Un fiscal de los 'grandes' en el barco del norte

José Rogelio Muñoz Oya dejó de ser ayer el fiscal coordinador de Menores de Andalucía para iniciar una nueva etapa como representante del Ministerio Público: ser el nuevo teniente fiscal de la Fiscalía Superior de Andalucía, relevando en el cargo a Guillermo Sena. Para este nuevo cometido ha subido, en palabras del fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, a un barco, pero no a un barco cualquiera. Ha embarcado en un navío especialmente pertrechado para afrontar la complejidad de los asuntos que se llevan en la Fiscalía Superior de Andalucía.

A la botadura de ese 'barco' asistió ayer una amplia representación la sociedad de Granada. Entre las autoridades se encontraban el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado; la delegada del Gobierno de la Junta, Sandra García; la fiscal jefe provincial, Ana Tárrago; el presidente de la Sala de lo Contencioso del TSJA, Rafael Toledano; el presidente de la Audiencia, José Requena; el juez decano de Granada, Jesús Rodríguez Alcázar; o el decano del Colegio de Abogados, Eduardo Torres. Todos quisieron arropar a Rogelio Muñoz en su toma de posesión como mano derecha del departamento que dirige García Calderón.

El acto se desarrolló en la Sala de Juntas 'Luis Portero', en la nueva sede de la Fiscalía Superior, que se halla en el recién rehabilitado edificio del Banco de España. Allí, rodeado de compañeros, amigos y familiares, Muñoz Oya dijo estar "cargado de ilusión" para iniciar esta nueva misión profesional, y muy "orgulloso y satisfecho" por regresar a la Fiscalía Superior, donde ya estuvo destinado como fiscal hace unos años, cuando aún se llamaba Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla. "Para mí es un honor volver a esta Fiscalía", manifestó, al tiempo que dijo esperar contar con la colaboración de todos sus compañeros para desarrollar su trabajo y llegar siempre "a buen puerto".

Durante su intervención, quiso realizar un "reconocimiento personal" a la labor que realiza a diario la Fiscalía Superior de Andalucía, "tanto por las personas que en ella trabajan como por las funciones que viene desarrollando de coordinación a nivel institucional de los distintos órganos del Ministerio Fiscal que se integran en el territorio andaluz", como son las ocho fiscalías provinciales, las fiscalías de área y las secciones territoriales.

Muñoz Oya no se olvidó de recordar al primer fiscal jefe del TSJA, Luis Portero, asesinado vilmente por ETA y cuyo nombre lleva la sala donde se desarrolló la ceremonia, así como a quienes le han precedido en el cargo: al ya desaparecido Julio Espárrago y a Guillermo Sena, que estaba presente entre los asistentes. También agradeció su trabajo a la fiscal jefe Ana Tárrago, y a todos y cada uno de sus compañeros de la Fiscalía Provincial, "por tantos ratos -dijo- que hemos pasado: unos buenos, otros regulares y alguno malo". Las puertas de su despacho estarán abiertas a partir del lunes.

A continuación, tomó la palabra el fiscal superior de Andalucía, que enfatizó la importancia que tiene la figura del teniente fiscal en una comunidad autónoma que tiene casi 500 fiscales. La labor que desarrolla la Fiscalía Superior es, como destacó, "difícil y compleja", debe ser "necesariamente discreta", abunda en la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos y "necesita a fiscales como Rogelio". En este punto, se refirió al nuevo teniente fiscal como un profesional "generoso en su esfuerzo" y caracterizado por su "rigor", que en realidad lleva varios años vinculado a su departamento como fiscal autonómico delegado de Menores en Andalucía.

"Rogelio no atraca hoy en ningún puerto, sino que lo que hace es partir para asumir un destino bastante difícil, y el barco que toma es el barco del norte, como decía en aquel famoso poema el poeta británico Philip Larkin", señaló el fiscal superior. "El barco del norte -explicó- es el que tiene que ir mejor pertrechado y tiene que prepararse para asumir situaciones muy complejas, de inspección ordinaria de las oficinas fiscales, de la llevanza de asuntos en la Sala de lo Civil y Penal del TSJA y, en definitiva, ayudar al fiscal superior de Andalucía al desempeño de su labor y a mantener la vigencia de los principios que inspiran nuestra labor".