Si la llegada de la televisión parecía que iba a terminar con la radio, la irrupción del digital siempre se ha supuesto el fin del papel. Por estas fechas, son muchas las instituciones, empresas y personas que optan por sistemas on-line para hacer llegar a usuarios, clientes y amigos sus felicitaciones navideñas pero, ¿quiénes son los románticos que siguen manteniendo la tradición de meter una tarjeta en un sobre y echarla a Correos para hacer llegar sus buenos deseos para estas fiestas?

Patricia Martín, del estudio de diseño gráfico Colectivo Verbena, cuenta que los últimos encargos que le han llegado son de empresas que precisamente trabajan con papel, con editoriales y, sobre todo, imprentas.

“Casi todos los clientes buscan ilustraciones muy poéticas, muy sencillas pero que imparten mucho visualmente”, comenta sobre la tendencia general de los encargos que realizan, en los que “se cuidan mucho los elementos formales y se juega con la tipografía para que estén bien integrados”.

Un ejemplo, que se felicite el año con técnicas de impresión más novedades como “el golpe seco o la tintas especiales”. Por las peculiaridades de estos clientes, se mima mucho tanto las técnicas de impresión como el tipo de papel. “Es una forma de mostrar los materiales que tienen”, explica Aguilar.

Por su parte, Juan Aguilar, director de la escuela Estación Diseño, coincide en señalar que los que optan el papel “aprovechan para hacer algo especial con troquelados, golpe seco, algún tipo de plegado especial o tintas especiales”.

“Se busca algo que haga diferente esa felicitación y no sólo con las técnicas, también se aprovecha para poner la rúbrica a mano”, explica Aguilar sobre uno de los hándicap que tienen las felicitaciones on-line.

Para el director de Estación Diseño, “el papel ha sabido hacer de la debilidad virtud”. “El papel permite los manipulados y los tratamientos artesanos”, cuenta sobre las felicitaciones em papel, una costumbre que ha pasado ser algo popular a un sinónimo de cortesía y cierta exquisitez.

Sin embargo, Juan Aguilar señala que si bien se ha ganado en calidad, en cuanto al volumen de trabajos de diseño gráficos encargados “la reducción ha sido tremenda”. El problema no ha sido el salto del papel al digital, porque el Colectivo Verbena por ejemplo realiza una precisas animaciones para enviar por correo para felicitar la Navidad o el Año Nuevo. El problema, señala el diseñador, es que cada vez son más los que optan por hacerlo a través de plataformas tipo Instagram, y eso sí elimina el diseño.

“Se ha cambiado la distribución para ahorrar en costes de papel e impresión”, cuenta sobre los motivos que ha llevado a muchas empresas a dejar de lado ese símbolo de distinción que supone la felicitación en papel para optar por hacerlo, por ejemplo, a través de Facebook.

Pese a todo, Alfonso Perroraro, uno de los diseñadores más populares, es optimista sobre el papel que todavía seguirán jugando el gremio. “A lo largo de los últimos 20 años los christmas han ido evolucionando del papel al digital pero también ha ido evolucionando el diseño, ahora hay mucha más cultura y el lenguaje también ha cambiado”.