"El futuro del sector en Granada está lleno de esperanza e ilusión"

Los videojuegos se han convertido en la primera forma de ocio audiovisual en España -tal es la importancia que el pasado 29 de agosto fue el día internacional de los Videojuegos-. En cambio, España como industria aún tiene mucho camino por recorrer en cuanto al desarrollo y formación de proyectos relacionados con este ámbito para poder llegar a tener una mayor presencia en el resto del mundo. Pero toda historia tiene su comienzo, y en Granada ya se está tanteando desde hace años la industria del videojuego y se han realizado pequeños proyectos que resultan interesantes desde el punto de vista local.

Estudio Nemo, IllusionShard o los centros de formación Sboza2 y Artebit, son solo algunos de los focos granadinos que están actualmente trabajando en una industria prometedora.

Los videojuegos no solo son objetos destinados al entretenimiento, sino que "desde un punto de vista económico, se han convertido en un motor que representa en algunos países un porcentaje importante del PIB", explicó a este periódico el diseñador de software de Estudio Nemo, Alfonso Jurado. España, aunque no haya logrado un puesto clave en Europa como productora, sí que es una gran consumidora: el sector ha movido en el país 1.163 millones de euros (casi 800 de ellos facturados mediante el mercado físico, que aún no ha sido desbancado por el formato digital).

El encargado del Centro ArteBit de la capital, José Luis Hurtado, destacó en una entrevista con este medio que el consumidor de videojuegos está ampliándose, "ya que el estigma de que un videojuego es solo para niños -Minecraft- ha derivado en la existencia masiva de videojuegos para un público más adulto", como es el caso del género shooter, o las aventuras gráficas que hacen pensar al jugador más avanzado.

Estudio Nemo es uno de los pioneros en Granada, con más de 15 años de historia a sus espaldas y trabajan "en aplicaciones de formación gamificada para opositores -la última para las oposiciones de Correos- y en dos proyectos paralelos de videojuegos -uno bebe del exitoso Pokémon Go, al utilizar el geoposicionamiento sobre el mapeado de la ciudad y el otro, titulado Ashai: Morning Fire, que podría llegar a consolas además de PC-".

Las cosas no han resultado fáciles para este pequeño estudio afincado en el barrio de Figares. Pero Jurado destaca "la evolución vivida". Según ha pasado el tiempo ha creado "relaciones profesionales con los nuevos estudios que afortunadamente han ido apareciendo, aumentando la confianza a la hora de contar con posibles socios en proyectos".

Uno de esos estudios es IllusionShard, que en 2016 presentó su primer proyecto -The Cat Sidhe- en el contexto de la feria Granada Gaming, una de las más importantes en el mundo de los videojuegos a nivel andaluz. Este equipo de desarrollo independiente afincado en el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE), sigue trabajando en un proyecto que poco a poco va tomando forma, y del que se esperan nuevas noticias durante los próximos meses.

El desarrollador de software de Estudio Nemo, Alfonso Jurado, cree que "no es difícil sacar adelante una productora local, siempre que se den una serie de condiciones, y teniendo una buena planificación y experiencia previa". Con sus 15 años de historia, desde el equipo recomiendan no tener vértigo, ya que "al principio hay cierta incertidumbre, pero siendo realistas y sobre todo constantes, el trabajo sale para adelante cada vez de forma más automática".

Debido a esto, y al talento existente en Granada, "el futuro de los desarrolladores granadinos es esperanzador y está lleno de ilusión" para Jurado, sobre todo, destaca, "contando con el apoyo de una asociación tan específica como Granada Jam". Según el desarrollador, estas circunstancias deberían "revertir en la creación de una industria duradera en la provincia y la proliferación de estudios de desarrollo".

¿Qué es exactamente Granada Jam? Alfonso Jurado, principal impulsor del proyecto, lo define como "una asociación sin ánimo de lucro que fomenta la cultura y profesionalización de la creación de videojuegos y todas sus disciplinas relacionadas". Entre las medidas adoptadas por Granada Jam se encuentran charlas mensuales que se proyectan para explicar diferentes ramas relacionadas con la industria, y se apoyan en un taller práctico posterior. El otro pilar básico es la conocida como 'jam' -gratuita, al igual que las charlas-, que consiste en ofrecer un reto: un equipo formado por programadores, artistas, músicos y animadores se organizan y realizan un videojuego según el tema que le haya tocado en un plazo máximo de 48 horas. Jurado indica que "aunque pueda parecer una locura, es una experiencia que engancha, sirve de ejercicio y ayuda a aprender entre los participantes al ser una experiencia colaborativa". Sin duda alguna, un método para crear contactos y conexiones entre aquellos profesionales afincados en Granada.

El Centro ArteBit, con José Luis Hurtado como responsable, desarrolla cursos que "se adaptan bien al alumno: no es lo mismo dar clases a niños de 8 años que a un joven con experiencia previa". Su método es simple pero efectivo: enseñar proyectos propios del centro y sus alumnos, que estos aprendan de ellos, y se fijen como meta final realizar un videojuego parecido totalmente jugable. Un apunte: algún alumno de la academia ya trabaja colaborando con otros estudios.