Un cura franciscano prohíbe a una familia ir a misa con sus hijos menores

El sacerdote amonestó a los padres por el alboroto y luego les pidió que no volvieran

Granada Hoy / Granada

03 de marzo 2009 - 01:00

Primero el sacerdote interrumpió la misa que celebraba el domingo en la iglesia de San Francisco (junto al Camino de Ronda) y reprochó a los padres el ruido que, a su juicio, hacían sus dos hijos -de cuatro años y nueve meses, respectivamente- pero luego, después del oficio, cuando la familia fue en su busca con intención de aclarar lo ocurrido, el sacerdote fue aún más contundente. "Nos dijo que en esas circunstancias nos prohibía terminantemente ir a su misa y que si volvíamos a asistir no sólo volvería a echarnos sino que nos denunciaría al obispado", señala David Cara, que ayer intentó sin éxito conseguir una disculpa de parte del prior de la orden franciscana. El arzobispo de Granada, por su lado, al que también contó lo sucedido, asegura que al ser un templo regido por una orden escapa a su jurisdicción eclesiástica.

La tensa entrevista con el cura ocurrió en presencia de los dos niños que prorrumpieron en llantos. David Cara vive en el barrio y suele acudir a la iglesia de San Francisco con la familia a cumplir el precepto semanal. El domingo fueron los cuatro. "No teníamos con quién dejarlos y tampoco nos era posible turnarnos mi mujer y yo por temas laborales. Además quiero que mi hija vaya tomando conciencia de lo que significa para un cristiano este sacramento", explica.

"Comprenderán cómo nos quedamos presenciando cómo un ministro de Cristo nos decía semejantes barbaridades y en el tono en que lo hacía, todo ello lamentablemente en presencia de mis dos hijos. Afortunadamente acudimos al arzobispo y he de decir que nos profesó un trato muy cordial y nos dejó muy claro que las puertas de la Iglesia están abiertas a todos, especialmente a los niños".

David Cara niega que sus hijos estuvieran ese día excesivamente ruidosos. Asegura que ha habido otros fines de semana en que sí estuvieron más inquietos pero el domingo no. Incluso, para estar seguros de que no se equivocaba, lo consultaron con otros fieles que coincidieron en la misa.

"Cuesta mucho esfuerzo y trabajo educar a tus hijos en unos valores y creencias, y hechos como éste consiguen desmoronarlo todo, pues cómo le explico yo a mi hija que un sacerdote es el representante de Cristo y la importancia de celebrar los sacramentos. Tal vez este señor no sea consciente de que con 4 años los niños se dan cuenta de todo, a lo mejor porque, como está demostrando, no los considera personas", dice.

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