Sucesos

Al menos 70 hectáreas quemadas con la basura en el punto de mira

  • Los vecinos de la zona apuntan a una posible intencionalidad en el fuego de Jun y que se está investigando

  • La basura y la mano humana planean sobre el incendio del barranco de San Jerónimo

Los vecinos del Parque Nueva Granada presenciaron la noche del sábado un incendio colindante con la zona residencial del barrio. La rápida actuación del cuerpo de Bomberos de Granada dejó el susto en anécdota y una pequeña zona de matorral hecha cenizas. Este suceso fue un aviso de lo que podía suceder. Los vecinos llevaban tiempo quejándose del abandono y la acumulación de basura. Cuando respiraron el sábado tranquilos al ver que el fuego no alcanzaba el barranco de San Jerónimo, volvieron a la congoja el lunes cuando avistaron, alrededor de las ocho de la tarde, los primeros indicios de un nuevo incendio, una columna de humo que pronto se hizo visible desde casi toda la ciudad. Una noche larga, con amenaza en algunas casas de evacuación al activarse el nivel 1 de alerta, y la sensación entre los vecinos de que tarde o temprano se iba a repetir lo del sábado, pero peor: 70 hectáreas quemadas.

El Infoca, que dio por controlado el fuego ayer sobre las 13:15 horas, sitúa el foco del incendio a la entrada del barranco de San Jerónimo, apenas a unos metros del lugar donde se dio el incendio del sábado, una zona de fácil acceso bien desde el Parque Nueva Granada o bien desde la carretera de Jun. Esta sencillez para llegar al lugar en vehículo, situado junto a la abandonada Azulejera, es una problemática que asociaciones que trabajan en la zona y vecinos señalan debido a la constante acumulación de basura tirada desde vehículos que acceden al lugar y que, si bien se recoge cada cierto tiempo, a los vertidos siempre vuelven.

En el foco del incendio se encuentra un terreno que cuenta con una masa arbórea y matorral que, junto al aire de la tarde, causó que las llamas superaran varios metros de altura y una considerable velocidad de avance que se extendió hasta las cercanías de la carretera GR-302 con Víznar y tuvo que ser cortada hasta las doce del medio día del martes. Así, la vía del antiguo vertedero de la ciudad se usó como lugar de acceso para los operativos desplegados en la zona, que actuaron durante toda la noche para frenar el avance de las llamas.

El fuego también alcanzó un complejo industrial, Cerámica Castillo de Siles, que ha sufrido daño en tuberías, un tractor ha quedado inservible y varios palés que se encontraban en el exterior que quedaron consumidos por las llamas. Desde la empresa atribuyen las causas a “la mala costumbre de acumular basura en la zona, que siempre termina siendo quemada después de un tiempo”, y aseguran que los operativos que actuaron en la zona teorizaban con la intencionalidad del incendio: “No es la primera vez, hace pocos días hubo otro intento”. Se refería al incendio del sábado. Las dos personas que trabajan y residen en el complejo se vieron sorprendidas por las llamas, pero por suerte, estas no alcanzaron la vivienda y se encuentran en perfecto estado de salud.

A las 13:35 del lunes, Infoca informó de que el incendio se encontraba controlado y varios operativos continuaron actuando sobre el terreno para tratar de extinguirlo por completo, labor que se complicó debido a las rachas de viento en la zona y la gran masa de matorral seco.

Es la sensación general en las zonas residenciales colindantes y el comentario más escuchado por los vecinos del Parque Nueva Granada que se asomaron a avistar la enorme columna de humo: el fácil acceso a vehículos y las basuras son el problema.

El abandono de la zona Norte se lleva fraguando desde hace décadas, y en las cercanías del Parque Nueva Granada, como el barranco de San Jerónimo o la Azulejera, la acumulación constante de residuos supone un problema de salud pública y también de seguridad. Algunas actuaciones han consistido en cerrar varios accesos a vehículos, materializadas hace escasos meses, con la colocación de vallas metálicas desde carretera en la bajada de la GR-302 con Víznar. Entonces el cierre supuso la acumulación de residuos en la misma entrada, pero al menos facilitó la rápida actuación de los servicios de limpieza de la zona, que controlan mejor el desagradable gusto por acumular basura. Aún así, algunas entradas siguen abiertas, como los colindantes al barranco de San Jerónimo o las cercanías a la carretera de Víznar a mayor altura que los accesos cerrados, zona que se ha establecido como nueva localización a la que se recurre para lanzar vertidos.

El fuego quedó a escasos metros de la ingente acumulación de basura conformada por bolsas de restos de plantaciones de cannabis, cascotes de obras, maderas, cristales y diverso mobiliario del hogar.

Los vecinos del Parque Nueva Granada, Jun y Pulianas han perdido un paraje natural desconocido para el grueso de los granadinos. Es un espacio común de paseo, rutas de caminata y ciclismo que muchos vecinos redescubrieron durante el proceso de desconfinamiento como única opción de ocio al aire libre.

Los incendios en la época estival son comunes debido al abandono de los solares sin edificar en la Azulejera, pero no se recuerda un incendio de tal magnitud en la zona norte desde el incendio que se produjo en 2017 y que alcanzó hasta las inmediaciones del campus de Universitario de Cartuja.

Al menos el fuego ya no se extiende por la zona y está prácticamente extinguido. Gracias a la movilización de dos helicópteros (LA-4 y MA-4), dos técnicos de operaciones, tres grupos de bomberos forestales que sumaron 50 efectivos, un agente de medio ambiente, una autobomba, dos dotaciones de Bomberos de Granada, además de refuerzos de la Diputación provincial y voluntarios de Protección Civil de varios municipios, como Ogíjares y Albolote, e Inagra. Por ellos se logró que el trabajo de los efectivos de Protección Civil no fuera más allá de desplegarse por Jun por si las llamas alcanzaban las zonas residencial. No pasó. Pero si sigue acumulándose la basura, podría volver a suceder.

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