Granada baila entre flores en un Día de la Cruz dividido entre fiesta y tradición

La ciudad celebró con fervor y sin incidentes el Día de la Cruz con tradición, colas interminables y críticas a una fiesta cada vez más masificada

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Día de la Cruz en Granada
Día de la Cruz en Granada / Fermín Rodríguez/ / GPMEDIA

Granada amaneció ayer oliendo a azahar y a sevillanas una jornada más, y, por supuesto, no fue casualidad. Tras un viernes repleto de baile, barras y tradición, la ciudad salió a la calle de nuevo este sábado 3 de mayo para celebrar el Día de la Cruz.

Afortunadamente, no se reportaron incidentes graves ninguna de las dos jornadas pese a que el viernes contó con un ambiente mas festivo con un gran número de personas que abarrotaron las calles de la ciudad, haciéndola intransitable en muchos momentos.

Las 62 cruces repartidas por la capital emanaron desde primera hora esa fragancia que atrae a propios y visitantes como si del Flautista de Hamelín se tratase. Desde las 12:00 de la mañana estaban abiertas en un horario que llegó hasta las 01:00 de la madrugada, cuando se dió por concluida la edición de este año. La jornada del viernes fue muy familiar a mediodía aunque por la tarde empezó a subir la asistencia a las cruces, con mucha gente joven. Las cruces con barra volvieron a ser las más demandadas y fueron casi la mitad de las instaladas.

Una mujer baila frente a la Alhambra en el Día de la Cruz
Una mujer baila frente a la Alhambra en el Día de la Cruz / Fermín Rodríguez/ / GPMEDIA

Camisas y mantillas en primavera

Las calles volvieron a albergar a jóvenes con camisas planchadas y flamencas con flores adornando su pelo. Una tradición, la de vestirse, que en los últimos años ha vuelto a tener un resurgir en la ciudad.

Las planchas funcionaron sin cesar para abastecer a aquellos que se agolpaban en las barras, donde se formaron colas para pagar con tarjeta o en efectivo, al igual que en los accesos a los diferentes recintos. Y en esto sí hubo evolución ya que hay cruces donde hasta la comanda se pide por datáfono y no hace falta tiket, solo tarjeta, agilizando las colas.

Rebasadas las 13:25 la temperatura era agradable en un sábado primaveral en el que las nubes permitían ver claros azules y donde el tiempo respetó el disfrute del 3 de mayo en Granada, el Día de la Cruz.

Espectáculo flamenco en el Día de la Cruz de Granada
Espectáculo flamenco en el Día de la Cruz de Granada / Fermín Rodríguez/ / GPMEDIA

A las 14:15 el metro ya estaba a rebosar de personas que no querían perderse las cruces. Mientras este redactor esperaba su vagón escuchó a un joven que exclamaba a su amiga “este año no me pierdo las del Albaicín”.

Mientras tanto, los bares no podían acoger más comensales, con terrazas llenas de júbilo y bebidas para refrescarse en un día en el que Lorenzo se hizo notar.

Las flamencas desfilaban por una ciudad convertida en pasarela. Lunares blancos y negros, bordados azules, rojos, amarillos y las mantillas que colgaban de los hombros con elegancia se llevaron todas las miradas de los turistas que eligieron este 3 de mayo para visitar la ciudad de la Alhambra.

Abriendo el apetito

Alcanzadas las 15:00 horas, en el Colegio Virgen de Gracia reinaban las sevillanas mientras los asistentes pensaban a qué plato le hincarían el diente y los niños se buscaban la vida sin unos columpios que ocntaban con un cartel que prohibía su uso..

Mientras tanto, otros buscan en sus bolsillos algún billete que les permitiera comprar algo, puesto que las cajas no admitían pagos con tarjeta, “Pablo dime un cajero o te hago Bizum después”, aseguraba algo preocupado uno de los presentes.

Cristina era una flamenca que acudió al lugar acompañada de su hija, ambas ataviadas del mismo modo. Esta opinó que la fiesta en el colegio estaba “muy bien organizada, no había mucha cola, no hay que esperar apenas y cada año cambiamos de cruz. El año pasado estuvimos en sagrado corazón”.

