Cómo hacer un masaje erótico

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Cómo hacer un masaje erótico
Cómo hacer un masaje erótico

30 de marzo 2021 - 02:00

Hace algunos años los masajes eróticos estaban reservados a los profesionales. Con el tiempo hemos cambiado esta visión y ahora es corriente que muchas personas se interesen por conocer cómo pueden realizar masajes eróticos a sus parejas.

La técnica del masaje erótico es casi tan antigua como el propio amor. No se trata únicamente de masajear el cuerpo de la otra persona. El clima y el erotismo que se van gestando envuelven el masaje y lo recargan de todo su contenido sensual.

Por lo tanto, antes de que te embarques en la tarea de practicar tu primer masaje, te recomendamos que des rienda suelta a todos los sentidos, con especial atención de los aromas. Mira algunos perfumes y hazte con un buen aceite que facilite los movimientos que vas a realizar. A partir de ahí todo será más fácil.

Pasos para realizar un buen masaje erótico

Una vez que has preparado un entorno sensual perfecto para realizar un masaje erótico (velas, perfume, aceites, música...), ha llegado el momento de ponerte manos a la obra. Es ahora cuando debes seguir los consejos que te traemos a continuación. No te preocupes si no eres especialista en el tema o si nunca antes has practicado un masaje erótico. En definitiva, se trata de hacer disfrutar a la otra persona, y para ello no hace falta ser un gran conocedor de anatomía.

1. Prepara toda la zona

Para empezar, masajea la totalidad de la zona suavemente. Puedes empezar por la zona baja, como los muslos, e ir subiendo poco a poco hacia el cuello y los hombros. Los profesionales que se dedican al mundo del masaje utilizan aceites para facilitar los movimientos y aportar una mayor sensación de bienestar a la otra persona.

Una vez que hayas recorrido la zona, repite el proceso haciendo grandes círculos desde la zona inferior hacia la superior del tronco. La idea es que la piel se vaya calentando y puedas ir preparando a tu pareja para concentrarte en ciertas zonas.

2. Concéntrate en la espalda

Aunque un masaje erótico tiene como objeto hacer disfrutar a la otra persona en un clima de sensualidad, el masaje también ayudará a la hora de dejar a un lado las tensiones y problemas cotidianos. Por ello, centrarse en la espalda es un buen método para hacer que tu pareja olvide sus complicaciones y disfrute el masaje en su totalidad.

Lo ideal es, al igual que hemos hecho anteriormente, masajear desde la zona posterior de la columna hacia la zona superior. Ahora debes intentar que los círculos que realizas con las manos sean un poco más pequeños, concentrando toda tu energía en una zona en concreto.

3. Dirige tu atención a hombros y cuello

Al igual que ocurre con la espalda, los hombros y el cuello son zonas en las que se concentra el estrés acumulado. La realización de círculos es perfecta para descargar la zona, aunque en este caso es recomendable que se realicen desde la parte central de la espalda hacia los extremos. En esta zona es donde solemos presentar algunas cargas o molestias, por lo que son perfectas para ir creando un clima propicio.

4. Zona posterior

Ahora que tu pareja se encuentra en calma, ha llegado el momento de ir palpando las zonas cercanas a los órganos sexuales. Masajea zona de los muslos para mejorar la circulación sanguínea y conseguir poco a poco la excitación. Los movimientos que realices en los glúteos deben ser lentos, primero en forma de círculos y más tarde con cada uno de los dedos.

Poco a poco puedes ir acercando tu mano a la zona de los genitales y masajeando en pequeños círculos. Para ello lo más probable es que necesites untar más aceite, de modo que no tengas prisa por terminar. Alterna estos movimientos con un regreso a los glúteos. De ese modo conseguirás que la tensión vaya en aumento.

5. Parte interna de las piernas

Una vez que hemos conseguido un clima erótico, céntrate únicamente en la parte interna de las piernas y la zona próxima a los genitales. No dirijas tu atención únicamente en los genitales, sino que, por el contrario, si los rozas que sea únicamente de pasada, concentrándote en los muslos. Aquí puedes alternar varios movimientos en el masaje, con círculos, caricias o giros que desciendan hacia la zona del muslo para luego acercarse a la proximidad de los genitales.

Recuerda que el masaje erótico no se centra en la masturbación ni el sexo. Por el contrario, se trata de rozar, palpar y masajear ciertas zonas sin llegar a culminar durante el proceso. De este modo conseguiremos que nuestra pareja se excite.

6. Zona erógena

Una vez que se ha caldeado el ambiente, ha llegado el momento de centrarnos en la zona erógena. En este momento puedes pedir a tu pareja que se dé la vuelta y continuar el masaje. En este punto cada persona opta por un camino u otro, dependiendo de lo que tú o tu pareja consideréis más oportuno.

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