Los vecinos de Baza se están preguntando si serán uno de los clientes de Electro Baza que han sido estafados. Antonio José e Inmaculada, los propietarios de una pequeña tienda de electrodomésticos situada en la Avenida José de Mora, conseguían importantes préstamos personales a sus clientes mediante un banco on line. Hasta ahora la cantidad conseguida con ellos es de 16.000 euros.

Los presuntos estafadores conseguían la fotocopia del DNI del cliente con el pretexto de cumplimentarles la garantía del producto de la compra. A partir de esa fotocopia, un entramado de falsificaciones de todo tipo de documentos, firmas, nóminas y recibos hacía posible que la financiera concediera importantes préstamos personales a unos clientes que desconocían tanto la concesión del préstamo, como los pagos mensuales que supuestamente realizaban, pues todos estaban domiciliados en la Calle Ferrocarril.

Al parecer los propietarios podrían no estar solos en esta estafa, pues es difícil entender que ellos solos sean capaces de falsificar de modo casi exacto nóminas del SAS, de la Consejería de Educación, de la Seguridad Social, de recibos de pago de impuestos de bienes rústicos y urbanos, entre otros.

De momento el matrimonio, natural de Caniles, dejó la ciudad hace un par de semanas. Un taxista los desplazó hasta Lisboa, desde donde embarcaron en un vuelo hacia algún país hispanoamericano. Podría ser Bolivia, pues Antonio manifestó en alguna ocasión que había comprado una finca en ese país. Antes de marcharse, liquidaron todas las existencias del establecimiento, vendiendo incluso un vehículo a bajo precio.

Fue una vecina de Baza, empleada del SAS y víctima del engaño, quien descubrió el entramado. Sin embargo, su insistencia le ha valido que su préstamo de 16.000 euros fuera cancelado en su totalidad por el establecimiento, cuando tan solo llevaba dos mensualidades. Lucía García, al contrario que el resto de los estafados, sí recibió en su domicilio la notificación del pago de una cuota del préstamo, puesto que disfruta de otro con la misma financiera, que contrató en Muebles Antonio Jiménez con anterioridad. Tras llamar insistentemente a la financiera para exponerles que ella no había contratado ese préstamo, logró que se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo. También se presentó en Electro Baza, donde le dijeron que todo había sido un error, que se habían traspapelado unos documentos, y que su préstamo estaba cancelado. Así fue y así se lo certificó Uno-e, la entidad prestamista. Pero Lucía, intranquila, pensó que podía ser víctima de otros fraudes y decidió denunciar en la Comisaría de la Policía Nacional.