La gripe se despide con más de 12.600 afectados en una temporada "atípica"

Los médicos y pediatras centinelas encargados de vigilar al virus de la gripe han terminado ya la campaña de este año. Una temporada que ha sido "bonita" por lo diferente respecto a otros años, y además más leve que de costumbre. Los datos de Salud Pública constatan que, a fecha de hoy, ya no hay casos de gripe en Granada. De hecho, aunque la campaña acaba oficialmente en la semana 20 del año (la semana pasada), desde la hace tres en la provincia no se detectan casos, si bien se puede producir alguna infección esporádica todavía.

Una vez concluida la campaña, se puede hacer un balance de casos, difusión e intensidad. Y hay varias conclusiones. Según ha destacado a este periódico la responsable de Salud Pública de la Delegación Provincial de Salud, Isabel Marín, la gripe de este año ha sido más tardía, con oscilaciones de intensidad, con más casos que el año pasado pero menos graves.

En Granada, los casos comenzaron a aislarse en la semana 50 del año (la del 7 de diciembre) y desde ahí fueron subiendo "muy poco a poco". Después ha tenido un comportamiento diferente al de otros años, y en lugar de subir despacio pero constante, alcanzar el pico y bajar, lo ha hecho de forma intermitente, lo que los especialistas denominan en "dientes de sierra". Así, según Marín, en Granada ha habido picos de gripe en las semanas 3, 5, 8, 11 y 14 del año. "El año pasado el pico fue en la semana 5, que suele ser final de enero y principios de febrero". Y este año el mayor ha sido en la semana 7 y 8, más tarde de lo habitual. "Ha habido desde mediados de enero hasta casi el final de la campaña con picos, aunque no ha sido tan explosiva ni causado casos de gran alarma", aseguró la jefa de Salud Pública de Granada.

Con todo, sumando casos, al final ha habido más que el año pasado, aunque más leves. La tasa acumulada esta campaña ha sido de 1.397,3 casos por 100.000 habitantes, "lo que significa que la han pasado unas 12.600 personas en la provincia. El año pasado la tasa fue de 1.325 casos por 100.000, afectando a unos 11.900 granadinos.

"Ha habido más casos pero ha sido menos alarmante", resume Marín, quien explica que el comportamiento anormal del virus con esos picos en sierra responde a la propia "vida" de los gérmenes y también a efectos externos como por ejemplo la meteorología, y este año la temperatura también ha afectado al comportamiento del virus y su difusión en la provincia. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el otoño y el invierno han sido especialmente cálidos. Y ya las previsiones indican que ha entrado el calor de lleno, por lo que no habrá riesgo de que reaparezca el virus, que se disemina con el frío.

Sobre los tipos, esta campaña han convivido durante toda la temporada los tipos AH1N1 y B. Si antes el B se solía dar al principio y al final de la temporada, siendo un virus que deja casos más leves, este año han estado los dos 'de la mano' casi desde el principio.

Andalucía cuenta con 116 médicos y pediatras que forman parte de la red centinela responsable de vigilar al virus de la gripe. Una vez que termine la actual campaña estos facultativos continuarán recogiendo muestras de los casos esporádicos que se registren para comprobar las variaciones del virus y cómo afecta a la población.

El virus que ha circulado este año corresponde a dos subtipos: el A(H1N1) y el B. Ambos serotipos se incluyeron en la vacuna antigripal de la que cada año se beneficia la población más vulnerable (personas mayores de 65 años, enfermos crónicos, embarazadas y personal que trabaja con estos grupos diana). A estas fechas, los laboratorios responsables de producir la vacuna cada año a escala mundial ya preparan su composición para la próxima temporada, según los subtipos que ya han comenzado a circular en el hemisferio Sur. Cada año el virus de la gripe muta y se transforma, lo que obliga a introducir variaciones en las vacunas. Estos cambios conllevan que los servicios sanitarios tengan que repetir cada otoño la campaña de vacunación para la población con más riesgo a sufrir graves consecuencias de contraer la infección.