Toros

Los ganaderos de lidia de Granada buscan ayuda para no mandar sus toros al matadero

  • La delegada de Agricultura, María José Martín, promete ayuda y medidas de divulgación a las ganaderías de lidia de la provincia de Granada

  • El coordinador de la Fundación del Toro de Lidia en Granada, Fernando Navarro, destaca el papel de las ganaderías en medio del mundo rural

Los ganaderos de lidia de Granada buscan ayuda para no mandar sus toros al matadero

Los ganaderos de lidia de Granada buscan ayuda para no mandar sus toros al matadero / Fundación Toro de Lidia (Granada)

Las consecuencias del Covid-19 amenazan seriamente a los ganaderos de bravo de Granada. Las cuatro ganaderías de lidia que existen en la provincia – Herederos de Francisco Rodríguez Balderas, en Güéjar-Sierra; Francisco Porcel, en Lugros; La Prusiana, en Íllora; y Castillo de la Reina, en Lanteira – han visto reducido a la nada el número de venta de sus reses en este 2020 tras cancelarse, progresivamente, todos los festejos taurinos populares que tienen cita cada año. Un hecho que amenaza, según los propios ganaderos, la subsistencia de sus respectivas explotaciones.

Esta situación es la que ha llevado este martes a los ganaderos de bravo y a la Fundación del Toro de Lidia hasta la Delegación de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, buscando ayudas y medidas específicas para el toro en la provincia de Granada. La delegada María José Martín ha escuchado las reivindicaciones del sector y las necesidades particulares que tienen las ganaderías bravas granadinas. Por su parte, desde la Delegación, Martín ha asegurado que la Junta de Andalucía está trabajando en este sentido, tanto desde la Consejería de Agricultura como desde la Presidencia y espera que, en el menor tiempo posible, puedan estar listas las medidas a adoptar. 

Asimismo, durante la reunión se ha señalado la importancia que el toro bravo tiene para el medio natural en Andalucía, tanto por su valor genético como por su papel en la conservación de los biotopos andaluces. Por esta razón, Martín ha señalado que la Delegación de Agricultura apoyará aquellas iniciativas a poner en valor el campo bravo y divulgar el trabajo que se hace desde las ganaderías de lidia de Granada. 

El coordinador de la Fundación del Toro de Lidia en Granada, Fernando Navarro, por su parte, ha subrayado que aunque no son muchas cabezas de ganado – unas 300 – la administración no puede mirar para otro lado ante las reclamaciones que llegan desde el campo bravo: “son ganaderías pequeñas, sí, pero son parte de nuestro medio rural y además contribuyen con su labor a mantener la tradición ganadera de la provincia y mantener vivo el espíritu de tantos pueblos de Granada donde sus fiestas giran en torno al toro bravo”. Los pueblos de las comarcas del Marquesado, Guadix y Baza, además de la Alpujarra, acogen anualmente medio centenar espectáculos taurinos que se nutren, en su mayoría, de las explotaciones pecuarias de la provincia.

La ganadera de Rodríguez Balderas, Julia Miralles, ha señalado la necesidad de encontrar ayuda en la administración para poder seguir manteniendo vivo parte del ecosistema en el que se encuentran, junto al Parque Nacional de Sierra Nevada, donde sus toros llevan pastando desde 1919. Estas reses, cuenta Miralles, proceden de los antiguos hierros de Fernando Parladé y Florentino Sotomayor y se ha mantenido desde entonces su carga genética original: "nunca hemos refrescado con nada de fuera especialmente porque nuestros toros han conseguido adaptarse al clima de Sierra Nevada y a soportar el rigor del frío y de la nieve".

Castillo de la Reina es una de las ganaderías más recientes que existen en la provincia y que nació en 2013. Encarnación Medina es la propietaria de este hierro que regenta junto a su marido e hijos. Los toros pastan también a gran altura, en las faldas de Sierra Nevada, a 1500 metros de altura, y no es extraño para ellos ver cómo las vacas paren bajo la nieve. Medina comenta cómo este año ya tenían vendida toda la camada y que se iba a lidiar, como en los últimos años, en los principales pueblos de la comarca del Marquesado. Sin embargo, ahora la incertidumbre se ciñe sobre ellos: "los toros tienen que comer todos los días y lo hacen incluso antes que nosotros. Sin ingresos se hace difícil ver el futuro a la ganadería ya que criar cada animal sale por encima de los 3000 euros". Por ahora se resisten a llevar ninguna de sus reses al matadero más aún viendo el precio al que le pagan el kilo de carne: "ahora el mercado está saturado y están pagando 1,40 euros el kilo. Así que por animal pueden llegar a darte unos 300 o 400 euros". La rentabilidad no se encuentra por ningún lado. 

Por ahora estas dos ganaderías de lidia granadinas aguantan el chaparrón como pueden y confían en que lleguen las ayudas por parte de la administración, al menos mientras el mercado taurino vuelve a reactivarse. El panorama no es alentador pero confían en que la tormenta pase pronto. 

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