El alma francesa del Paseo del Salón, 200 años después

Los 60.000 metros cuadrados que van desde la Plaza del Humilladero al final del Paseo de la Bomba volverán a lucir su mejor cara después de más de un lustro de rehabilitación en una zona histórica

El alma francesa del Paseo del Salón, 200 años después
El alma francesa del Paseo del Salón, 200 años después
C. Rodríguez / Granada

07 de febrero 2010 - 01:00

Seis años. Este ha sido el tiempo que ha necesitado el Paseo del Salón para ser reformado. Reformado después de 200 años viendo como cambiaba Granada. Remodelado pero manteniendo la esencia que los franceses pusieron en esta zona y que dejaron como legado a la ciudad. Seis años que se han convertido en un periplo administrativo y político lleno de modificados, discusiones entre Junta y Ayuntamiento y polémicas que han ido desde los árboles y los parterres pasando por el tráfico e, incluso, la zona de juego de los niños. Por ese proyecto han pasado nombres como Luis Gerardo García Royo, Isabel Nieto, Pérez Tapias y el actual Pedro Benzal. La realidad es que después de todo este camino burocrático, el Salón ofrece ya una nueva cara que cuenta los días para ser descubierta por todos los granadinos. La idea después de todo este tiempo y la inversión de cerca de 4 millones es hacer de este espacio el verdadero pulmón verde del centro de la ciudad. En cierto modo, es una de las zonas urbanas que aúna a la perfección la conjunción de historia y modernidad y que recobrará vida tras años oculta entre el polvo de las máquinas.

Pero para llegar hasta hoy hay que remontarse al 2004. Fue en ese año cuando el Ayuntamiento decidió convocar un concurso de ideas para la rehabilitación de los Paseos del Salón y de la Bomba. Al concurso se presentaron más de una veintena de proyectos, pero el definitivo cayó en manos del arquitecto Gonzalo Arias Recalde. En esencia, tal y como se explicó cuando ganó el concurso, la idea del proyecto proponía agrupar todo el terreno peatonal junto al margen del río y pasar todo el tráfico al lado opuesto. Algo que posteriormente se cambió quedando el plan definitivo con dos carriles descendentes hacia la ciudad y uno dirección carretera de la Sierra. Independientemente del tráfico -uno de los grandes caballos de batalla de esta obra-, el resto del proyecto no era baladí; no en vano, los trabajos contemplaban actuar en más de 39.900 metros cuadrados que incluían calzadas, los propios paseos del Salón y la Bomba, la Fuente de los Leones y todos los acerados.

El trabajo, adjudicado a la empresa Acsa, se dividió en dos partes. La primera se centró en los Jardines del Genil. Sus obras comenzaron en diciembre de 2006 pero fueron paralizadas en febrero de 2007. La razón de este bloqueo se debió a que Cultura tenía en marcha el expediente de Declaración de Bien de Interés Cultural de los Jardines que, posteriormente, se amplió a toda la zona alcanzando una protección primordial. Este dictamen supuso que la figura de protección solicitada para el Paseo del Salón obligaba a mantener su actual diseño de bulevar, los elementos naturales y el que no podía modificarse nada de la esencia de los llamados jardincillos históricos y la imagen sustancial. Llegar a un acuerdo en este punto no fue fácil, pero se consiguió y los jardines históricos del Genil (de más de 19.500 metros cuadrados) quedaron inaugurados el 17 de diciembre de 2007. Los parterres de boj y mirto volvieron a ser seña de identidad de una zona natural que, además, ganó especies arbóreas nuevas gracias a la cirugía vegetal a la que fueron sometidos. Nuevo mobiliario, fuentes y bebedores, restauración de los tradicionales faroles y la mejora del pavimento tanto blando como empedrado ofrecieron una imagen nueva de lo que siempre fueron los llamados "jardincillos". Aún con esta puesta de largo, del Salón quedaba la parte más complicada, en definitiva el resto del proyecto que a esas alturas aún estaba cogido con 'pinzas'.

Ya estaba Isabel Nieto como comandante de Urbanismo cuando comenzó la segunda fase del proyecto, la que afectaba al Salón y la Bomba propiamente dichos. La concejal lo dejaba claro: "Acataremos todo lo que diga Cultura ya que nuestra intención es que la remodelación se haga ya", decía. Finalmente, fue en enero de 2009 cuando Cultura emitió el informe favorable al documento municipal, que se acogería, además, a los Fondos Estatales de Inversión Local. El proyecto del Salón ha previsto hacer peatonal la mitad del bulevar y suprimir los aparcamientos. La reforma global implicará la supresión del tráfico rodado en sentido ascendente, desde la Plaza del Humilladero hacia la Carretera de la Sierra. La vía se peatonalizará aunque se conservará la pavimentación actual para mantener la simetría del bulevar. Para facilitar el tráfico rodado la solución aportada será la supresión de los aparcamientos de las dos vías paralelas: la dirección descendente del Paseo de la Bomba y el Paseo de los Basilios, en donde se habilitará la circulación en doble sentido. La peatonalización de las calles supondrá también la eliminación de todas las paradas de autobuses -33,9, 13 y 21-, que se trasladarán probablemente a la zona del Palacio de Congresos.

La reforma del Salón supone muchos más detalles como la recuperación de la pérgola de música, ganar más acerado para los peatones o la mejora del sistema de riego gracias a la regularización de los desagües que perjudicaban a la zona. Y es que seis años dan para mucho. Aún así, el resultado sólo será exitoso si el Salón mantiene el alma afrancesada que lo vio nacer y eso, parece que se ha conseguido.

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