadores y no fumadores en terrazas al aire libre: la mayoría de establecimientos han adoptado buenas prácticas, y los clientes comprenden las normas de respeto mutuo. Por ello, imponer una prohibición estricta sin matices ignora la realidad y los esfuerzos que muchos hosteleros hemos venido haciendo", ha concluido el presidente.
Prohibición de venta y consumo de vapers
Uno de los aspectos fundamentales del nuevo anteproyecto de Ley es la inclusión de una definición y una regulación específica para los productos relacionados con el tabaco, como los cigarrillos electrónicos o vapers, bolsitas de nicotina para uso oral, o productos a base de hierbas utilizados para fumar como shishas o cachimbas. Se trata de artículos cuya presencia en el mercado y su consumo, especialmente entre la población joven, han aumentado de forma notable en los últimos años, y que pese a la creencia de que no son perjudiciales para la salud estos llegan a ocntener incluso una mayor cantidad de nicotina y productos perjudiciales que los propios cigarrillos.
Estos productos quedarán sometidos a las mismas restricciones legales que el tabaco convencional, como la prohibición de fumar o utilizar estos productos en espacios públicos cerrados y en una lista ampliada de entornos exteriores, tales como terrazas de bares y otros. Además se prohibe su venta específicamente a menores de edad y, por primera vez, también prohibición de su consumo por parte de este colectivo.
Además también se prohibe toda forma de publicidad de este tipo de derivados del tabaco, promoción y patrocinio, así como la obligación de la señalización clara en los espacios donde se prohíbe su uso o consumo, la aplicación de un régimen sancionador específico, que prevé infracciones, sanciones económicas y responsabilidades para los infractores, y obligaciones de etiquetado e información, que deberán incluir datos sobre el contenido en nicotina y características del producto.
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