El Día de la Cruz en San Jerónimo
El Día de la Cruz en San Jerónimo / Fermín Rodríguez/ / GPMEDIA

Pillamos con la boca llena a Mar, Aída y Celia, unas jóvenes que disfrutan de las cruces en su colegio: "Super bien, nos encanta venir a nuestro cole a comer y el ambiente es inmejorable. Qué mejor que disfrutar de nuestras tradiciones".

Según Aída, "este año está más tranquilo porque este año ha cambiado algo, antes eran los profesores los que servían la comida y la bebida".

El momento de la comida contó con una banda sonora cuanto menos idónea, puesto que, mientras los mayores pedían sus bocadillos con lomo y queso y los más pequeños reclaman hamburguesas, sonaba “Sarandonga, nos vamos a comer”.

Los 'Peros' de propios y extraños

Yaiza, María y Sara bailaban en la Cruz de la calle Matilde Cantos. Yaiza reivindicó las cruces de su tierra: "Es la primera vez que venimos a Granada en Cruces, aunque las de Córdoba son mejores, están más elaboradas y falta ambiente". Por su parte, Marina, procedente de Pamplona, también comparió su 'pero', apuntando que "venimos de una cruz que parecía la de una farmacia".

A punto de alcanzar las 16:48 horas, este periódico charló con Pablo, un joven natural de Alhendín, el cual comentó que se dirigía hacia su cruz, que no es ni mas ni menos que la ganadora del primer premio de patios, es decir, la perteneciente a la Archicofradía del Rosario. "Vengo de tomarme unos rebujitos y ahora a estar de guardia en la cruz".

Respecto al premio, el joven encamisado aseguró que "hemos trabajdo mucho, dos semanas de montaje, limpiando platos, preparando macetas y subidos en escaleras, por eso es reconfortante. Usaremos el premio para cosas para la Virgen".

Dos mujeres bailan en la Cruz de la calle Matilde Cantos
Dos mujeres bailan en la Cruz de la calle Matilde Cantos / Jose Velasco/ GP Media

Este cofrade aseveró que "hay que recuperar la Cruz, se ha convertido en una verguenza, ahora es na' mas que sevillanas y fiesta, antes era alegría, se bailaba el flamenco típico de Graná; la zambra, la granaína y la reja. La gentye se venía a bailar, no tanto botellón y sevillanas ni pensarlo, eso en Sevilla".

Así, concluyó indicando que "el problema es que nos hemos centrado en las barras, por eso en mi hermandad no tenemos, sólo la cruz. ¡Qué pinta aquí El Rocío y las arenas, si aquí tenemos secano y Sierra Nevada!".

Este redactor interceptó a un joven conocido, un buen amigo llamado Francis, natural de Córdoba, el cual destacó que se había aumentado el horario, "cosa que nos gusta mucho a los jóvenes porque a las 23 te quedabas a medias. Hemos visto la Cruz de San Jerónimo, el centro, la Fuente de las Batallas y ahora vamos a Las Mercedarias".

Resaca tras un viernes álgido

Con el toque de las 18:00 horas se pudo confirmar que la segunda jornada de cruces fue mucho mas tranquila que la del viernes.

La canción "Felices los Cuatro" de Maluma sonaba en la Cruz de La Hermandad del Jesús de las Tres Caídas", aunque, en versión flamenco, como todo el repertorio que le sigue. En ese momento, dimos con otro cordobés, en esta ocasión llamado Carlos. Este comentó que “las cruces del Albaicín a mi gusto son culturalmente mejores, más petite comité aunque se llenan, pero los colegios son más modernos, con más espacio. La belleza y cultura está más bien allí aunque aquí se lo curran y es muy familiar”.

Fátima, una mujer mayor que jugaba con su nieta consideraba que las cruces de ahora “son mejores que las antiguas porque hay mas ambiente”.

