Entre la ganga y la necesidad

El comercio electrónico de productos de segunda mano está de moda. Esquís, mantas eléctricas, mascotas exóticas... Todo es susceptible de ser comprado o vendido en la red y, cada día, se hacen más transacciones. Según la Organización Nacional de Telecomunicaciones, casi el 16% de los internautas que realizaron una compraventa el año pasado lo hicieron a través de una página web de anuncios clasificados.

Los cambios de hábitos de consumo provocados por la crisis y el crecimiento de la población con acceso a internet parecen estar detrás del crecimiento exponencial de los compradores y vendedores particulares que usan las páginas de anuncios clasificados como medio de contacto. En esa línea se muestra Rafael López, director del portal tablóndeanuncios.es quien asegura que, desde los inicios de la crisis en 2008, el número de visitantes únicos de su web ha crecido un 130%. Otros portales llegan a cifrar la subida en un 300%. Es el caso de segundamano.es, líder del sector en España.

El tráfico de visitantes y anunciantes no ha sido lo único que ha cambiado la crisis. Según López, los anuncios también se han adaptado a las nuevas tendencias y, sobre todo, a las nuevas necesidades. Se han disparado los anuncios de artículos de ocio y de lujo como, por ejemplo, las motos acuáticas, las escopetas de caza, los barcos de recreo, palos de golf, etc.

"Vemos que muchos de los que actualmente usan nuestra web lo hacen para intentar desprenderse de artículos propios de aficiones caras que, probablemente, ya no puedan seguir permitiéndose", matiza el empresario.

Asimismo, la falta de empleo ha hecho que se multipliquen los anuncios que demandan un puesto de trabajo. No es difícil de explicar: con casi 5 millones de parados, los anuncios clasificados se han convertido en un recurso más para intentar acceder al mercado laboral. "Hace unos años, era raro ver anuncios de curriculum vitae. Hoy, sin embargo, se cuentan por miles", señala.

Aunque la crisis es el principal factor que explica el crecimiento y la proliferación de webs de anuncios clasificados, es también un motivo de preocupación para los directivos de este tipo de empresas puntocom. Hay que tener en cuenta que la mayoría no cobra por usar sus servicios ni impone comisión alguna a las partes. Su principal fuente de ingresos es la publicidad y el canon que aplican a ciertos vendedores profesionales, como inmobiliarias o concesionarios de coches.

"El principal peligro que le vemos a la crisis que vivimos es la bajada del número de usuarios reales. Antes de 2008, la mayor parte de los usuarios nos visitaba desde su trabajo, en horas de descanso o ratos muertos. Ahora, muchos de ellos están en el paro y lo hacen desde casa, pero si se prolonga esta situación y no encuentran trabajo, acabarán por darse de baja de internet y, por lo tanto, dejarán de usar la web ".

También, en palabras del director de tablondeanuncios, se nota que el mercado "está muy parado" en el sectores como el inmobiliario o el automovilístico, cosa que podría suponer un recorte considerable de ingresos a medio y largo plazo. "La gente no está muy por la labor de pagar comisiones a inmobiliarias y busca básicamente alquileres baratos", revela.

Sin embargo la peor parte se lo llevan los particulares que intentan vender un bien inmueble. "Llevamos bastante tiempo detectando casos de propietarios de locales, casas y pisos que denotan cierta desesperanza. Hay gente que lleva dos o tres años sin poder vender su casa a pesar de que han rebajado considerablemente el precio", observa.

Otro punto que preocupa a los portales de clasificados es el incremento del fraude. "Luchar contra los engaños es muy complicado. La única fórmula efectiva es revisar los anuncios uno a uno y realizar siempre la compraventa en persona".

Además, es importante que el usuario tenga en cuenta una serie de consejos útiles como evitar hacer adelantos de dinero, comprar el producto antes de verlo o facilitar números de cuentas bancarias. "Hay timos que son de cajón, como por ejemplo, los que piden que se llame a un 806 o que se den señales para alquilar pisos que no hemos visto. Otras tretas, por contra, son más elaboradas. Para esos casos tenemos una sección muy útil donde damos ejemplos de anuncios fraudulentos que hemos detectado y que dan una referencia al futuro comprador de las estrategias que siguen estos delincuentes", defiende.

Aún tratándose de uno de los principales problemas a los que se enfrenta su empresa, el responsable de tablondeanuncios.es cree que es más probable que se produzca un delito de estafa en la calle que en la web.

"Se ha demonizado mucho al comercio electrónico desde los distintos medios de comunicación. Siempre que aparecemos en el telediario lo hacemos por casos de estafa y cosas por el estilo. Pero lo cierto es que si se siguen una serie de pautas muy sencillas por parte de las empresas que ofrecemos este servicio y los propios usuarios, el engaño se hace más difícil en la red que en la vida real", puntualiza.

Internet no es el futuro, es el presente y está provocando una auténtica ola de cambios en ámbitos como la comunicación o la política. Ahora le ha llegado el turno a la compraventa entre particulares. ¿Qué será lo siguiente?