"La fusión es una idea buena aunque tenga problemas de ejecución"

José Luis García Puche. Jefe de servicio de Oncología

Con más de 40 años de trabajo en el Hospital Clínico, el doctor García Puche reconoce la oportunidad de la fusión pero reclama mejoras.

El oncólogo José Luis García Puche, ayer durante la entrevista.
El oncólogo José Luis García Puche, ayer durante la entrevista.
S. Vallejo, Granada

14 de octubre 2016 - 01:00

-Con toda una vida dedicada a la medicina y la sanidad, ¿qué opinión tiene de la fusión de hospitales y el nuevo mapa sanitario?

-Hay una mezcla de problemas serios que conviene clarificar. En el siglo XX el Hospital Clínico, que estaba mal y viejo, apostó por hacer uno nuevo en el PTS. Eso fue la ilusión de los profesionales que pensaban en irse a uno nuevo. Ya en el siglo XXI, una empresa gastó un millón de euros en entrevistarnos a los profesionales para diseñar el nuevo centro. Fueron los primeros pasos de un proyecto. En 2010 llegan las primeras iniciativas de la Consejería de que los servicios se unan en todas las provincias. Eso es una idea intrínsecamente buena aunque tenga problemas en su ejecución. Es bueno unir criterios porque no tiene ni pies ni cabeza tener tratamientos diferentes a 100 metros.

-Entonces la creación de unidades únicas es positiva.

-Claro, no tenía sentido antes. La variabilidad clínica no tiene más razón de ser que los avances científicos, no la opinión "caprichosa" de los profesionales.

-¿Y qué pasó después?

-Con la crisis se juntan las dos cosas, la fusión con el nuevo hospital. En 2012 un grupo de profesionales fuimos a entrevistarnos varias veces con el entonces gerente del SAS José Luis Gutiérrez para ver qué era lo prioritario: fusión o traslado. La decisión fue primero mudarse y luego juntarse. Pero en noviembre el nuevo gerente vino con otro proyecto que no se parecía en nada y significaba un gran traslado en el que desaparecía el Clínico. Eso a ellos no les importaba, pero a mí si. Y ese cambio tuvo que haber sido transmitido con sus ventajas y no lo fue, quizá culpa nuestra, porque cuando se preguntó a los trabajadores el 90% dijo que no a la fusión. Entonces algo fallaba. En estas cosas en 2014 vino la consejera y el nuevo gerente y se volvió a explicar. Yo dije entonces que eso suponía que se aniquilaba el Clínico. Esperaba que mis compañeros me sacaran a hombros, pero me corrieron a gorrazos. Yo lo admití pero cuando se ha materializado la fusión hay problemas a todos los niveles. No son caprichosos los que protestan porque esos problemas había que haberlos previsto, identificado y resuelto. Ahora todo el mundo está cabreado y así se magnifican los problemas. Por ejemplo, también se ha trasladado La Salud, aunque no es comparable, pero sí ha sido uniforme que la actitud de los profesionales es la misma. Sin embargo en nuestro centro ha habido muchos problemas y si los profesionales están desmotivados o cabreados, se magnifican.

-Entonces admite que de base ha habido falta de comunicación.

-Yo creo que sí. Sobre todo se ha intentado hacer desde la gerencia, quizá han fallado los directivos. Ahora hay que sentarse humildemente y honestamente y reconocer qué problemas hay, no decir que no hay, y después arreglarlos.

-Es optimista. Tiene arreglo.

-Sería infame que no pudiéramos arreglarlo. La apuesta de la Consejería por el PTS es la mayor que yo recuerdo. Pero si no se arreglan bien los problemas del hospital todo se irá al garete. Eso hay que arreglarlo sí o sí. Honestamente sentarse, ver qué se ha hecho mal y arreglarlo, con voluntad, que creo que existe. Hay que darle voz a los profesionales.

-También ha habido rencillas entre servicios a la hora de la fusión.

-No lo se pero aquí no caben las rencillas, eso es en la calle. Las rencillas que repercutan a los pacientes están fuera de lugar. El problema es que es posible que en el diseño, buscando la excelencia, hay algo que no cuadra.

-Se pide ahora revertir la situación y recuperar dos hospitales completos. La gerencia dice que nunca los hubo.

-El Clínico no era general pero era "bastante general". Hay que entender lo que no se ha hecho bien para que se haga. Estamos a tiempo. Si hay que dotar y poner refuerzos de personal, que se ponga. Que lo discutan los profesionales para evitar que los problemas se magnifiquen. Hay que arreglarlo. Si no tiene arreglo es para colgarnos.

-Si no se hace ahora se cronificarán los problemas.

-Hay muchos profesionales frustrados. Tampoco son caprichosos todos los compañeros, tienen su motivo. Pero si hay actitud la solución será más dulce.

-Y presupuesto.

-Tiene que haberlo. Salud lo ha programado para hacer un centro de excelencia y eso se hace con profesionales y buenos.

-¿Y volver a la situación anterior?

-Tampoco tiene sentido ni es necesario. Si admitimos que la fusión es buena se puede mejorar y adecuar criterios. Buscar centros de excelencia es bueno.

-Entonces las palabras clave son diálogo e información.

-Y honestidad para reconocer errores y valentía para solucionarlos. Al paciente, que es el eje central, hay que resolverle sus problemas en la medida de lo posible. Y en mi opinión hay mucho margen de mejora.

-Hay diferencias entre diseñar sobre el papel y luego mudarse.

-No tiene sentido decir que está todo muy bien. Hay algo que chirría y en medio está el paciente que es el que dice lo que está sucediendo. Tampoco se puede manipular a los pacientes. El médico es un profesional que trata de arreglar problemas. Si el paciente lo dice algo notará, algo habrá visto de que con respecto al anterior modelo va peor. Pero sí o sí tiene que arreglarse. No se puede perder la oportunidad y la apuesta tan grande de la consejería. Soy optimista porque soy realista. Escuchando a los profesionales van a sacar adelante la situación.

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