Granada se disfraza para vivir la noche más terrorífica del año
La ciudad se ha vestido de fantasía y humor con zombis, brujas y monstruos que han transformado el miedo en celebración
Concurso de decoración de fachadas de Halloween en este pueblo de Granada
Zombies, brujas, monstruos y personajes habituales de la cultura popular han desfilado por las calles de Granada este 31 de octubre en la que es la noche más terrorífica del año. La fiebre de Halloween ha sido plausible desde que ha asomado la luna en la ciudad de la Alhambra, que se ha convertido en un escenario de película con decorados repletos de calabazas, telarañas, calaveras y personas de todas las edades con unos maquillajes de lo más elaborados.
Las arterias principales de la ciudad han sido un punto de encuentro para cientos de personas dispuestas a disfrutar y lucir sus tétricas vestimentas. Desde familias con niños disfrazados de esqueletos o fantasmas y adolescentes recreando escenas de películas de terror, hasta grupos de amigos que han aprovechado la excusa perfecta para una noche de fiesta.
En la Plaza Bib-Rambla, los puestos de castañas se mezclaban con grupos que pedían “truco o trato”. En el barrio de San Ildefonso sobresalía un decorado que abarcaba gran parte de la plaza. En el lugar, los presentes atravesaban un túnel del terror temerosos de recibir los inevitables sustos bajo la atenta mirada de un espantapájaros.
En la Fuente de las Batallas, un grupo de universitarios convertidos en Joker, discutían sobre quien había conseguido acercarse más al aspecto del villano de Batman. Mientras tanto, en la Plaza de las Pasiegas destacaba un Chucky de cuatro patas que "amenazaba" a los viandantes con su intimidante aspecto.
Algunos bares y locales del centro también se unieron a la fiesta y decoraron con luces y cuchillos de plástico el lugar. Otros comercios habituales presumían unos escaparates tematizados que invitaban a hacerse una foto.
“Cada año lo vivimos con más ganas”, ha contado Nuria, una joven maquilladora que retocaba la sangre falsa en la cara de sus amigas mientras otro grupo posaban para una foto vestidos como los protagonistas de Scooby-Doo en Puerta Real.
Sin embargo, no todos los atuendos eran terroríficos, sino que los más irónicos han aprovechado la cita para disfrazarse de piratas, dinosaurios e, incluso, ninjas. "No tenía otro disfraz, la verdad", confesaba Jose Miguel entre risas apuntando a su disfraz de preso.
Granada ha vuelto a ser esta noche (y durante parte de la madrugada) en escenario de fantasía y humor, donde el miedo se viste de fiesta y la ciudad se convierte en un gran plató de película donde caben tanto los gritos como las carcajadas.