El 90% de las hipotecas firmadas desde 2007 tienen cláusulas abusivas
En cada familia granadina hay de media tres personas afectadas por la llamada 'cláusula suelo' que puede suponer un perjuicio económico para el cliente de hasta 2.000 euros anuales
Nueve de cada diez hipotecas firmadas durante los últimos tres años contemplan la llamada cláusula suelo, que supone que la mensualidad que debe abonar el ciudadano no puede bajar, al revisar el crédito, por debajo de un tipo de interés barrera, según informa la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae).
De ahí que, según las estimaciones de la organización, en cada familia granadina exista una media de 3 personas afectadas por este condicionamiento ideado por las entidades bancarias, conscientes de que la situación económica iba a provocar una bajada del Euríbor por debajo de sus aspiraciones mercantiles. Gracias a ello, la caída de los tipos se ha quedado sin efecto para muchos ciudadanos.
Y aunque en algunos casos, la diferencia entre la cuota a pagar con o sin cláusula no sea muy alta, para otros granadinos la letra pequeña del contrato hipotecario puede llegar a suponer "un abuso y un perjuicio económico de hasta más de 2.000 euros al año", puntualiza Adicae, que está presentado reclamaciones extrajudiciales ante el Banco de España y el Parlamento contra este tipo de actuación bancaria y organizando una demanda colectiva para reembolsar a los afectados las cuantías adeudadas.
En este sentido, una hipoteca de 120.000 euros, a 25 años y con un 0,5% sobre el Euríbor pasaría de tener una cuota mensual de 737 euros a mediados de 2009 (con el indicador sobre los cinco puntos) a otra de 490 en el momento actual (con la caída del Euríbor al 1,2). Sin embargo, si la cláusula suelo fija la barrera en un 3%, por ejemplo, la mensualidad quedaría en 570 euros, de modo que el hipotecado pagaría 70 euros al mes y 840 al año más que sin el límite estipulado.
Pero las cláusulas suelo -también llamadas límite o túnel- no son los únicos elementos tóxicos de las hipotecas. Junto a éstas también han proliferado otros productos de alto riesgo, como los denominados contratos de intercambio, permutas, swap o clip, basados también en las previsiones de las financieras del desplome de los tipos.
En este caso, lo que 'pactan' banco y consumidor es un tipo fijo, es decir, que la hipoteca siempre estará vinculada a un porcentaje concreto, de modo que si los tipos reales están por encima del estipulado, la entidad debe abonar la diferencia cada mes, mientras que si está por debajo, será el cliente quien aporte el resto. La clave, obviamente, está en vender estos swaps en el momento en el que el Euríbor se sitúa a favor del hipotecado, para que caigan en la trampa, y en la forma de ofrecerlo por los bancos.
"Se trata de productos de inversión que se comercializaban vinculados a hipotecas, siendo la terminología más usada por los comerciales: "seguro" y "sin coste", para que los consumidores no notaran las "posibles" subidas de tipos de interés, pero por las fechas de comercialización estas entidades ya manejaban informes en los que se esperaba una rebaja brusca de los tipos, ya que nos encontrábamos en máximos históricos", explicó Adicae.
Además, los altos costes de cancelación, "nunca explicados a los clientes", y que de media rondan los 9.000 euros, han dejado a miles de familias granadinas "atrapadas, sin poder realizar amortizaciones parciales, ni subrogaciones, abocados a pagar estas altas indemnizaciones a su entidad", criticó la Adicae, que también en estos casos está llevando a cabo reclamaciones y denuncias en nombre de los afectados.
Ante esta situación, las organizaciones de consumidores y usuarios aconsejan a los ciudadanos a que revisen minuciosamente cualquier documento que firmen y que no se fíen de las sucursales de las entidades bancarias de toda la vida.
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