La fumigación del aula pone fin al conflicto con los 'anti Bolonia'

Una empresa desinfectó ayer los espacios ocupados en Ciencias del Trabajo por los estudiantes encerrados

Rueda de prensa de ayer de los alumnos encerrados.
Rueda de prensa de ayer de los alumnos encerrados.
Ester Araúzo / Granada

05 de junio 2008 - 01:00

Las máquinas fumigadoras trataron ayer de poner punto y final a los problemas surgidos en la Facultad de Ciencias del Trabajo a raíz del encierro estudiantil contra el Plan Bolonia en el aula 3 del centro desde el pasado 13 de mayo. Al menos 24 horas estarán ahora cerrados tanto esta clase como los servicios de esta planta y la sala de estudios, espacios en los que también actuó en la mañana de ayer una empresa fumigadora contratada por la Universidad por indicación de su Servicio de Riesgos Laborales.

El aula 3 fue el último lugar en ser desinfectado, ya a última hora de la mañana, dado que los estudiantes se negaron a abandonarla sin que antes se les mostrara el informe que demostraba la necesidad de esta actuación. Los alumnos encerrados aseguran que no existe ninguna plaga de insectos, apoyándose en que, de ser así, ellos serían los primeros afectados, ya que han pasado muchas horas e incluso dormido allí. Asimismo denuncian que el Servicio de Riesgos Laborales sólo echó un vistazo al aula para elaborar su informe.

Este documento fue el asunto central de la reunión mantenida ayer antes de la fumigación entre algunos de los estudiantes y representantes de la Universidad, entre ellos el decano de la facultad, Antonio Delgado, y el vicerrector de Calidad Ambiental, Bienestar y Deporte, Pedro Espinosa. Aunque éste se negó a hacer declaraciones sin presentar antes el informe ante el rector, los estudiantes que participaron en el encuentro señalaron que no se les dejó ver el documento, pero se les leyeron las conclusiones, que según ellos, apuntaban que la fumigación era "preventiva", basándose en las picaduras de las que se quejaron dos trabajadoras del centro universitario. Fue precisamente el personal de administración y servicios el que puso de manifiesto la semana pasada que la situación era insostenible, al negarse a trabajar alegando falta de higiene y de seguridad provocada por el encierro estudiantil.

El acuerdo al que llegaron ayer con la Universidad fue, indicaron los estudiantes, que desalojarían el aula a cambio de que se desmintieran algunas de las acusaciones que se han vertido sobre ellos. El funcionamiento del centro se prevé que vuelva a la normalidad una vez pasado el tiempo de clausura de los espacios en los que actuó ayer la empresa, donde por el momento anuncian unos carteles: "Prohibida la entrada por fumigación".

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