Qué debo hacer para mantener mis dientes limpios y sanos
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La salud bucodental resulta especialmente importante para llevar una vida sana. Más allá de los problemas estéticos que puedan acarrear unos dientes con manchas o amarillos, una falta de higiene en la boca también puede desencadenar unas cuantas enfermedades y lesiones en el organismo. De no tratar a tiempo dichos problemas, tanto el sistema inmunológico como el bienestar de la persona se resentirán.
La clave reside básicamente en seguir una serie de cuidados a diario y hacer una visita regular a tu clínica dental en Granada de confianza. Además de realizar una limpieza exhaustiva una o dos veces al año, los profesionales pueden darte consejos para mejorar tus hábitos de higiene bucodental.
Consejos para que tu boca luzca limpia
Muchas de las recomendaciones que ofrecen los odontólogos son de sobra conocidas por la mayoría, pero hay detalles que se nos pueden escapar y que resultan especialmente trascendentes para que nuestros dientes y boca luzcan relucientes.
1. Cepilla los dientes tres veces al día
Después de cada comida (mañana, mediodía y noche) debe realizarse un cepillado suave de unos tres minutos, sin dañar las encías ni el esmalte. Lo adecuado es por medio de movimientos circulares y cortos, poniendo especial atención a la zona en donde se unen el diente y la encía, que es donde suele acumularse la placa dental.
2. Escoge un cepillo adecuado
Hay que concederle más importancia al cepillo de dientes. Es aconsejable decantarse por uno que tengas las cerdas suaves y el cabezal pequeño. Así conseguiremos que llegue con más facilidad a zonas de difícil acceso. El cepillo debe cambiarse cada tres meses o incluso antes en el caso de que detectes alguna deformación en él.
3. Utiliza hilo dental
El uso de hilo dental adquiere tanta relevancia como el cepillado. Si nos saltamos este paso se estima que se deja de limpiar el 35% de los dientes. Por lo general, el espacio que hay entre las piezas resulta bastante propicio para que se acumule placa, y por lo tanto hay más probabilidades de sufrir caries u otras enfermedades.
Debe insertarse el hilo entre las dos piezas, ejerciendo un poco de presión pero sin provocar daño. Lo arrastraremos había arriba y abajo frotando contra el diente para retirar los posibles restos de placa que puedan quedar pegados a los dientes. Con hacerlo una vez al día sería suficiente.
Las alternativas son los irrigadores dentales o los cepillos interdentales. Pero no dudes en consultar con tu clínica dental de confianza para que te orienten con lo más adecuado.
4. Utilizar enjuague bucal
Tras el cepillado y el uso del hilo dental también sería conveniente utilizar un enjuague bucal. Contribuirá a acabar con las bacterias y microorganismos que se acumulan en este espacio. Será tan sencillo como enjuagarse durante medio minuto, y a continuación dejar que haga su efecto durante 30 minutos.
5. La importancia del flúor
El flúor también desempeña un papel importante para combatir el deterioro dental. Ayuda a fortalecer el esmalte y a mantener las piezas sanas. Por eso, a la hora de hacerte con una pasta de dientes sería aconsejable que contase con flúor, ya que además te proporcionará una mayor sensación de limpieza y un aliento fresco.
6. Seguir una alimentación sana
Al igual que resulta importante la higiene bucodental, los hábitos alimenticios también influyen en la salud de nuestra dentadura. En la medida de lo posible deben evitarse los productos ricos en azúcar y los ácidos, así como el tabaco, los refrescos y el alcohol, que resultan especialmente dañinos al oscurecer nuestra sonrisa y dejar manchas.
La mejor bebida es el agua, y en cuanto a alimentos, la fruta desempeña un papel esencial al aumentar las defensas y reforzar la salud bucodental. Consigue que la mandíbula se ejercite y los dientes permanezcan fuertes.
7. No utilices los dientes como herramienta
A veces pensamos que los dientes son muy resistentes, y en realidad estamos en lo cierto, ya que se encuentran recubiertos de esmalte, una de las sustancias más duras del organismo. Sin embargo, son también frágiles y les sometemos en ocasiones a esfuerzos innecesarios para abrir o cortar cosas.
Alejándonos de estos malos hábitos conseguiremos evitar roturas o desgastes. Tampoco conviene morderse las uñas o cutículas, ya que llevamos a la articulación a una posición anormal.
8. Limpieza profunda por parte de un profesional
Cada seis meses o una vez al año como máximo deberíamos pisar la consulta del dentista para realizar una limpieza en profundidad de la boca. Retirará toda la suciedad que el cepillo no consigue eliminar, como el sarro y manchas, y aprovechará para hacer una revisión sobre el estado de la dentadura.
Consistirá básicamente en una exploración de la boca, donde te consultará sobre los hábitos de higiene. Empezará a eliminar el sarro que se acumula entre las piezas, eliminará las manchas con la pistola de bicarbonato y hará un pulido general.
Siguiendo todos estos consejos podrás lucir unos dientes sanos y prevendrás la aparición de posibles enfermedades. Además, acudiendo con frecuencia a tu clínica dental de confianza será más sencillo detectar cualquier problema para así actuar de forma temprana.
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