El enfrentamiento entre los agricultores de Granada y el grupo Lactalis, al que pertenece la empresa Puleva, por el precio de la leche sigue vigente y, ante la falta de acuerdo de ayer,  son muchos los trabajadores del sector que, bajo el lema #lecheroscontragoliat, han comenzado a tirar la leche como señal de protesta. 

Según explica Miguel Monferrer, representante de COAG Granada, en la provincia existen unas 5.000 cabezas de vacas lecheras, un 8% de la producción total de Andalucía, lo que la convierte en un lugar fundamental dentro de la producción láctea, en lo que también juega un papel clave el hecho de que sea en la capital donde Puleva, empresa tradicional del sector, tenga su sede. 

Monferrer se muestra crítico con la decisión de la empresa de bajar el precio por kilo unos 9 céntimos, pasando así de los 59 que se abonan actualmente a unos 50 que se prevé pagar. O se pagaba, porque el contrato entre la cooperativa y Lactalis, por el que abonaba ese precio, concluyó en marzo y el nuevo, según la versión de COAG, arrancaría, si se llega a un acuerdo, en mayo, por lo que durante abril no ha habido ningún precio fijado. 

Por su parte, desde Lactalis explicaban ayer que sus propuestas buscan "ajustar de forma gradual el precio de la leche en las ganaderías al contexto y al mercado español y europeo", en el escenario actual de reducción de consumo de los productos lácteos en España, con algunas categorías experimentando bajadas de precios en los puntos de venta como los yogures y los quesos.

A nivel andaluz, esta reducción supondría unas pérdidas de 20.000 euros al mes y, aunque en Granada Monferrer no ofrece cifras generales, sí que pone como ejemplo una explotación ganadera de unas 700 cabezas de ganado en la que, en caso de producirse esa bajada, perdería unos 80.000 euros en un solo trimestre. 

"Van a llevarnos a la ruina si siguen así", sentencia el representante de COAG, quien asegura desconocer los motivos que están llevando al grupo a tomar estas decisiones, al tiempo que pide unidad para los ganaderos frente a la idea, que asegura comienza a extenderse, de tratar de negociar de uno en uno, algo que "no salió bien en el pasado.