De friegaplatos a chef gracias a su pasión por los fogones

La granadina Melissa Herrera participa en el programa de Canal Sur 'La tapa es nuestra''

Melissa Herrera siempre sintió una enorme atracción por la cocina.
Melissa Herrera siempre sintió una enorme atracción por la cocina.
L. Mingorance Granada

19 de febrero 2014 - 01:00

La granadina Melissa Herrera, natural de Graena se ha propuesto un auténtico reto: demostrar a toda Andalucía que la tapa es "cosa nuestra". Así, ni corta ni perezosa, participa desde la semana pasada en el concurso televisivo La tapa es nuestra, un nuevo programa de Canal Sur, donde la improvisación y los sabores se funden para el deleite visual de los espectadores.

Lo más curioso de esta historia es la forma en que Melisa Herrera terminó inmersa en un mundo protagonizado por los fogones. Según relató ayer, de pequeña siempre estuvo interesada en todo aquello que su familia cocinaba, sus ingredientes o sabor. Sin embargo, en un momento dado decidió que lo suyo, más que la cocina, era ser actriz y se marchó a Madrid donde consiguió un trabajo como friegaplatos para pagar sus primeros gastos. "Mentí en mi curriculum para entrar en este restaurante, pues nunca había trabajado en uno ni tenía la formación", detalló Herrera, que explica que poco a poco se fue introduciendo en la cocina. "Siempre me estaba informando, preguntando todo lo que se cocía y ellos me veían con muchas ganas y pasión que nunca he perdido", relata Herreros, que recuerda como la primera oportunidad que le dieron para entrar de lleno en una cocina fue en el restaurante Jarritus. Desde entonces, su carrera, fue astronómica. Pasó de ser la friegaplatos a elaborarlos ella misma, según relata, gracias a cocineros que confiaron en ella después de comprobar que sentía un enorme interés por cada procedimiento culinario.

Sobre el programa, La tapa es nuestra relata que el reto consiste en hacer el mejor bocado tapa con una serie de ingredientes, en ocasiones reversionando los platos de otro chef u otras pruebas donde lo importante es ser capaz de sorprender al jurado y llegar al corazón del chef. Una tarea que desempeña siempre luchando pues lo que verdadermante le gusta es la cocina, y según dice "aunque no he podido pagarme la escuela, éste esfuerzo te mueve el alma y es lo que te hace cocinar y que surja imaginación para sorprender con un plato".

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