"La gente cree que el procurador cobra y no hace nada. Eso hay que cambiarlo"

Mónica Navarro-Rubio es decana del Colegio de Procuradores desde octubre del año pasado. Sustituyó en el cargo a José Gabriel García Lirola, uno de los impulsores de 'Lexnet', la herramienta informática que ha permitido la notificación telemática de las resoluciones. Ella ha continuado el trabajo al frente de un colectivo que no es ajeno a los cambios que se están produciendo en la Justicia y que va a asumir nuevas e importantes funciones.

-Los jueces y fiscales, con el apoyo expreso de los abogados, están movilizándose contra las reformas del Gobierno en materia de Justicia. ¿Ustedes no protestan?

-Sí. De hecho, en el último paro parcial convocado por la Comisión Interasociativa de Jueces y Fiscales también participamos. Lo que pasa es que nosotros hasta ahora hemos optado por una forma diferente de protestar. Tanto en el Senado, como anteriormente en el Congreso, hemos hecho unas enmiendas a través de los grupos parlamentarios, esperando a que dieran su fruto, lo cual, como se sabe, no ha sucedido. Entonces, ahora mismo, hemos protestado formalmente a través del Consejo General de Procuradores, al Ministerio y al Gobierno.

-Pero su colectivo no ha salido a la calle.

-Movilizaciones no hemos hecho ninguna. No, porque nuestra idea desde un principio fue intentar utilizar los cauces legales para que se pudiera modificar. Pero, por supuesto, estamos totalmente en contra de la Ley de Tasas Judiciales tal y como se está planteando ahora. Sí creemos que son necesarias unas tasas judiciales, pero unas tasas judiciales con sentido común, como existen en el resto de Europa.

-¿Cómo les perjudica a ustedes el 'tasazo'?

-No sólo nos perjudica a nosotros. Creemos que sobre todo perjudica al justiciable. Entendemos que esto va a pasar a ser una justicia de muy ricos y una justicia de muy pobres. Creemos que va a limitar el derecho a una tutela judicial efectiva, por mucho que la exposición de motivos de la ley y el ministro [Alberto Ruiz-Gallardón] digan que no lo va a limitar. Va en contra sobre todo del acceso a la justicia del ciudadano. Y a nosotros nos va a afectar porque mucha gente no va a poder recurrir.

-¿Se van a ver mermados sus servicios profesionales

-Sí, se van a ver mermados porque mucha gente, como he dicho, no podrá acceder a la apelación, ya que tendrán que pagar 800 euros más el 0,5 de la cuantía del procedimiento. Dicen que ese dinero luego, efectivamente, va incluido en tasación de costas y se recupera. Pero claro, eso sucederá siempre y cuando el demandado tenga dinero para pagarlo. Estamos en las mismas. La gente no va a querer recurrir en apelación y va a tener que quedarse con una sentencia que a lo mejor es injusta, pues hay muchas sentencias que se revocan en segunda instancia. Al margen de como nos afecte a nosotros, entendemos que es totalmente injusto para el ciudadano.

-¿Cómo influyen los cambios previstos en los registros civiles a los procuradores?

-La ley de Registro Civil no afecta demasiado al colectivo. Va a afectar, otra vez, más al ciudadano, pues van a hacer falta ciertos trámites, como establecer cuál es el régimen económico matrimonial antes de casarse, que van a obligar a la gente a pasar por un notario antes de la boda. Es un gasto más que se le ocasiona al justiciable. Hasta ahora las partidas eran todas gratuitas y ahora las de matrimonio no lo van a ser; las de nacimiento y defunción, sí, pero no las demás. Lo que sí nos va a afectar

-¿Y el resto de las reformas?

-Las modificaciones en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) sí nos van a afectar mucho, así como la ley de Demarcación de Planta. Ahora mismo hay una comisión de expertos, entre los que hay un procurador -que es el decano de Madrid-, en la que se están discutiendo todas nuestras nuevas funciones. Quieren convertirnos en agentes de autoridad, con lo que ya no sería necesaria la presencia de dos testigos para hacer los actos de comunicación (notificaciones, emplazamientos, citaciones...). También pretenden ampliar nuestras facultades en ejecución, de modo que seamos el secretario y los procuradores quienes llevemos a cabo la ejecución, un trámite fundamental, pues no sirve de nada tener una sentencia favorable si luego se tarda dos años en ejecutarla. Yo creo que las nuevas facultades que se suponen que tendremos serán buenas para agilizar la Justicia y para el justiciable.

