Granada tiene la tasa más alta de incidencia de melanoma de España

¿Quién tiene más riesgo de sufrir un cáncer de piel? ¿Un agricultor o un profesor que pasa once meses en un despacho y un mes al sol en la playa? "Los dos". La respuesta, contundente, la aporta el profesor Agustín Buendía Eisman en las jornadas celebradas este jueves en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada dentro del 25 aniversario de la campaña Euromelanoma. Buendía Eisman también lanzó un dato preocupante. Granada es la provincia con la tasa más alta de incidencia de melanoma de toda España.

Además de las jornadas, y en el marco de la iniciativa europea nacida en 1999, la UGR presentó su propio Uvilisco, una serie de círculos concéntricos pintados en el suelo y con un palo en el centro. Este colorido reloj solar señala en qué momento el índice ultravioleta es más alto. Además de este elemento divulgativo, este viernes la Facultad acoge una sesión gratuita de exploración cutánea. Quienes estén interesados en participar pueden hacerlo a través de la web euromelanoma.aedv.es.

"Queremos prevenir desde la más tierna infancia", destacó José Juan Jiménez Moleón, decano de Medicina, en la presentación de la jornada del jueves. Además de prevenir, el diagnóstico, "cuanto antes mejor", es clave para reducir las consecuencias de esta enfermedad.

Buendía Eisman, por su parte, hizo hincapié en que pese a las campañas de información llegan a su consulta personas con lesiones cutáneas provocadas por el sol. "Llegan el lunes o el martes, después del fin de semana", en el mes de mayo, cuando hay bodas y graduaciones. "Todo esto es por la revolución del bronceado", expuso para añadir que el estar tostado "no es salud ni es belleza".

Hay diferentes cánceres de piel en función de la exposición al sol, y esta patología no ha dejado de crecer. Hasta y un 40% más de casos en los últimos cuatro años. El melanoma, con una altísima incidencia en Granada, se relaciona a la exposición solar "recreativa".

"Esto es como un vaso de agua, que se llena gota a gota. Cada uno tiene un vaso de un tamaño" y a algunos se les llena antes que a otro, ejemplificó el dermatólogo para hacer ver que cada caso debe analizarse de forma individualizada. Eso sí, ante el riesgo lo mejor es evitar al máximo las quemaduras. "Las quemaduras solares antes de los 20 años duplican el porcentaje de cáncer", afirmó.

Las medidas para sortear esta posibilidad pasan por evitar las horas centrales del día, algo que, pese a las campañas informativas, parece que no cala. "El 75% de los menores de 18 años se expone al sol entre las doce y las seis de la tarde", expuso en las jornadas.

La ropa es otra de las claves. Las prendas más tupidas protegen más, y no es importante la marca, sino cubrirse. Sombreros con alas de al menos 7,5 centímetros -que cubran nuca, orejas y nariz- y gafas de sol también deben emplearse. Buscar la sombra es otra medida protectora y no pensar en que llevar protector solar hace a la piel inmune al daño. Es una medida útil "si lo sabemos usar bien", añadió Buendía.