Sucesos

Un hombre, en estado muy grave en Granada tras tragarse más de 120 bellotas de hachís

Imagen de parte de las bellotas incautadas al hombre ingresado en el hospital

Imagen de parte de las bellotas incautadas al hombre ingresado en el hospital / G. H.

La Policía Nacional de Granada han incautado 123 bellotas de hachís extraídas del estómago de un hombre de 60 años, de nacionalidad española, que tuvo que ser operado de urgencia en un centro sanitario de la capital tras pasar más de dos semanas con la droga en el interior de su cavidad abdominal, quedando ingresado en la UCI en estado muy grave.

A este sexagenario se le considera presunto responsable de un delito de tráfico de drogas, motivado por el transporte de dichas bellotas, que arrojaron un peso de 1.335 gramos de hachís. 

Una llamada de madrugada desde el centro hospitalario dio el aviso a los agentes del cuerpo de seguridad nacional. En ella se informaba de la llegada al servicio de urgencias de un varón que portaba en su estómago cuerpos extraños, susceptibles de contener sustancias estupefacientes.

Este hombre se había personado en el hospital presentando "un fuerte dolor de estómago", y asegurando que no había podido evacuar desde hacía más de dos semanas. Las pruebas realizadas evidenciaban la ingesta de multitud de objetos en forma de bellotas y, debido al riesgo que corría su integridad, se le practicó una intervención quirúrgica de urgencia durante la que se le extrajeron un total de 123 bellotas de hachís, que fueron incautadas por los agentes. La autoridad judicial ha sido informada de la actuación policial realizada.

'Mula' reincidente

Lo más curioso de este caso es que no era la primera vez que este hombre alojaba drogas en el interior de su organismo para transportarlas. En el año 2016, esta misma persona resultó detenida en la localidad de Algeciras durante un control policial de pasajeros y, tras ser trasladado a un centro hospitalario, se evidenció que albergaba una decena de bellotas de hachís en su cavidad abdominal, las cuales arrojaron un peso de 380 gramos.

Las denominadas mulas se encargan del transporte de sustancias estupefacientes en el interior de su organismo para intentar evitar ser detectados por la policía, a cambio de cierta cantidad de dinero. Con ello ponen en riesgo no solamente su libertad al enfrentarse a procesos judiciales por delitos contra la salud pública, ya que se favorece el tráfico y consumo de estupefacientes, sino que además, arriesgan sus propias vidas dependiendo de la cantidad y el tipo de sustancia ingerida así como de la forma y tipo de envasado.

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