-¿los recortes les afectan de algún modo?

-Sí nos afectan. A nosotros nos pagan los clientes y a los clientes les cuesta muchísimo trabajo pagarnos, dentro de que nuestros honorarios están establecidos en unos aranceles y no son nada caros. Por ejemplo, realizar un acto de comunicación en la calle no sé si son 30 ó 40 euros. No son precios altos, pero nos cuesta muchísimo trabajo cobrar. Ahora mismo tenemos un nivel de morosidad enorme y tenemos que plantear juras de cuentas. Los recortes afectan también en los juzgados, pues no mandan funcionarios de repuesto y los asuntos se ralentizan más.

-¿Están dando facilidades a los clientes a la hora de pagar?

-En mi despacho, sí. Y yo creo que aquí todo el mundo es muy consciente de la crisis que se está viviendo actualmente y se intenta un poco facilitar las cosas a la gente.

-Ustedes son una víctima más de la recesión.

-Sí, claro. Como todos.

-¿En cuánto se han reducido las ganancias desde que entró la crisis?

-Los despachos se han visto afectados no sólo a la hora de cobrar, que cuesta muchísimo, sino en el número de asuntos. Si uno no sabe con claridad que el demandado tiene bienes para poder embargarle, es una tontería poner una demanda y la gente lo sabe. No sé, pero en un 50% sí se han visto mermados los pleitos.

-Y por ende los ingresos.

-Sí, y por ende los ingresos. Ahora estamos cobrando muchos pleitos antiguos, pero en poner nuevos procedimientos la cosa ha bajado mucho. Hay muchos clientes con sentencia, pero como sabe que su contrario no tiene bienes, decide no seguir adelante con la ejecución, con lo cual no ha servido de nada la primera fase. Luego muchas empresas están en concurso y eso hace que la gente no quiera ir contra empresas a no ser que conozca la solvencia del demandado.

-¿Cómo asiste su colectivo al drama de los desahucios?

-Bueno, como sabe, ahora se han suspendido todos los lanzamientos que afectan a viviendas habituales y se va a dar un plazo al demandado, por si está en uno de los supuestos previstos en la nueva ley, para solicitar la suspensión durante dos años. Eso significa que a nosotros se nos suspenden los procedimientos durante dos años y que, por tanto, no cobramos hasta dentro de dos años. De todas formas, antes de esta ley, ya muchos bancos retrasaban los lanzamientos en determinados casos y la dación en pago la están aplicando ya.

-¿Cree se está aplazando dos años el problema?

-Sí. Creo que se aplaza dos años el problema. Pero bueno, si esos dos años sirven para que una familia pueda salir adelante, no lo veo mal. De todas formas, las causas por las que se concede ese beneficio son muy tasadas. No se conceden a todo el mundo.

-¿Y qué solución cree que sería la mejor?

-Yo estoy a favor de la dación en pago. Creo que es fundamental. Si una entidad financiera concede un crédito sobre una vivienda, tendrá que calcular el crédito que da, y si se ha equivocado tendrá que asumir esa equivocación. Yo creo que sería una de las soluciones. Al garantizar la dación en pago, las entidades tendrían más cuidado, lo cual también entraña un peligro: que se concedan quizás menos créditos y haya menos dinero en el mercado.

-¿Cómo está ahora su profesión?

-Está en un cambio, en un cambio muy importante. Hasta ahora nuestra función era de representación de la parte y estamos asumiendo cada vez más funciones públicas. Ahora mismo, entiendo yo, no tiene sentido en un juicio que esté el procurador sentado en el estrado, pues creo que puede hacer cosas más importantes en los juzgados o en la calle. En determinados procedimientos sí es necesario que esté porque somos expertos en procesal, pero en otros creo que no.

-¿Apoyan las demandas del resto de operadores jurídicos en lo que respecta a la modernización de la Justicia y a la necesidad de medios?