La canción "La Sevillana" de Omar Montes puso a la mayor parte de los presentes en pie para bailar. Mientras, Ricardo esperaba en la cola para el baño, cuando redactor le preguntó por sus preferencias entre las Cruces y el inminente Corpus, a lo que este joven respondió que “es diferente, las Cruces tienen la esencia de Andalucía, se disfruta más”.

Colas kilométricas en un Albaicín intransitable

Al borde de las 20:38, la subida hacia el Albaicín era intransitable. Turistas se avalanzaban sobre el bus urbano C32 para hacerse un hueco en unos vehículos en los que no cabía un alfiler. En Plaza Nueva se escuchaban las típicas frases que pueden dar lugar a un conflicto si alguno de los remitentes tiene un mal día,. Frases como "vamos a ver, los empujones" y "la cola está para algo, llevamos aquí tres horas" se sucedían durante los escasos minutos en los que el autobús abrió sus puertas.

Sin embargo, la fiesta de las cruces también se trasladó al interior del vehículo cuando las puertas se cerraron. Se escuchaban bromas y uno de los presentes aseguró entre risas que "si las que vais vestidas de gitana bailáis aquí os invito a una ronda". Las risas desaparecieron cuando se observó una kilométrica cola para acceder a una cruz ubicada en la Cuesta del Chapiz. "Dicen que esta va rápida", aseguró una de las flamencas con intención de bajar del bus para pasar al recinto mencionado.

Cola en la Cuesta del Chapiz
Cola en la Cuesta del Chapiz / Jose Velasco/ GP Media

Fue bonito mientras duró ... o nó

Este redactor continuó hacia arriba, pues su destino era la cruz de la Cofradía Jesús de la Pasión, la cual también presentaba una cola para nada ignorable. La llegada al Albaicín no pudo ser más eurovisiva, puesto que los altavoces de la cruz emitían la canción con la que Melody representará a España en la próxima edición de Eurovisión.

En el lugar hablamos con personas que abandonaron la cola visiblemente molestos. Joaquín y su grupo habían venido a las cruces desde Málaga: "Es la primera y la última vez que vengo, lo único que hacemos es andar, subir cuestas , los taxis nos dicen que no nos pueden subir tan alto y encima no pasamos a ningun lao''". "¡Todos están de fiesta menos nosotros!", escuchó este periódico cuando se alejaba del mencionado grupo.

Dicen que las comparaciones son odiosas, y Jorge, un joven de Villarrobledo no dudó en afirmar que "prefiero las cruces antes que el Viña Rock", haciendo alusión que se está celebrando en la localidad manchega. También destacó que "hemos visto mucho ambiente, sobre todo ayer y la gente es muy maja".

Fiesta en el Día de la Cruz de Granada
Fiesta en el Día de la Cruz de Granada / Jose Velasco/ GP Media

Por su parte, este redactor encontró un rara avis al charlar con Marina, una joven procedente de Dúrcal que admitió no haber asistido nunca a esta festividad. Asimismo, remarcó que "todo son colas enormes que no avanzan".

Finalmente, sobrepasadas las 21:02 horas, este periódico dió con el gran 'pero' de Juan, un vecino del Albaicín, el cual manifiestó que las cruces "se han desmadrado, no es la fiesta que era. Es un problema que tienen que contemplar las autoridades, con una masificación tremenda donde todo el mundo va a hacer negocio. Habitualmente me voy de Granada para este día porque no entiendo como esperan dos o tres hora para beberse una cerveza. Lo malo es después, cómo se quedan las calles con basura, orina por todas partes y chillidos de gente que cree que canta".

Y así, mientras la noche consumió Granada y las luces de las cruces comenzaron a titilar, la ciudad se despidió de otra jornada teñida de claveles, lunares y contrastes. Entre la nostalgia de quienes extrañan el ayer y la euforia de una juventud que hace suya la tradición a su manera, el Día de la Cruz se consolida como ese espejo donde se reflejan tanto la identidad festiva como las tensiones de una ciudad que vive entre el folclore y la modernidad. Mañana las calles amanecerán en silencio aunque aún quedará el eco de las sevillanas y el murmullo de quienes bailaron rodeados de flores.

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