De Haza Grande a Alemania: 35 detenidos y medio centenar de registros en la operación "más profunda" contra la marihuana en Granada

"Se le ha llamado Operación Nazarí 64 Falla porque es como una falla, rompe la estructura contra la que estamos acostumbrados". Así lo explicaba el capitán Miguel Ángel López, jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial Civil de la Comandancia de Granada en la rueda de prensa de balance de la que hasta ahora ha sido la operación "más profunda" a la que se han enfrentado los agentes del Instituto Armado en la provincia, desarrollada la semana pasada en veinte municipios de Granada, tres de Málaga, y dos de Valencia, y en la que han sido arrestadas 35 personas en total. El volumen total de la intervención ha sido de 16.870 plantas de marihuana incautadas, 267.553 euros en metálico, 21 vehículos, 15 kilos de cogollos de marihuana, 200 gramos de hachís, doce escopetas, cuatro armas cortas, cuatro carabinas de aire comprimido, un arco, una ballesta, una pistola táser, tres armas blancas y munición de diferente calibre. Entre dinero, bienes e inmuebles, la organización criminal tenía un valor superior a los 4,5 millones de euros.

"Ha sido como echar un líquido de contraste en la raíz y que se fuera ramificando por toda la organización", ha descrito asimismo el capitán López de la Guardia Civil, que se ha encargado esta mañana de dar los detalles de la operación. Un trabajo iniciado en el mes de mayo con la intercepción de un tráiler en la A-92 que transportaba hasta 96 kilos de marihuana, y que desde la base de la organización, la investigación ha ido destapando al modo de operación y los niveles de un entramado bien definido hasta alcanzar la cima. A los 35 detenidos se les imputan los delitos contra la salud pública por tráfico de drogas, cultivo y elaboración de drogas, defraudación de fluido eléctrico, pertenencia a grupo criminal, tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales. Los cabecillas son ciudadanos de nacionalidad francesa y origen árabe que estaban radicados en la Costa del Sol, en la provincia de Málaga. Esta operación no hace más que confirmar que Granada es cada vez más el vivero para la marihuana que se consume en Europa. Aquí están los centros de producción, envasado y empaquetado. En la Costa del Sol los "financiadores y compradores", y en Alemania, Holanda y Polonia, los receptores del producto. Todo suena a gran empresa. Pero cuyo objeto de negocio es ilegal.

El coronel Francisco Javier Arteaga Manzano, jefe de la Comandancia de Granada, ha relatado ante los medios la sucesión cronológica de los hechos, que da su pistoletazo de salida en primavera de este año en una operación contra el cultivo, acopio y tráfico internacional de marihuana en Vegas del Genil. Así, el 13 de mayo, "fruto de una actividad operativa intensa", se intercepta un tráiler a la altura de Santa Fe en la A-92G, donde los agentes descubrieron 96 kilos de marihuana ocultos en el camión, cuyo conductor permanece en prisión desde entonces. En ese instante se "judicializa la operación y se abren nuevas líneas de investigación", destaca Arteaga Manzano.

Justo un mes más tarde, las autoridades aduaneras de Francia interceptaron un nuevo camión con 343 kilos de marihuana envasados al vacío y ocultos en un doble fondo. "De nuestra investigación sabemos que tienen una vinculación directa, clara y determinante en nuestra organización criminal", puntualiza el coronel. Así empiezan a darse una sucesión de golpes a la organización: el 8 de agosto otro tráiler en Albolote (52 kilos), dos días más tarde también en la A-92 en Loja (40 kilos...). El número de detenidos ya estaba en seis personas.

"Estas sucesivas aprehensiones nos confirman que tenemos una actividad sostenida de tráfico de marihuana, tanto a través de rutas nacionales como internacionales y refuerzan la evidencia de que estamos ante una organización criminal con grandes capacidades logísticas", explica Arteaga Manzano. Una organización que está claramente jerarquizada, donde los miembros tiene definida con claridad su activlidad, y con un alto grado de profesionalidad. La Guardia Civil llegó hasta el corazón de la trama, llegando a distinguir todos los escalones de la misma.

De un lado, los cultivadores y los que almacenaban la droga, ubicados en diferentes puntos de la capital como Haza Grande, y cerca de una veintena de municipios: Ácula, Albuñán, Atarfe, Cenes de la Vega, Churriana de la Vega, Cogollos de Guadix, Cúllar Vega, Fuentes Vaqueros, Las Gabias, Granada, Huétor Vega, Jun, Maracena, Peligros, Pinos Puente, Pulianillas, Santa Fe, Ventas de Huelma, Vegas del Genil y Otura. En el segundo nivel, los "intermediarios y responsables logísticos", que recibían la marihuana, la envasaban al vacío, y preparaban camiones, furgonetas o turismos para su transporte, ocultos en dobles fondos o entre cargas legales. En el escalafón más alto, el tercero, están los cabecillas, "los financiadores o compradores finales, franceses de origen árabe ubicados en la Costa del Sol", aunque sus centros de operaciones estaban en Granada y Vegas del Genil, cuya misión era "coordinar todos los envíos internacionales y canalizar todos los beneficios obtenidos en la operación", detalló Arteaga Manzano. También se encargaban de dar cobertura legal y soporte logístico al transporte internacional de la droga, que se hacía a través de dos empresas de este sector ubicadas en Albuñán, en la comarca de Guadix, y Silla, en la provincia de Valencia. Con todo este conocimiento, se procedió a llevar a cabo 54 registros, casi todos en la provincia de Granada, pero también en Málaga capital, Benalmádena y Vélez Málaga; y en Valencia, en las localidades de Silla y Albal. Fueron movilizados más de 500 agentes .

"Se trata de una investigación compleja que ha atacado a todos los niveles de organización", y que ha torpedeado la "línea de flotación de toda gran organización, que son los beneficios económicos, mediante una compleja investigación patrimonial y de blanqueo de capitales", ha explicado el teniente coronel Javier Rodríguez. El mismo ha destacado que gracias a esta operación "se consigue también reducir los delitos asociados que nos pueden deparar situaciones complejas e inquietantes", tales como "la falta de suministro eléctrico en zonas tensionadas por la plantaciones de marihuana, y los delitos violentos asociados", es decir, vuelcos de droga (se han intevenido 30 armas que las organizaciones usan para "poder defender su droga"), homicidios o secuestros.

Como sentenció el capitán Miguel Ángel López, "no hay que banalizar la marihuana. Es un problema grave de delincuencia organizada que está asentada". "Ahora somos un país productor de marihuana que conlleva una complejidad delincuencial distinta a la que estábamos acostumbrados: asentamiento de organizaciones criminales, lucha de bandas en el territorio de producción... Un mercado ilícito que nos lleva a un reto de investigación distinto", situó el Guardia Civil dentro de la situación actual de la lucha contra la droga en Granada.

"La Guardia Civil trabaja de manera incansable para luchar contra el tráfico de marihuana en nuestra provincia, y trabaja contra las organizaciones que se dedican a este cultivo y transporte, en todas las fases. Quien se dedica a ello debe saber que un mes u otro va a ser detenido, y que van a ser puestas a disposición judicial como integrantes que son de una organización criminal", ha afirmado el subdelegado del Gobierno, José Antonio Montilla.