-El Colegio de Procuradores de Granada fue uno de los fundadores y promotores de Lexnet [herramienta informática que permite la notificación telemática], que se comenzó a implantar en 2009, siendo José Gabriel García Lirola decano. Se hizo con un esfuerzo conjunto del decano de los jueces, de la Junta de Andalucía y de nosotros, que hemos tenido que adaptar nuestros equipos informáticos para recibir las notificaciones y repartirlas a nuestros colegiados. El colegio de Granada siempre ha apoyado las nuevas tecnologías, pero no solamente Lexnet, en cuyo uso hemos sido pioneros en Andalucía, sino además ahora con una plataforma de traslado de escritos que va a servir como base para, dentro de unos meses, presentar los escritos también al juzgado. Nuestro colectivo apoya las demandas. Ahora mismo, por ejemplo, hay un escáner por juzgado, lo cual es muy poco si quieren que todo se escanee para el expediente digital. Son medios que no son demasiado caros y son muy necesarios, al igual que los medios audiovisuales que lleva solicitando el juez decano desde hace tiempo para los juzgados de lo Penal. Efectivamente, faltan muchos medios y es una pena, porque agilizarían mucho más el proceso. Nos dan una herramienta informática como Lexnet que es estupenda, pero no dan a los juzgados los medios para su uso óptimo.

-¿Cómo está funcionando 'lexnet'? ¿Maneja cifras?

-Está funcionado muy bien. Yo no sé si irán ya en Andalucía millones de notificaciones telemáticas. Ahora mismo no le puedo dar datos exactos, pero es un éxito tremendo. Y a nivel nacional, también. Creo que el 78% de notificaciones son las realizadas a los colegios de procuradores. Está funcionando muy bien y además agiliza muchísimo, pues el mismo día el juzgado la envía al colegio y el colegio a los procurados. Además, sirve de garantía, pues es un sistema que no puede ser más seguro, ya que el colegio hace copia de seguridad diaria de las notificaciones. Antes las dejaban en las tacas y se podían equivocar de taca y el papel se podía perder. Aquí ya no cabe eso.

-El procurador siempre anda corriendo de un sitio a otro por los juzgados. ¿Están cambiando las nuevas tecnologías eso?

-No (risas). Seguimos corriendo porque a veces hay errores. Nos mandan en ocasiones notificaciones en blanco o no nos adjuntan por el escáner la documentación que dicen que adjuntan... Si se da una vuelta por los juzgados, nos verá siempre de un lado para otro.

-¿Se sienten valorados dentro del mundo judicial?

-Yo creo que sí, pero también creo que cada procurador debe hacerse valorar. Un procurador no debemos olvidar que es licenciado en Derecho igual que el abogado, y que somos especialistas en Derecho Procesal. Un procurador no es un profesional que lleva los papeles a los abogados; ése no es nuestro trabajo. El procurador tiene que hacer actos de comunicación, escritos de trámite... No puede quitarse las notificaciones y quedarse quieto. Creo que se está valorando cada vez más nuestra profesión, justamente con todas estas nuevas funciones que estamos asumiendo.

-¿Y la sociedad? ¿Cree que el ciudadano de a pie sabe lo que es un procurador?

-No (rotunda). Desgraciadamente, creo que no lo sabe. Creo que el ciudadano piensa que es una persona que cobra y que no hace nada, y debemos de cambiar esa imagen. Para ello necesitamos mucho la ayuda de los abogados, que deberían explicar a sus clientes quiénes somos y qué hacemos. Yo, normalmente, cuando hacemos los apoderamientos apud acta, que es una forma de otorgar el poder, suelo explicar al cliente cuál es mi función. Es verdad que somos un poco los desconocidos de la sociedad, pero con las nuevas funciones previstas pienso que vamos a ser mucho más valorados, pues además vamos a ser mucho más útiles a la sociedad.

-¿Cuántos procuradores hay en Granada?

-Cerca de los 300 en la provincia.

-¿Harían falta más?

-Si hay más pleitos, sí (risas). No lo sé, yo creo que ahora mismo está bien repartido. Imagino que habrá procuradores que tengan poco trabajo que le dirían que somos muchos y otros que tengan mucho trabajo que consideren que somos pocos.

-¿Cuándo cumple su mandato?

-Yo llevo un año y ahora hay renovación en marzo. Tenemos nuevas elecciones y, en principio, nuestra intención es seguir la junta directiva entera, pues tenemos ganas de trabajar y de hacer cosas.