La flota de autobuses de la capital supera los siete años de antigüedad
La asignatura pendiente de este servicio sigue siendo los 15 articulados, que acumulan más de 12 años de vida · La Concejalía de Movilidad apuesta para el futuro por los híbridos porque contaminan menos
No es raro ver en Gran Vía a motoristas jugarse literalmente el pellejo invadiendo el carril contrario para quedar por delante de los autobuses. Lo hacen para no tener que soportar la lentitud de estos pesados vehículos, para evitar las paradas en las que los pasajeros suben o bajan, pero también para no tener que soportar la humareda que generan cuando arrancan. Hay usuarios que se cuestionan incluso si circulan con la ITV superada. A ellos, decirles que sí, que van en regla.
Incluso los 15 articulados, en vías de extinción, pero aún en movimiento. Se emplean para servicios de alta carga, principalmente para reforzar las demandas del campus de la Cartuja, y ya van por los 12 años. La Concejalía de Movilidad asegura que tienen el visto bueno de las revisiones técnicas y que está estudiando renovarlos, aunque recuerda su papel de refuerzo.
Son los dinosaurios de una flota que en el global supera los 6 años de vida, aunque fijándose solo en los urbanos -los que cubren el 90% del servicio de la ciudad- se concluye que es más vieja (7,4 años).
La Rober dispone de 143 unidades de tipo estándar y de 12 metros. Tienen una edad media de 7,40 años y acumulan 5.622.000 kilómetros. Están dotados, entre otros equipamientos, de plataforma baja, aire acondicionado, cabina protegida, canceladoras de billetes sin contacto, rampa para personas con discapacidad y luminosos identificados de líneas.
Los 18 microbuses del Alhambra Bus son los más jóvenes gracias a su 5,6 años de media de vida. En este tiempo, suman 808.000 kilómetros. Son vehículos diseñados para el servicio de los barrios históricos como el Albaicín. Su ventaja es la accesibilidad.
La línea 33 se compone de autobuses estándar y algunos de 14 metros que se han introducido en los últimos años para aumentar la capacidad sin tener que recurrir a los articulados. Son 20 unidades, que tienen una edad de 6,4 años y ya han alcanzado los 803.000 kilómetros.
De la suma de los tres servicios resulta que hay 181 autobuses, con 7.233.000 kilómetros y cuya media es de 6,4 años.
Movilidad informa que el procedimiento para adquirir nuevos autobuses tiene en cuenta el servicio, los kilómetros y las frecuencias. Por una parte, se determina si se necesitan más autobuses para ampliar las líneas -la ciudad dispone de una red de transporte público muy densa que cubre todos los barrios-.
Por otro lado, se aprecia si los autobuses van a causar baja, ya sea porque cumplen la edad o bien porque hayan dado problemas mecánicos. Rober es el que los encarga bajo la supervisión del Ayuntamiento. El coste se tiene en cuenta para establecer el precio del kilómetro.
El Ayuntamiento indica que en otoño se decidirán las necesidades para el año siguiente e insiste en que el objetivo es introducir los autobuses híbridos. Una propuesta que ya remarcó la concejal de este área, Telesfora Ruiz, en la presentación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Granada. Ahora se está estudiando la oferta actual del mercado. "Hay que apostar por los híbridos, que contaminan menos, son menos ruidosos y visualmente no causan tanto impacto". Dijo también que el futuro pasa por menos vehículos, pero más grandes.
La forma de pagar los autobuses es con una dotación anual para su amortización. Son unos 3.400.000 euros anuales de coste para pagar la adquisición de los nuevos autobuses.
No todos los gastos llegan de la renovación. Por ejemplo la factura de combustible del año 2010 ascendió a más de 3.600.000 euros. Otros importantes vienen de los neumáticos, del mantenimiento de las rampas, de las canceladoras, de la limpieza de vehículos y del mantenimiento predictivo y correctivo.
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