El fitness y el culturismo se han convertido en dos prácticas deportivas que no paran de ganar seguidores durante los últimos años. Músculos imposibles, cuerpos modelados que podrían parecer irreales, son algunas de las imágenes que a uno se le viene a la cabeza cuando habla de este tipo de disciplinas. Sin embargo, todo ello también ha acarreado un problema que desde siempre ha puesto en jaque al mundo deportivo: el dopaje. Incrementar la masa muscular o perder grasa corporal. Todo ello para conseguir el aspecto físico deseado, tanto en el mundo profesional como en el amateur. Para ello, hay quienes se dedican a distribuir este tipo de sustancias a cualquier precio y Granada no ha sido una excepción. Un total de 51 personas han sido puestas a disposición judicial por obtener de forma fraudulenta medicamentos anabolizantes a través de talonarios y sellos sustraídos de centros médicos de la provincia, un fraude en el que hay un total de 16 farmacias granadinas implicadas.

En junio del 2016, tras detectarse la adquisición fraudulenta de medicamentos utilizados como sustancias anabolizantes en el dopaje deportivo. Fue entonces cuando se inició la denominada Operación Zute, con la que se ha comprobado que existía una organización criminal que habría empleado en torno a 400 recetas robadas para dispensar en farmacias de Granada, Málaga, Jaén y Almería, que estaban dentro de esta trama, productos por valor de 5.800 euros, cuyo precio en el mercado negro se habría visto multiplicado de forma considerable.

El entramado estaba liderado por un hombre, que ha sido detenido, que contrataba a intermediarios a los que pagaba 400 euros por cada talonario de recetas sustraído en un centro médico de la provincia y empleaba un sello falso para elaborar las recetas. Tras ello, delincuentes habituales se desplazaban hasta distintas farmacias que formaban parte de esta trama, sacaban los medicamentos y los entregaban al líder de la organización.

Posteriormente, el cabecilla de la trama utilizaba al resto de integrantes de esta banda para distribuir estas sustancias por gimnasios de Granada.

Entre los medicamentos dispensados se encontraban Testex prolongatum (testosterona), Provirón (un esteroide con el que evitar problemas que pueden producir ciertas testosteronas), Winstrol (un anabolizante con base testosterónica que estimula la síntesis de proteínas), Femara (testosterona), Deca-Durabolin (aumenta la retención de nitrógeno para así incrementar el crecimiento muscular y la ganancia de masa magra), Arimidex (permite un aumento muscular más lento pero de mayor calidad y definición que otros esteroides), Gonal (presentan sustancias hormonales) y Trankimazin (un ansiolítico que ayuda a dormir, una de las partes importantes para ganar masa muscular). Algunos de ellos, están sujetos a un control más que riguroso que la simple receta médica ya que eran específicos para mujeres menopáusicas o prescripciones en las que la posología era muy superior a la preceptiva. Sin embargo, las farmacias 'hacían la vista gorda' y los entregaban.

Tras conocer la identidad del cabecilla, se practicaron dos registros domiciliarios en los que los agentes intervinieron 1.336 dosis de las sustancias citadas, así como descubrieron que esta banda llevaba operando desde el año 2015.

A tenor de ello, se ha detenido a un total de 10 personas, cuatro de ellas menores de edad, y se ha investigado a 41 más entre las que se encuentran farmacéuticos titulares, adjuntos y técnicos de las farmacias que abastecían de medicamentos a la organización, a los que se considera autores de delitos contra la salud pública, falsedad documental, estafa al Servicio Andaluz de Salud y hurto.